Lección 12 Edición Maestros – EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – SEGUNDA PARTE – Para 17 de Junio

EL SABADO ENSENARE…

RESENA

La Biblia es un todo cohesivo. El tema del Gran Conflicto recorre sus páginas de punta a cabo como un hilo rojo que entreteje sus narraciones y verdades sagradas. El ministerio de Cristo, su sacrificio expiatorio, su ministerio sumosa-cerdotal y su regreso son temas que resuenan en medio de sus páginas. El Gran Conflicto llega a su punto culminante en el libro de Apocalipsis. La lección de esta semana, titulada “El sello de Dios y la marca de la bestia (segunda parte)”, sigue identificando al poder de la bestia que sube del mar, describe los acontecimientos finales de la Tierra y comparte principios prácticos que nos ayudarán a prepararnos para la venida de Jesús.

Uno de los principios importantes para comprender las profecías de tiempo de la Biblia es el principio de día/año. En síntesis, en las profecías de tiempo de Daniel y de Apocalipsis, un día profético equivale a un año literal. Volveremos a revisar el respaldo bíblico e histórico para este principio en el estudio de esi^ semana. Otro principio importante de la interpretación profética es el vínculo entre las profecías de Daniel y las de Apocalipsis.

El poder del cuerno pequeño de Daniel 7, el “hombre de pecado” de 2 Tesa-lonicenses 2 y la bestia que sube del mar de Apocalipsis 13 representan el mismo poder opresor que persiguió al pueblo de Dios durante la Edad Media: el Papado. En el estudio de esta semana, veremos cómo la bestia del mar, de Apocalipsis 13, también se opone a la iglesia de Dios de los últimos días, que “guarda los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”, y la oprime (Apoc. 14:12).

COMENTARIO

Apocalipsis 12 explica que Satanás perseguiría a la iglesia de Dios durante la Edad Media. Según Apocalipsis 12, los fieles seguidores de Cristo huirían al desierto durante 1.260 días (Apoc. 12:6). Como leemos en Apocalipsis 12:14: “A la mujer le fueron dadas dos alas de una gran águila, para que volara de la presencia de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo” (Apoc. 12:14). Daniel 7:25 explica que el cuerno pequeño, o el poder estatal de la Iglesia Católica Romana, “tratará de cambiar los tiempos y la ley. Y [los santos, o creyentes] serán entregados en su mano por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo”. Según Apocalipsis 13:5, se permitiría que el poder estatal de la Iglesia Católica Romana “obrar[á] durante cuarenta y dos meses”. Estos tres períodos (1.260 días; un tiempo, dos tiempos y medio tiempo; y 42 meses) describen el mismo tiempo y aparecen siete veces en los libros de Daniel y Apocalipsis.

En un artículo publicado por el Instituto de Investigación Bíblica, Gerhard Pfandl hace esta observación: “Hasta el siglo XIX, la mayoría de los estudiosos de los libros apocalípticos de Daniel y Apocalipsis utilizaron el método histori-cista para interpretar las profecías de estos libros. Uno de los principales pilares del método historicista es el principio día-año, que sostiene que un día en las

profecías de tiempo apocalíptico representa un año. Durante el siglo XIX, el método historicista fue reemplazado lentamente por los sistemas de interpretación preterista y futurista; ambos niegan el principio de día por año. Los preteristas colocan la mayoría de las profecías en el pasado hasta la época del Imperio Romano; los futuristas colocan la mayoría de ellas en el futuro, específicamente en los últimos siete años entre el rapto secreto y el Segundo Advenimiento” (Pfandl, “In Oefense of the Year-day Principie”Journal of the Adventist Theological Society 23, N° 1 [2012], p. 3). Es lógico concluir que, dada la naturaleza simbólica de las imágenes de Daniel 7,8,9 y 12, junto con las imágenes de Apocalipsis 12 y 13, los períodos de estos capítulos también son simbólicos. Cuando aplicamos el principio de día por año en cada uno de estos casos, los eventos predichos aparecen exactamente a tiempo.

El artículo de Pfandl que se cita anteriormente también hace este comentario revelador: “Según el contexto, las expresiones ‘un tiempo, dos tiempos y medio tiempo’ (Dan. 7:25; 12:7; Apoc. 12:14), ‘cuarenta y dos meses’ (Apoc. 11:2; 13:5),y ‘mil doscientos sesenta días’ (Apoc. 11:3; 12:6), todas se aplican al mismo período, pero la expresión natural ‘tres años y seis meses’ no se utiliza ni una sola vez. ‘Al parecer, el Espíritu Santo, en cierto modo, agota todas las frases con las que se podría expresar el intervalo, excluyendo siempre aquella forma que se usaría naturalmente en la escritura común, y que se utiliza invariablemente en las Escrituras en otras ocasiones para denotar el período literal. Esta variación es sumamente importante si aceptamos el sistema día-año, pero totalmente inexplicable desde el otro punto de vista’ [Thomas R. Birks, First Elements ofSacred Prophecy (Londres: William E. Painter, 1843), p. 352]” (Pfandl, “In Defense of the Year-day Principie” Journal of the Adventist Theological Society 23, N° 1 [2012], p. 8).

Los 1.260 días proféticos (un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, de Daniel y Apocalipsis) equivalen a 1.260 años. Acerca de este período profético, el Comentario bíblico adventista del séptimo día afirma: “El período profético del cuerno pequeño comenzó en 538 d.C., cuando los ostrogodos abandonaron el asedio a Roma, y el obispo de Roma, liberado del dominio arriano, quedó libre para ejercer las prerrogativas del decreto de Justiniano del año 533, y aumentar de allí en adelante la autoridad de la ‘Santa Sede’ (ver com. vers. 8). Exactamente 1.260 años más tarde (1798), las espectaculares victorias de los ejércitos de Napoleón en Italia pusieron al papa a merced del Gobierno revolucionario francés, quien informó a Bonaparte que la religión romana sería siempre la enemiga irreconciliable de la República, y que ‘hay una cosa aún más esencial para alcanzar el fin deseado, y eso es destruir, de ser posible, el centro de unidad de la iglesia romana, y depende de Ud., que reúne en su persona las más distinguidas cualidades del general y del hábil político, alcanzar esa meta si lo considera factible’ (ibídp. 158). En respuesta a esas instrucciones y por orden de Napoleón, el general Berthier entró en Roma con un ejército francés, proclamó que el régimen político del Papado había concluido y llevó al papa prisionero a Francia, donde murió en el exilio” (CBA 4:860).

profecías de tiempo apocalíptico representa un año. Durante el siglo XIX, el método historicista fue reemplazado lentamente por los sistemas de interpretación preterista y futurista; ambos niegan el principio de día por año. Los preteristas colocan la mayoría de las profecías en el pasado hasta la época del Imperio Romano; los futuristas colocan la mayoría de ellas en el futuro, específicamente en los últimos siete años entre el rapto secreto y el Segundo Advenimiento” (Pfandl, “In Defense of the Year-day Principie”Journal of the Adventist Theological Society 23, N° 1 [2012], p. 3). Es lógico concluir que, dada la naturaleza simbólica de las imágenes de Daniel 7, 8, 9 y 12, junto con las imágenes de Apocalipsis 12 y 13, los períodos de estos capítulos también son simbólicos. Cuando aplicamos el principio de día por año en cada uno de estos casos, los eventos predichos aparecen exactamente a tiempo.

El artículo de Pfandl que se cita anteriormente también hace este comentario revelador: “Según el contexto, las expresiones ‘un tiempo, dos tiempos y medio tiempo’ (Dan. 7:25; 12:7; Apoc. 12:14), ‘cuarenta y dos meses’ (Apoc. 11:2; 13:5), y ‘mil doscientos sesenta días’ (Apoc. 11:3; 12:6), todas se aplican al mismo período, pero la expresión natural ‘tres años y seis meses’ no se utiliza ni una sola vez. ‘Al parecer, el Espíritu Santo, en cierto modo, agota todas las frases con las que se podría expresar el intervalo, excluyendo siempre aquella forma que se usaría naturalmente en la escritura común, y que se utiliza invariablemente en las Escrituras en otras ocasiones para denotar el período literal. Esta variación es sumamente importante si aceptamos el sistema día-año, pero totalmente inexplicable desde el otro punto de vista’ [Thomas R. Birks, First Elements ofSacred Prophecy (Londres: William E. Painter, 1843), p. 352]” (Pfandl, “In Defense of the Year-day Principie”, –Journal ofthe Adventist Theological Society 23, N° 1 [2012], p. 8).

Los 1.260 días proféticos (un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, de Daniel y Apocalipsis) equivalen a 1.260 años. Acerca de este período profético, el Comentario bíblico adventista del séptimo día afirma: “El período profético del cuerno pequeño comenzó en 538 d.C., cuando los ostrogodos abandonaron el asedio a Roma, y el obispo de Roma, liberado del dominio arriano, quedó libre para ejercer las prerrogativas del decreto de Justiniano del año 533, y aumentar de allí en adelante la autoridad de la ‘Santa Sede’ (ver com. vers. 8). Exactamente 1.260 años más tarde (1798), las espectaculares victorias de los ejércitos de Napoleón en Italia pusieron al papa a merced del Gobierno revolucionario francés, quien informó a Bonaparte que la religión romana sería siempre la enemiga irreconciliable de la República, y que ‘hay una cosa aún más esencial para alcanzar el fin deseado, y eso es destruir, de ser posible, el centro de unidad de la iglesia romana, y depende de Ud., que reúne en su persona las más distinguidas cualidades del general y del hábil político, alcanzar esa meta si lo considera factible’ (ibíd., p. 158). En respuesta a esas instrucciones y por orden de Napoleón, el general Berthier entró en Roma con un ejército francés, proclamó que el régimen político del Papado había concluido y llevó al papa prisionero a Francia, donde murió en el exilio” (CBA 4:860).

Las profecías del Apocalipsis predicen que la herida mortal que los ejércitos de Napoleón infligieron al Papado se sanana y el Papado alcanzaría preeminencia internacional (Apoc. 13:3). Este ascenso marcaría el comienzo del conflicto final entre la marca de la bestia y el sello de Dios. Para entender más plenamente la naturaleza de este conflicto, primeramente debemos descifrar el significado del sello de Dios. ¿De qué se trata exactamente este sello?

Según Romanos 4:11, una señal y un sello son equivalentes. Los sellos eran muy conocidos en el mundo antiguo. Se utilizaban para autenticar documentos. También eran una señal de propiedad. Los sellos a menudo estaban hechos de cera o se estampaban en arcilla recién formada. De todos los Mandamientos, el del sábado es el único que reúne los requisitos para el sello de Dios. Contiene el nombre, el título y el dominio del legislador. Como observa P. Gerard Damsteegt: “Por ende, el mandamiento del sábado puede considerarse un sello porque ‘es el único de los Diez que contiene tanto el nombre como el título del Legislador. Es el único que muestra por autoridad de quién se dio la Ley. Así, contiene el sello de Dios, adherido a su Ley como prueba de su autenticidad y vigencia’ (PP 315). El sábado ayuda a darles a los Diez Mandamientos su importancia única. ‘El sábado fue puesto en el Decálogo como el sello del Dios viviente, ya que señala al Dador de la Ley y da a conocer su derecho a gobernar’. Por lo tanto, el sábado es la señal de una relación entre Dios y su pueblo, y sirve como ‘una prueba de su lealtad a él’ [S/gns o/the Times, 13 de mayo de 1886]. La misión de los adventistas del séptimo día se puede describir como ‘presentar la Ley de Dios como una prueba de carácter y como el sello del Dios viviente’ (27468)” (Damsteegt, “The Se.al of God”, Adventists Afflrm, t. 8, N° 3, fin de año 1994, pp. 37, 38).

El sello de Dios, que se manifiesta al guardar el sábado, es una señal de aceptación de la autoridad de Dios en nuestra vida. Como lo afirma Elena de White tan enérgicamente: “Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en su frente -no se trata de un sello o marca que se pueda ver, sino un afianzamiento en la verdad, tanto intelectual como espiritualmente, de modo que los sellados son inconmovibles-, tan pronto como sea sellado y preparado para el zarandeo, este vendrá” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 4:1.183). Si el Espíritu Santo nos sella, estamos preparados para la crisis que se avecina. Hacemos bien en prestar atención a la amonestación del apóstol Pablo: “Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual ustedes fueron sellados para el día de la redención” (Efe. 4:30).

APLICACIÓN A LA VIDA

Para reflexionar: A pesar de lo diametralmente opuesto que es el sello de Dios a la marca de la bestia, estos tienen una cosa en común: ninguno de los dos se asigna al instante. La recepción del sello de Dios se lleva a cabo durante un período en el que nuestra mente se conforma diariamente a la imagen de Cristo. Elena de White señala: “Es una ley de la naturaleza intelectual y de la espiritual que llegamos a ser transformados por medio de la contemplación. La mente se adapta gradualmente a los temas en que se ocupa” (CS 611, énfasis añadido).

Al contemplar a Jesús y saturar nuestra mente con las enseñanzas de su Palabra, nos asemejamos más a él. Se necesita tiempo para que el carácter se desarrolle. Las relaciones significativas y duraderas se desarrollan con el tiempo y requieren tiempo. Cuando meditamos sobre la vida de Cristo, el Espíritu Santo obra en nuestra vida para “sellar” dentro de nosotros los principios del Reino de Dios en preparación para la prueba final sobre el mandamiento del sábado.

Así como el sello de Dios no se recibe en un instante, la marca de la bestia tampoco. Las transigencias diarias, los pecados acariciados, los ídolos ocultos que retenemos en el corazón, las actitudes no cristianas que fomentamos, todo conduce a la recepción de la marca de la bestia. Si no resistimos las pruebas de hoy, sin duda caeremos en las pruebas mayores de mañana cuando se imponga la marca de la bestia. Como solía decir el viejo predicador adventista Luther Warren: “La única forma de estar listo para la venida de Jesús es estar listo y permanecer listo”.

Pide a los miembros de la clase que reflexionen sobre la declaración de Luther Warren. Anímalos a orar esta semana para que Dios les revele todo lo que sea un impedimento para prepararse para la Segunda Venida.

IA Para Docentes
0 comments… add one

Leave a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.