Lección 2: Edicion Maestros “El bautismo y las tentaciones” Para el 11 de abril de 2015

Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2015

“El bautismo y las tentaciones”

Lección 2: – Para el 11 de abril de 2015

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Lucas 3:22.

 

Enseña a tu clase a:

Saber reconocer cómo se preparó Jesús para su misión.

Sentir y comprender la necesidad de cada uno de estar listo para la misión de la vida.

Hacer: Prepararse cada uno para cumplir la misión.

 

Bosquejo de la Lección

  1. Saber: Cómo se preparó Jesús para su misión.
    1. ¿Qué función tuvo el bautismo en la preparación de Jesús para su misión?
    2. ¿Por qué era necesario que Jesús fuera bautizado?
    3. ¿Cómo usó Satanás las tentaciones para frustrar la misión de Jesús? ¿Cuál es el secreto de la victoria de Cristo en el desierto?
  2. Sentir: La necesidad de estar listo para la misión de la vida.
    1. Si no estás bautizado todavía en la familia de Dios, ¿qué necesitas para tomar tu decisión? Si ya eres bautizado, ¿qué importancia tiene esto en tu vida diaria?
    2. ¿De qué manera la victoria de Jesús en las tentaciones te ayuda en tu vida diaria? ¿Cómo puedes tener la misma confianza que tuvo Jesús al afrontar las tentaciones?
    3. ¿Cómo pueden vencerse las ansiedades de la vida, sean de pan, de salud, de felicidad o de seguridad, mediante la oración y la dependencia de la Palabra de Dios y sus promesas?
    4. En cada tentación, Jesús respondió a Satanás con una   promesa divina. ¿Cómo puede la Biblia llegar a ser un arma en la guerra con Satanás?
  3. Hacer: Qué se necesita para cumplir la misión de cada uno.
    1. ¿Cómo puedes estar seguro de tu misión en la vida?
    2. ¿Qué pasos tienes que dar para vivir una vida victoriosa por Cristo, como lo hizo Jesús para con su Padre?
    3. Cuando eres tentado, ¿qué pasos darás para ser un cristiano victorioso?

 

Resumen

La preparación es vital para la misión que Dios te ha confiado. Esta preparación involucra ingresar en el cuerpo de Cristo –la iglesia− mediante el bautismo, y estar listo para pelear cada batalla que nos confronte.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Texto destacado: Lucas 3:22.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Juan el Bautista fue el cumplimiento de la profecía de Isaías (40:3-5), al ser la “voz […] que clama en el desierto”, para preparar “el camino del Señor”. Jesús, temprano en su vida, afirmó “que en los negocios de mi Padre me es necesario estar” (Luc. 2:49). Durante toda su vida, fue consciente de su misión especial como el Hijo de Dios y como el Hijo del Hombre. Nosotros también podemos discernir el significado y el destino de nuestra vida al descubrir nuestra relación con Dios, y resueltamente aferrarnos a él.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Esta lección comienza con el ministerio de Juan. Todos los evangelios dan testimonio de la persona, el mensaje y la misión de Juan el Bautista (Mat. 3:1-12; 14:1-10; Mar. 1:3-5; Luc. 3:2-22; 7:18-23; Juan 1:15-34). Asegúrate de que tu clase capte el punto central de su predicación, y cómo ella preparó el camino para la misión de Jesús. La lección también toca los temas del bautismo y las tentaciones de Jesús. Analiza cómo esos dos eventos se relacionan entre sí, y qué lecciones podemos obtener para nuestra propia experiencia cristiana.

Preguntas para dialogar:

  1. Lucas 3:6 (ver también Isa. 40:5; 52:10) dice: “Y verá toda carne la salvación de Dios”, proclamando así la universalidad del mensaje del evangelio. Compara el mensaje universal de Lucas con el que predicó Pablo a los Efesios (Efe. 2:11-22). ¿Cómo afecta esta universalidad tu vida y tu testimonio?
  2. El ministerio de Juan debía preparar a la gente para el ministerio de Jesús. ¿Cuáles son algunos de los primeros pasos de esa preparación? Ver Lucas 3:7 al 17.
  3. El ataque de Satanás contra el ministerio de Jesús comenzó pronto después de su bautismo. ¿Qué importancia puede tener el momento de ese ataque?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Como era historiador, Lucas pone los ministerios de Juan el Bautista y de Jesús en el contexto de la historia, nombrando por lo menos seis dignatarios seculares así como religiosos (Luc. 3:1, 2). Lucas parece desafiar a las generaciones futuras a creer que se puede encontrar el verdadero significado de la vida en la gracia y en la victoria de las que Jesús fue el modelo. Un personaje histórico que reconoció esta realidad fue Juan el Bautista, que en su breve vida mostró que la vida que vale la pena vivir es una vida de arrepentimiento y victoria (Luc. 3:7-18). Esta vida tiene tres partes esenciales: andar en el camino de Dios, caminar en el camino designado y caminar una vida victoriosa.

Comentario de la Biblia

I. Andar en el camino de Dios

(Repasa, con tu clase, Luc. 3:3-18.)

Juan el Bautista se consideró como el cumplimiento de la profecía de Isaías (Isa. 40:3-5), “la voz […] en el desierto” que debía preparar “el camino de Jehová”. El significado y el destino de todos nosotros lo encontramos solo si preparamos el camino del Señor, y caminamos en él. Sin el camino de Dios, ningún camino humano tiene sentido o propósito, y ningún destino glorioso. Por ello, el mensaje de Juan a las multitudes en el desierto, era un llamado directo a encontrar ese camino. Este llamado tenía algunas implicaciones profundas: 1) Ser hijos de Abrahán no garantizaba que uno fuera el recipiente natural de la salvación. La redención del pecado o una pretensión al cielo no están vinculadas con la herencia o el legado, sino con una elección personal de caminar en los caminos del Señor. 2) Caminar en ese camino nos conducirá a llevar buenos frutos para el reino de Dios. 3) Prepararse para caminar en el camino de Dios demanda que nos arrepintamos y seamos bautizados.

Ese arrepentimiento requiere un cambio de corazón, un cambio de dirección; y este cambio no es un acto momentáneo, separado de la vida diaria. Mientras la vida en su rutina normal debe continuar, la vida después del arrepentimiento trascenderá lo ordinario para abrazar lo extraordinario: el pobre será atendido, los enfermos serán cuidados, se resistirá el pecado, se amará al pecador, se incorporará al marginado, el trabajo será íntegro, la adoración mostrará verdadera justicia, y el testimonio reproducirá amor y gracia. Visto esto, el clamor de Juan pidiendo arrepentimiento era realmente una preparación para el reino que Cristo estaba por iniciar.

Pregunta para dialogar:

El bautismo de Juan era por agua, y demandaba una vida que diera frutos (Luc. 3:8-14). Pero Juan el Bautista predijo que quien vendría después de él “os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Luc. 3:16). ¿Qué significa el bautismo de fuego? (Compara con Mal. 3:1-3.)

II. Caminar el camino designado

(Repasa, con tu clase, Luc. 3:21, 22.)

En su bautismo, el Mesías se presenta en público por actos de intervención divina: los cielos se abren, el Espíritu Santo desciende sobre él en la forma de una paloma, y Dios el Padre pronuncia quién es Jesús. Al mencionar estas intervenciones divinas, Lucas quiere que sus lectores sepan que su testimonio es acerca de Uno cuyo origen es diferente al de cualquier otra persona sobre la tierra. Él es el amado Hijo del Padre, el ungido por el Espíritu Santo, y el Hijo a quien Dios con satisfacción designa como el Redentor del mundo. ¿No se había ya prometido esto en la proclamación de Gabriel, de que su nombre sería “Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mat. 1:21)?

La presentación de Jesús que hizo el cielo al mundo en ocasión de su bautismo: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Luc. 3:22), es en sí misma una repetición de las palabras inspiradas por el Espíritu Santo de mucho tiempo atrás. La primera parte de la afirmación –“Tú eres mi Hijo”− proviene de la profecía mesiánica de Salmos 2:7. La segunda parte es de Isaías 42:1: “Mi Siervo… en quien mi alma tiene contentamiento”. El bautismo de Jesús en el río Jordán reúne dos declaraciones proféticas con respecto al Hijo y al Siervo. Mediante esta unión, la voz del Padre y la manifestación visible del Espíritu Santo reconocen que aunque Jesús es realmente el Hijo amado de Dios, el Hijo también ha tomado la función del Siervo sufriente de la profecía mesiánica de Isaías. Desde ese momento en adelante, el viaje comienza hacia una colina llamada Gólgota para que el Hijo llegue a ser el Salvador del mundo.

Pregunta para dialogar:

De los cuatro Evangelios, sólo Lucas registra que Jesús oró en ocasión de su bautismo (Luc. 3:21). ¿Acerca de qué crees que él oró? Cita otros ejemplos del lugar de la oración en la vida de Jesús, y el impacto que estos interludios de oración tuvieron sobre su ministerio.

III. Caminar una vida victoriosa

(Repasa, con tu clase, Luc. 4:1-14.)

¿Cómo ser victoriosos sobre Satanás, y cumplir la misión que nos dio Dios? ¿Cómo establecer el reino de Dios aquí en el territorio usurpado por el enemigo? Entre la consagración al servicio en su bautismo, y la conclusión de la misión en la cruz, la inspiración registra muchas tentaciones y ataques contra la Persona y la misión de Jesús. Pero siempre Cristo era consciente de que el Diablo no podría encontrar en él nada para frustrar su misión: “El príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí” (Juan 14:30).

El secreto de la vida victoriosa de Jesús también puede ser nuestra arma contra el enemigo (Efe. 6:17). Él, el dador de la Palabra, vivió por la Palabra. También podemos hacerlo nosotros. Una dependencia absoluta y una confianza concentrada en Dios constituyen una vida que no puede ser sacudida por la pobreza de pan, el ansia de poder, o la nefasta incredulidad que golpea al alma.

Pregunta para dialogar:

La tentación en sí misma no es pecado. En el sentido bíblico, la tentación tiene el potencial de afirmar la posibilidad de la santidad. Ser tentado es una cosa; caer en pecado es otra. ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué sí, o por qué no?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: El bautismo es una señal externa de un cambio interior. Es una puerta a una vida nueva. Haber entrado por esa puerta no garantiza que estemos seguros para siempre. La vida cristiana es una batalla constante y una vigilia permanente. ¿De qué modo esta lección refuerza esta verdad?

Pregunta para reflexionar:

En la narración de las tentaciones, tanto Satanás como Cristo citan las Escrituras. ¿Cuál es la diferencia entre el uso de la Escritura de cada uno de ellos?

Actividad de aplicación:

Comparte con tu clase alguna experiencia personal de cómo las Escrituras te ayudaron en momentos en que fuiste probado.

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Satanás usó tentaciones para desviar a Jesús de su misión, para arrojar dudas sobre el camino ungido por Dios para la redención, y para molestar a Jesús con los dolores de la soledad. Satanás repitió la tentación de una manera diferente en el Getsemaní con el mismo propósito.

Para repasar:

  1. Compara las tentaciones que Jesús soportó en el desierto y en el Getsemaní. ¿En qué sentido fueron diferentes, y cómo venció Jesús en cada situación?
  2. Permanecer en la Palabra de Dios y mantener una estrecha relación con Dios en la oración, son maneras de vencer la tentación. Cita algunos ejemplos de la Biblia en las que las personas vencieron la tentación mediante la oración. ¿Cómo la oración te permitió vencer también? Comparte tu experiencia con la clase.
  3. Si Satanás fuera a tentarte en tres áreas, ¿cuáles serían ellas? ¿Dónde te encontrarías más vulnerable? ¿Qué provisiones hizo Dios para librarte en estas tres áreas?
escuela sabatica maestros
Radio Adventista
2 comments… add one
  • Satanas ha usado siempre y seguira usando las mismas tentacines que uso con Jesus todo el tiempo aun desde el principio. Al igual que en la primera tentacion Satanas gana terreno en las personas al vencerlas en el mal uso del apetito; ya sea con alimentos daninos, inmundos o gustos exagerados que producen obesidad. Al igual que la segunda tentacion de Jesus, Satanas trata de que dediquemos mas tiempo en cosas que son de segunda o tercera categoria para que asi llegen a ser nuestros idolos modernos. Estas cosas pueden ser cosas buenas como la casa, el trabajo o aun cosas no tan buenas como las poseciones. Finalmente, podemos comparar la tentacion de la presuncion con las ideas que satanas nos pone en la mente de que podemos ser superiores a otras personas por lo que hacemos. Esto cuando nos creemos mejores que los otros o cuando demostramos habilidades superiores o mas aun retando el peligro en deportes extremos creyendonos que podemos ser protegidos por Dios al desafiar las leyes naturales y aun las leyes espirituales asi como lo creian los lideres espirituales del tiempo de Jesus.

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  • Dios bendiga tu ministerio Adolfo!!!! Es una gran ayuda tu contribucion al poner a nuestra disposicion estas herramientas de estudio. Muchisimas gracias por tu esfuerzo desinteresado. Dios bendiga tu Familia. Con aprecio tu hermano en Cristo.

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