Lección 12 Edicion Alumno: “¿Qué han visto en tu casa?” Para el 22 de junio de 2019

Segundo trimestre (abril-junio) de 2019

“¿Qué han visto en tu casa?”

Lección 12: – Para el 22 de junio de 2019

 

Sábado 15 de junio

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 38; 39; 1 Corintios 7:12-15; 1 Pedro 3:1, 2; Hebreos 6:12; 13:7; 3 Juan 11; Isaías 58:6, 7, 10, 12.

Para Memorizar: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9).

Tal vez hayamos llegado a una etapa en que, gracias al Señor, nos está yendo bien en la vida, al menos por ahora: la familia está bien, el trabajo está bien; la salud y las finanzas, también. ¿O quizá no? Tal vez tu hogar, por el momento, esté sufriendo, convulsionado. Sea como fuere, cuando alguien llega de visita a tu casa, como los emisarios de Babilonia que visitaron al rey Ezequías, ¿qué respuesta recibiría a la pregunta que el profeta Isaías hizo al rey después: “¿Qué han visto en tu casa?” (Isa. 39:4)?

¿Qué ha visto la gente en tu casa? ¿Qué han visto los ángeles celestiales?

¿Qué tipo de espíritu impregna nuestros hogares? ¿Se puede “oler” el perfume de la oración? ¿Hay bondad, generosidad y amor o tensión, enojo, resentimiento, amargura y discordia? Alguien que llegue allí, ¿se irá pensando que Jesús está en esa casa?

Estas son preguntas importantes que todos debemos hacernos sobre la clase de hogar que hemos formado. Esta semana veremos algunos de los aspectos que pueden conducir a una vida familiar maravillosa, a pesar de las inevitables tensiones y dificultades que enfrentan los hogares en la actualidad.

 

Domingo 16 de junio:

Aprendamos del error de un rey

Lee el relato de la curación de Ezequías y la visita de los embajadores de Babilonia: 2 Crónicas 32:25, 31; Isaías 38, 39.

Las Escrituras destacan que los mensajeros estaban interesados en la recuperación milagrosa del rey Ezequías. Sin embargo, Ezequías parece haber guardado silencio acerca de su experiencia de curación. No enfatizó las cosas que hubiesen abierto el corazón de estos embajadores curiosos al conocimiento del Dios verdadero. El contraste entre su gratitud por haber sido sanado en el capítulo 38 y su silencio al respecto en el capítulo 39 es sorprendente.

“Dios lo dejó, para probarle”. Esta visita de Estado fue una ocasión muy significativa; sin embargo, no se registra que Ezequías haya orado especialmente pidiendo orientación especial al respecto, ni que haya buscado asesorarse con los profetas o los sacerdotes. Dios tampoco intervino. A solas, lejos de la vista del público, sin consultar con los consejeros espirituales, aparentemente Ezequías permitió que la obra de Dios en su vida y en la vida de su nación se desvaneciera de su mente. La intención del historiador en 2 Crónicas 32:31 quizás haya sido mostrar con cuánta facilidad se puede dar por sentada la bendición de Dios, y cuán propensos son los receptores de su misericordia a ser autosuficientes.

A continuación tenemos algunas lecciones sobre la fidelidad en la vida familiar que pueden extraerse de la experiencia de Ezequías. ¿Qué otras se te ocurren?

Cada visita al hogar de un cristiano es una oportunidad para que la gente se encuentre con seguidores de Cristo.

Es poco probable que las visitas entablen una conversación sobre cosas espirituales. Los cristianos deben buscar formas respetuosas y apropiadas a la ocasión para compartir las buenas nuevas.

Los cristianos no son llamados a mostrar su prosperidad ni sus logros materiales, por más que reconozcan que son bendiciones provenientes de Dios. Son llamados a “que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9, NVI); o, usando la experiencia de Ezequías como símbolo, para declarar que estaban muriendo, pero Cristo los sanó; estaban muertos en pecado, y Cristo los resucitó y los sentó en lugares celestiales (Efe. 2:4-6).

¿De qué modo puedes usar tu hogar para dar testimonio a los demás? ¿Cómo podrías compartir tu fe en Cristo de manera más directa con los que visitan tu hogar?

 

Lunes 17 de junio:

Lo primero es la familia

Los primeros destinatarios más naturales de nuestros esfuerzos para compartir el evangelio son los que viven en nuestro hogar. No hay un campo misionero más importante que este.

¿Qué conclusiones se pueden extraer de Juan 1:40 al 42 acerca de compartir la fe en casa? Ver además Deuteronomio 6:6 y 7; Rut 1:14 al 18.

Un informe entusiasta. Andrés hizo más que meramente informar; hizo planes para que su hermano, Simón, se encontrara con Jesús. Un informe entusiasta acerca de Jesús y una presentación personal de él: ¡qué fórmula más sencilla para compartir el evangelio con familiares en nuestro hogar! Después de presentarlos, Andrés dio un paso atrás. A partir de entonces, Jesús y Pedro tuvieron una relación propia.

Ayudar a los niños a tener un lugar de fe. En el hogar, a menudo se nos puede pasar por alto que los niños también son destinatarios de nuestros esfuerzos para compartir el evangelio. Los padres asumen erróneamente que los hijos, simplemente, absorberán la espiritualidad familiar. Esto no debe darse por sentado. Si bien los niños y los jóvenes aprenden de los modelos que observan, también es cierto que estos miembros más jóvenes de la familia del Señor necesitan atención individual y la oportunidad de ser llevados a Jesús personalmente. Deuteronomio 6 insiste en este aspecto: se debe prestar atención a la forma más eficaz de educación religiosa. Deben incentivarse los hábitos espirituales regulares de adoración personal y familiar en el hogar. Hay que dedicar tiempo y esfuerzos fervientes en favor de los niños y los jóvenes.

¿Qué podemos aprender de los esfuerzos de evangelización de Noemí? Rut 1:8-22.

Rut vio a Noemí también en sus peores momentos: cuando intentó apartar a su nuera y cuando, enojada y deprimida, arremetió contra Dios al recordar sus pérdidas (Rut 1:15, 20, 21). No se puede presentar un testimonio más elocuente que el de Rut para mostrar que los jóvenes pueden conocer a un Dios perfecto y comprometerse con él, aun cuando se lo presente como un padre imperfecto.

¿De qué manera el concepto del hogar como campo misionero más importante afecta tu actitud hacia quienes viven contigo? Preparen juntos como familia una lista de esfuerzos específicos que tu familia puede hacer para conducir a sus familiares inconversos a Cristo.

 

Martes 18 de junio:

La paz que triunfa

¿Qué consejos tiene el Nuevo Testamento para los matrimonios divididos por la religión? 1 Corintios 7:12-15; 1 Pedro 3:1, 2.

La bendición de ser un cónyuge cristiano. En 1 Corintios, Pablo  responde  a las preocupaciones de los conversos sobre si el estar casados con un cónyuge incrédulo podría ofender a Dios o contaminarlos a ellos y a sus hijos. No es así, dice Pablo. El estado sagrado del matrimonio y sus intimidades deben continuar después de la conversión de uno de los cónyuges. La presencia de un cónyuge cristiano “santifica” al otro cónyuge y a los hijos del matrimonio. La palabra “santificar” debe entenderse en el sentido de que los cónyuges incrédulos entran en contacto con las bendiciones de la gracia al vivir  con  sus cónyuges cristianos.

Aunque suene desgarrador, el cónyuge incrédulo quizá decida renunciar al matrimonio. Si bien las consecuencias serán graves, la palabra misericordiosa de nuestro Dios, que siempre defiende la libertad de elección, es “no se lo impidan”. “En tales circunstancias, el cónyuge creyente queda sin obligación” (1 Cor. 7:15, NVI).

Llamados a vivir en paz. La clara preferencia de la Palabra de Dios es que, a pesar de los desafíos de un hogar dividido espiritualmente, se pueda encontrar un camino para que la paz de Cristo reine allí. La esperanza es mantener el matrimonio intacto, dar evidencias del triunfo del evangelio en medio de la dificultad y promover el bienestar del cónyuge con quien el creyente es una sola carne, aunque no sea creyente.

¿Cuáles podrían serlas limitaciones de la responsabilidad de un creyente hacia su cónyuge no creyente?

La bondad, la misericordia, la fidelidad inquebrantable, el servicio humilde y el testimonio fascinante por parte del creyente constituyen la mayor posibilidad de ganar al cónyuge no cristiano. La sumisión en un matrimonio cristiano deriva de la reverencia a Cristo (comparar con Efe. 5:21). Cuando un cristiano se dirige con sumisión cristiana a su cónyuge incrédulo, la primera lealtad siempre es para con Cristo. La fidelidad a los mandatos de Dios en nuestra vida no requiere que un cónyuge sufra abusos de ningún tipo a manos de una pareja violenta.

¿Hay alguien en tu iglesia que está luchando con un cónyuge incrédulo? Si es así, ¿de qué manera práctica podrías ayudar?

 

Miércoles 19 de junio:

La vida familiar es para ser compartida

En los siguientes versículos, analiza los usos que se da a la palabra “imitar” en el Nuevo Testamento. ¿Qué nos dicen sobre el proceso de conversión y de crecer como cristianos? ¿Qué crees que sugieren sobre la relación entre ser un ejemplo y testificar? 1 Corintios 4:16; Efesios 5:1; 1 Tesalonicenses 1:6; Hebreos 6:12; 13:7; 3 Juan 11.

El énfasis del Nuevo Testamento en la imitación reconoce el importante papel del ejemplo en el proceso de aprendizaje. La gente suele asemejarse a lo que contempla. Este principio se aplica a las relaciones en general y especialmente en el hogar, donde la imitación es común. Los niños imitan a sus padres y sus hermanos; los cónyuges a menudo se imitan entre sí. Este concepto brinda un indicio importante de cómo las parejas y las familias cristianas pueden dar testimonio a otras parejas y familias.

El poder de la influencia social. Damos testimonio desde nuestro hogar cuando ofrecemos oportunidades para que los demás nos observen y compartan nuestra experiencia familiar en cierta medida. Muchos sencillamente no tienen un buen ejemplo de matrimonio o de relaciones familiares para seguir; en nuestro hogar quizá puedan ver cómo el espíritu de Jesús marca la pauta. Elena de White afirmó: “La influencia social es una fuerza maravillosa. Si queremos, podemos valernos de ella para ayudar a los que nos rodean” (MC 273).

Cuando las parejas casadas invitan a otras parejas a comer, pasar tiempo juntas o estudiar la Biblia, o cuando asisten juntas a un programa de crecimiento matrimonial, las visitas encuentran un modelo. Las demostraciones de reciprocidad, reafirmación, comunicación, resolución de conflictos y adaptación a las diferencias dan testimonio de la vida familiar en Cristo.

No obstante, en este contexto, ¿de qué debemos cuidarnos siempre? Jeremías 17:9; Juan 2:25; Romanos 3:23.

Sigue a los creyentes que siguen a Cristo. Todos los ejemplos humanos son imperfectos. Sin embargo, dar testimonio de hogar cristiano no tiene que ver con un modelo de perfección absoluta para seguir. La noción de imitación del Nuevo Testamento es un llamado para que la gente siga a los creyentes que siguen a Cristo. La idea es que capten la fe cristiana tal como la ven ejemplificada en la vida de otros, que son tan humanos y falibles como ellos.

 

Jueves 20 de junio:

Centros de amistad contagiosa

Compara algunas referencias bíblicas sobre la hospitalidad con hechos reales en el hogar de varias familias de la Biblia que se mencionan a continuación. Isaías 58:6, 7, 10-12; Romanos 12:13; 1 Pedro 4:9. Ten en cuenta los atributos de la hospitalidad manifestados.

Abraham y Sara (Gén. 18:1-8)

Rebeca y su familia (Gén. 24:15-20; 31-33)

Zaqueo  (Luc.  19:1-9)

La hospitalidad satisface las necesidades básicas de descanso, alimentación y compañerismo de otra persona. Es una expresión tangible del amor abnegado. Jesús atribuyó importancia teológica a la hospitalidad, cuando enseñó que alimentar a los hambrientos y dar de beber a los sedientos eran actos de servicio hechos para él (Mat. 25:34-40). Utilizar nuestro hogar para servir puede variar desde simplemente invitar a los vecinos a comer hasta la hospitalidad radical de prestar una habitación a una víctima de abuso. Puede suponer una amistad sencilla, una oportunidad de orar con alguien o de darle estudios bíblicos. La verdadera hospitalidad brota del corazón de quienes han sido tocados por el amor de Dios y quieren expresar su amor con palabras y acciones.

Las familias a veces se quejan de que carecen de las comodidades, el tiempo y las energías para brindar hospitalidad. Otros se sienten incómodos, sin formación, e inseguros para aventurarse más allá de lo que les resulta habitual con el propósito de relacionarse con los no creyentes. Algunos no desean complicarse la vida al relacionarse con otros. Muchas familias contemporáneas confunden la hospitalidad con entretenimiento.

¿De qué manera tu vida familiar refleja tu condición espiritual?

 

Viernes 21 de junio

Para Estudiar y Meditar:

Lee Elena de White, El hogar cristiano, “Un testimonio cristiano poderoso”, pp. 29-33; La actitud hacia un cónyuge incrédulo”, pp. 316-320; El ministerio de curación, “El ministerio del hogar”, pp. 269-274; Profetas y reyes, “Los embajadores de Babilonia”, pp. 252-258.

El poder del hogar en la evangelización. “Mucho más poderosa que cualquier sermón que se pueda predicar es la influencia de un hogar verdadero en el corazón y la vida de los hombres. […]

“Nuestra esfera de influencia, nuestras capacidades, oportunidades y adquisiciones podrán parecer limitadas; y sin embargo tenemos posibilidades maravillosas si aprovechamos fielmente las oportunidades que nos brindan nuestros hogares” (MC 271, 274).

Preguntas para Dialogar:

  1. Pregunta a la clase en general si fue la influencia del hogar de alguien lo que la ayudó a tomar una decisión por Cristo. Consideren qué fue lo que causó una impresión tal. ¿Qué puede aprender la clase de esa experiencia?
  2. ¿De qué maneras prácticas pueden, como clase, ayudar a una familia con un cónyuge no creyente?
  3. Como clase, dialoguen sobre algunas de las presiones en el hogar que contrarrestan la fe. Hagan una lista de algunas de estas cosas; luego, frente a ellas, escriban posibles soluciones.
  4. La vida privada de los cristianos es una manera de dar testimonio   a los hijos, los cónyuges no creyentes, a otros familiares y visitas. Si bien compartir la fe en el hogar quizá no siempre sea tan acabado como a uno le gustaría o no siempre dé como resultado la conversión de parientes y visitas, los miembros imperfectos de la familia procuran señalar el camino hacia un Salvador perfecto. Mediante una hospitalidad generosa expresada en el nombre del Salvador, conquistan para el Reino de la gracia a todas las vidas que tocan. Piensa en cómo influye tu hogar en los que llegan de visita. ¿Qué podrías hacer para dar un mejor testimonio de fe a todos los que entran a tu casa?
Radio Adventista
2 comments… add one
  • Muchas Gracias

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  • Me manden la lecura diaria de la lección

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