Lección 2 Edicion Estudiante: “Daniel y el tiempo del fin” Para el 14 de abril de 2018

Segundo trimestre (abril-junio) de 2018

“Daniel y el tiempo del fin”

Lección 2: – Para el 14 de abril de 2018

Sábado 7 de abril

Lee Para el Estudio de esta Semana: Lucas 16:10; Daniel 1, 2; 3:1-6; Apocalipsis 13:11-15; Daniel 3:13-18; Juan 3:7; Daniel 4; 6.

Para Memorizar: “El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio” (Dan. 2:47).

El Señor tenía grandes planes para el antiguo Israel. “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa” (Éxo. 19:6). Esta nación santa, este reino de sacerdotes, debía dar testimonio al mundo de que Jehová era el único Dios (ver Isa. 43:10, 12).

Lamentablemente, la nación no cumplió con la santa vocación que Dios le había dado. Con el tiempo, incluso fue llevada cautiva a Babilonia.

Curiosamente, a pesar del desastre del cautiverio, Dios todavía pudo utilizar a judíos individuales para dar testimonio. En otras palabras, de algún modo, Dios lograría a través de Daniel y sus tres compañeros cautivos lo que no logró por medio de Israel y de Judá. En cierto sentido, estos hombres eran ejemplos de lo que Israel, como nación, debió haber sido y debió haber hecho.

Sí, sus historias se desarrollaron en un tiempo y lugar muy lejanos a los últimos días. Sin embargo, todavía podemos encontrar rasgos y características en estos hombres que pueden servir de modelo para nosotros, un pueblo que no solo vive en el tiempo del fin, sino también está llamado a dar testimonio de Dios ante un mundo que, al igual que los paganos en la corte babilónica, no lo conoce. ¿Qué podemos aprender de sus historias?

 

Domingo 8 de abril:

Fieles en lo muy poco

“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Luc. 16:10).

Observa las palabras de Jesús aquí. Es tan fácil transigir, ¿verdad?, ser “injusto” “en lo muy poco”. El problema no es tanto si “lo muy poco” es importante en sí; no es así. Por eso es “lo muy poco”. Como la mayoría de nosotros sabe por experiencia personal o por ejemplos de otros (o ambos), el problema es que la primera concesión conduce a otra, y luego a otra, y luego a otra, hasta que nos volvemos “injusto[s]” “también en lo más”.

Con este pensamiento en mente, retomamos la historia en Daniel 1, el primer relato de las experiencias de estos cuatro judíos en el cautiverio de Babilonia.

Lee Daniel 1. ¿De qué manera la postura asumida por Daniel, Ananías, Misael y Azarías reflejaba lo que el antiguo Israel debía ser para las naciones? (Ver, además, Deut. 4:6-8; Zac. 8:23.)

Aunque el texto no relaciona directamente lo que comían con ser “diez veces mejores” en “todo asunto de sabiduría e inteligencia” que todos los demás (Dan 1:20), la relación es clara allí. El capítulo también dice que Dios les dio este conocimiento y esta sabiduría. Es decir, el Señor pudo trabajar con ellos debido a su fidelidad hacia él, manifestada al negarse a comer los alimentos inmundos de Babilonia. Ellos obedecieron y Dios bendijo su obediencia. ¿Acaso Dios no habría hecho algo así por el antiguo Israel en su conjunto si este se hubiese adherido a la enseñanza de la Biblia en forma tan diligente y fiel como lo hicieron estos cuatro jóvenes? Por supuesto que sí. Y ¿no hará esto también por nosotros hoy, en los últimos días, si somos fieles?

Puesto que recibimos tanta luz y verdad, como iglesia tenemos que preguntarnos: ¿Hemos sido fieles y obedientes a lo que recibimos? Al mismo tiempo, ¿de qué modo podemos, individualmente, asumir posturas que nos permitan ser poderosos testigos de Dios?

 

Lunes 9 de abril:

La humildad de Daniel

En todo el mundo, y durante miles de años, Daniel 2 ha ayudado a una enorme cantidad de personas a creer en el Dios de la Biblia. Proporciona una evidencia poderosamente racional, no solo para la existencia de Dios sino para su presciencia. De hecho, la revelación que brinda el capítulo sobre la presciencia de Dios es la que da evidencias de la existencia de Dios.

Lee Daniel 2. ¿Cómo es que el capítulo proporciona pruebas tan convincentes de la realidad de Dios? También analiza la Europa actual a la luz de la descripción del libro (Dan. 2:40-43). ¿De qué forma podría un hombre que vivió hace unos 2.600 años haber descrito tan exactamente esa situación, si no por revelación divina?

Daniel, abierta y descaradamente, le dio todo el crédito a Dios por la revelación que recibió. ¡Qué fácil hubiese sido jactarse de su reconocida sabiduría y conocimiento como la fuente de su habilidad, no solo para saber el sueño del rey, sino para interpretarlo! Pero Daniel sabía que eso no era cierto. Las oraciones suyas y de sus compañeros (Dan. 2:17-23) demostraban su total dependencia de Dios; de lo contrario, habrían muerto con el resto de los sabios.

Posteriormente, Daniel le recordó al rey que ninguno de sus sabios, encantadores o magos profesionales demostró capacidad para relatarle el sueño. El Dios del cielo, por el contrario, puede revelar misterios porque es el único Dios verdadero.

De este modo, en su humildad y dependencia de Dios, Daniel pudo ser un testigo poderoso. Si Daniel, en aquel entonces y en esa situación, mostró humildad, ¿cuánto más nosotros debemos ser humildes hoy? Al fin y al cabo, tenemos una revelación del plan de salvación que Daniel no tenía; y si hay algo que debiera mantenernos humildes, es el conocimiento de lo que Jesús hizo en la cruz por todos nosotros.

¿Qué debería enseñarnos la cruz sobre la humildad? ¿Qué nos dice, no solo acerca de nuestra propia pecaminosidad, sino también sobre nuestra total dependencia de Dios para la salvación? Piensa en dónde estarías sin la cruz. Entonces, ¿hay algo de lo cual puedas, aparte de la cruz? Ver Gál. 6:14 (NVI).

 

Martes 10 de abril:

La estatua de oro

Por mucho tiempo, los estudiantes de la Biblia han notado el vínculo entre Daniel 3, la historia de los tres hebreos en la llanura de Dura, y Apocalipsis 13, que es una representación de la persecución que el pueblo de Dios ha enfrentado en el pasado y que enfrentará en los últimos días.

Compara Daniel 3:1 al 6 con Apocalipsis 13:11 al 15. ¿Qué paralelismos hay entre estos dos pasajes?

En ambos casos, el tema de la adoración es esencial, pero ambos hablan de un culto que es forzado. Es decir, los poderes políticos a cargo demandan la adoración que solo le debemos al Señor.

Lee Daniel 3:13 al 18. ¿Qué podemos aprender de la historia, que ayude a comprender no solo lo que afrontaremos en los últimos días, sino también cómo debemos enfrentar lo que sucederá?

Como el líder más poderoso de la tierra, Nabucodonosor se burló de estos hombres y de su Dios, diciendo: “¿Y qué dios será aquel que os libre de mis manos?” En seguida descubriría por sí mismo quién era ese Dios, porque más adelante declaró: “Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios” (Dan. 3:28). Indudablemente, después de presenciar un milagro así, el rey se convenció de que había algo especial en el Dios al que servían estos hombres.

Sin embargo, estos jóvenes podrían no haber sido liberados de las llamas, algo que comprendían que era una clara posibilidad (Dan. 3:18). ¿Por qué igual habría sido correcto que desobedecieran el mandato del rey, incluso cuando eso implicaba ser quemados vivos? Esta historia presenta un poderoso testimonio de su fe y su voluntad por defender lo que creían, más allá de las consecuencias.

Cuando surja el tema de la adoración en los últimos días, ¿de qué modo podremos estar seguros de que permaneceremos tan fieles como ellos? Si no somos fieles ahora en lo “muy poco”, ¿qué nos hace pensar que seremos fieles en algo tan grande como la crisis final?

 

Miércoles 11 de abril:

La conversión de los gentiles

Daniel 3 concluye cuando Nabucodonosor reconoce la existencia y el poder del verdadero Dios. Sin embargo, tener conocimiento de Dios y de su poder no es lo mismo que pasar por la experiencia del nuevo nacimiento que Jesús dijo que era esencial para la salvación (ver Juan 3:7). En efecto, el hombre representado en Daniel 4:30 distaba mucho de ser un alma convertida.

Lee Daniel 4:30. ¿Cuál era el problema de este hombre? (Ver, además, Juan 15:5: Hech. 17:28; Dan. 5:23).

Al final del capítulo, Nabucodonosor aprendió, aunque por las malas, que todo verdadero poder proviene de Dios y que, sin Dios, él no es absolutamente nada.

“El que fuera una vez un orgulloso monarca había llegado a ser un humilde hijo de Dios; el gobernante tiránico e intolerante era un rey sabio y compasivo. El que había desafiado al Dios del cielo y blasfemado contra él reconocía ahora el poder del Altísimo, y procuraba fervorosamente promover el temor de Jehová y la felicidad de sus súbditos. Bajo la reprensión de aquel que es Rey de reyes y Señor de señores, Nabucodonosor había aprendido por fin la lección que necesitan aprender todos los gobernantes: que la verdadera grandeza consiste en ser verdaderamente buenos. Reconoció a Jehová como el Dios viviente, diciendo: ‘Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia’ ” (PR 382).

Lee Daniel 4:35. ¿Qué verdades acerca de Dios expresó Nabucodonosor también?

Daniel 4 termina con un gentil que reconoce la autoridad, el dominio y el poder del Dios “hebreo”. En cierto sentido, esta escena es precursora de lo que sucedió en la iglesia primitiva cuando, a través del testimonio de los judíos y por el poder de Dios, los gentiles conocieron la verdad sobre el Señor y comenzaron a proclamar esa verdad al mundo.

Lee Juan 3:7. Aunque pensamos en los acontecimientos de los últimos días en términos del decreto de muerte, la adoración y la persecución, ¿qué dice Jesús aquí que, por sobre todo lo demás, prepara a la gente para el tiempo del fin?

 

Jueves 12 de abril:

La fidelidad de Daniel

Lee Daniel 6 y luego responde las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué revela Daniel 6:4 y 5 sobre el carácter de Daniel? ¿Qué lecciones podemos extraer de estos versículos acerca del modo en que debieran vernos los demás?
  2. ¿Qué paralelismos podemos encontrar en este capítulo que lo vinculan con los acontecimientos finales descriptos en el libro de Apocalipsis? (Ver Apoc. 13:4, 8, 11-17.)
  3. Ponte en el lugar de Daniel en esta situación. ¿Qué justificación o argumento podría haber usado para no orar? Es decir, ¿cómo podría haber justificado no hacer lo que hizo, y, por lo tanto, ahorrarse la prueba de ser arrojado en el foso de los leones?
  4. ¿Por qué crees que Daniel siguió orando como siempre, aunque no necesariamente tuviese que hacerlo?
  5. ¿Qué dijo el rey Darío (Dan. 6:16), incluso antes de que Daniel fuera lanzado en el foso de los leones, que demuestra que conocía algo del poder del Dios de Daniel? ¿Qué evidencian sus palabras respecto del testimonio que recibió del propio Daniel, sobre el Dios al que este adoraba y servía?

 

Viernes 13 de abril

Para Estudiar y Meditar:

“A medida que nos acercamos al término de la historia de este mundo, las profecías registradas por Daniel exigen nuestra atención especial, puesto que se relacionan con el tiempo mismo en que estamos viviendo. Con ellas deben vincularse las enseñanzas del último libro del Nuevo Testamento. Satanás ha inducido a muchos a creer que las porciones proféticas de los escritos de Daniel y de Juan el Revelador no pueden comprenderse. Pero se ha prometido claramente que una bendición especial acompañará el estudio de esas profecías. ‘Los entendidos comprenderán’ (Dan. 12:10), fue dicho acerca de las visiones de Daniel, cuyo sello iba a ser quitado en los últimos días; y acerca de la revelación que Cristo dio a su siervo Juan, para guiar al pueblo de Dios a través de los siglos, se prometió: ‘Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas’ (Apoc. 1:3)” (PR 402).

Aunque tendemos a mirar el libro de Daniel en el contexto del surgimiento y la caída de las naciones, del juicio (Dan. 7:22, 26; 8:14), y de la liberación final del pueblo de Dios en el tiempo de angustia (Dan. 12:1), esta semana vimos que el libro de Daniel también puede darnos ejemplos de lo que significa para nosotros individualmente estar preparados para cuando lleguen las pruebas y la persecución. En este sentido, estas historias nos presentan mensajes sumamente importantes para los últimos días. A fin de cuentas, por más útil que sea conocimiento sobre la “marca de la bestia”, el “tiempo de angustia” y la persecución futura, si no hemos tenido la clase de experiencia necesaria con Dios, todo lo que sabemos solamente nos condenará. Más que nada, necesitamos la experiencia del nuevo nacimiento que tuvieron Daniel y los demás, incluyendo Nabucodonosor.

Preguntas para Dialogar:

  1. Lee la oración de Daniel en el capítulo 9:3 al 19. ¿De qué forma esta oración demuestra que Daniel entendía la gracia, y que Dios nos ama y nos redime porque es misericordioso, y no por algún mérito o bondad de nuestra parte? ¿Por qué no solo es importante que entendamos esta verdad, sino también que la experimentemos?
  2. En clase, analicen los desafíos que enfrentaron los tres hebreos (Dan. 3) y Daniel (Dan. 6), para mantenerse firmes cuando las autoridades políticas desafiaron sus prácticas religiosas. ¿Qué similitudes encuentras entre las dos narraciones? ¿Cuáles son las diferencias? Y ¿qué aprendemos de ambos relatos sobre cómo ser testigos poderosos siendo fieles?
  3. ¿Qué significa “nacer de nuevo”? ¿Por qué Jesús dijo: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7)?
Radio Adventista
2 comments… add one
  • La Lección esta muy linda, gracias por su aporte y reciban muchas bendiciones.
    les saludo de Perú, Cajamarca, Jaén.

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  • Linda leccion, gracias por el apoyo, muchas bendiciones.

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