Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2021
“¿Qué ocurrió?”
Lección 1 :- Para el 03 de Abril de 2021
RESEÑA:
TEXTO CLAVE: GÉNESIS 1:26, 27
Dios creó a la humanidad a su imagen para que pudiera existir una
relación profunda entre él y nosotros. El desprecio de Adán y Eva por
la voluntad de Dios destrozó esa relación. Sin embargo, Dios tenía un
plan de contingencia: la restauración de la relación quebrada a través
de Jesús, su Hijo.
COMENTARIO
La curiosidad irreverente es una trampa de fe diabólica en la que
se intenta penetrar verdades que Dios nunca tuvo la intención de que
se investigaran (ver Deut. 29:29). “Pero cuando Dios dijo a su Hijo:
‘Hagamos al hombre a nuestra imagen’ [Gén. 1:26], Satanás sintió celos
de Jesús. Deseaba que se lo consultase con respecto a la formación
del hombre, y porque no fue consultado, se llenó de envidia, celos y
odio” (PE 187).
Tortugas hasta el fondo
En Génesis 1:1, el verbo hebreo especial bara (crear) expresa la ha-
bilidad de la Deidad para convertir energía en materia. Algunos creen
que el verbo bara expresa la liberación divina de energías creadoras,
las que produjeron algo de la nada. Bara se habría llevado a cabo con
“absoluta originalidad, es decir […] un comienzo y un surgimiento de la
nada (ex nihilo), y no un mero moldeado de materia preexistente o de
premateria” (H. Kuhn, “God Makes”, p. 481).
La fe perenne prospera en la medianoche de las cosas divinas des-
conocidas, y brilla como un faro golpeado por una tormenta, que se
mantiene firme, a pesar de las olas de incredulidad. Una fe como esta
es la que sobrevive a la neblina de los sistemas de creencias no bíblicos
con respecto al origen de la humanidad.
“El espiritismo enseña ‘que el hombre es un ser susceptible de ade-
lanto’ ” (CS 542). “El darwinismo social […] sienta las bases para que los
genetistas y biólogos, bajo el manto de la ciencia, categoricen a los seres
humanos de una manera que apoye la superioridad racial, una idea que
alcanzó su apogeo en la Alemania nazi” (C. E. Bradford, Sabbath Roots:
The African Connection, pp. 66, 67).
A imagen del Creador
En la siguiente obra, se ha sugerido que “tselem (imagen) denota el
contorno de la sombra de una figura, y damuth (semejanza), la corres-
pondencia o la semejanza de esa sombra con la figura” (H. D. M. Spence
y J. S. Excell, eds., The Pulpit Commentary, t. 1, Genesis-Exodus, p. 30).
“A semejanza de Dios, [el hombre] tenía la capacidad de escoger,
es decir, la libertad de pensar y actuar con referencia a imperativos
morales. De este modo, era libre de amar y obedecer o de desconfiar
y desobedecer” (Asociación Ministerial de la Asociación General de los
Adventistas del Séptimo Día, Creencias de los Adventistas del Séptimo
Día, pp. 116, 117).
Dios y la humanidad juntos
En el sentido bíblico, cuando “Dios bendice”, autoriza la función o el
cumplimiento de la cosa bendecida. “Dios creó al hombre para la gloria
divina, para que después de pasar por la prueba y la aflicción la familia
humana pudiera llegar a ser una con la familia celestial. El propósito de
Dios era repoblar el cielo con la familia humana, si hubiera demostrado
obediencia a cada palabra divina” (Comentarios de Elena de White, CBA
1:1.096, énfasis añadido; ver además Isa. 43:7).
En el árbol
“Los seguidores de Satanás salieron a su encuentro, y él se levantó,
asumiendo un aire arrogante, y les informó acerca de sus planes para
apartar de Dios al noble Adán y a su compañera Eva. […] Y si lograban
tener acceso al árbol de la vida que estaba en medio del jardín, su for-
taleza sería, según ellos, igual a la de los ángeles santos, y ni Dios mismo
podría expulsarlos de allí” (HR 24).
En términos sencillos, Dios le advirtió a la inocente pareja que evitara
un árbol especial, que la Deidad se reservaba. “ El Señor me mostró en
visión otros mundos. Me fueron dadas alas y un ángel me acompañó
desde la ciudad a un lugar hermoso y glorioso. […]. La hierba era de un
verde vivo y las aves gorjeaban un dulce canto. Los moradores de aquel
lugar eran de todas estaturas; eran nobles, majestuosos y hermosos.
[…] Después vi dos árboles, uno de los cuales se parecía mucho al árbol
de vida de la ciudad. El fruto de ambos era hermoso, pero no debían
comer de uno de ellos. Hubieran podido comer de los dos, pero les es-
taba prohibido comer de uno. Entonces el ángel que me acompañaba
me dijo: ‘Nadie ha probado aquí la fruta del árbol prohibido’ ” (PE 62;
ver además Gén. 2:15-17).
Fin de la relación
La teología de la rebelión humana está ligada al razonamiento impío
de Adán, que ingirió el fruto prohibido del relativismo.
El relativismo, un nuevo paradigma del mal, por el cual el yo retiene la
tendencia a decidir sus propios parámetros de moralidad, compite con
la voluntad soberana de Dios, y es totalmente invencible, salvo mediante los resultados fueron trágicos.
“Ambos comieron, y […] obtuvieron […] el conocimiento del pecado
y un sentimiento de culpa. El manto de luz que los envolvía pronto
desapareció y, presas del sentimiento de culpa y de haber perdido
la protección divina, un temblor se apoderó de ellos” (HR 33, énfasis
añadido).
APLICACIÓN A LA VIDA
Para reflexionar: Vivimos con los efectos del pecado en todos los
aspectos de nuestra vida. Existe una doctrina teológica llamada “Depra-
vación total”. Aunque no significa lo que la frase implica comúnmente
en la actualidad, no es muy diferente. Se trata de la idea de que todos
los aspectos de la existencia humana han sido afectados por el pecado.
Desafortunadamente, parece que así es.
- ¿Cómo vemos que la realidad de esta “depravación total” se ma-
nifiesta en nuestra vida? ¿Qué podemos hacer al respecto? O, si
no podemos hacer nada en cuanto a eso, dado que es nuestra
naturaleza, ¿cómo podemos superar esa naturaleza? Y ¿hasta
qué punto podemos? - La Caída nos impide tener una relación perfecta con Dios. Jesús
murió para que nuestra relación con Dios pudiera restaurarse. ¿De
qué manera el poder de la Cruz nos permite recuperar esa relación? - Nuestro Creador dedicó tiempo y cuidados extra para crear a
Adán y a Eva. ¿Por qué crees que hizo de su creación un aconte-
cimiento del que dará para hablar, maravillarse y debatir por toda
la eternidad? Compara la creación de la humanidad por parte de
Dios con los preparativos que hacen los futuros padres para su
primogénito. ¿Cómo te ayudan estas similitudes a comprender
el amor de Dios? - ¿Cómo nos ayuda el hecho de tener acceso al poder de Dios en
nuestro crecimiento espiritual y en nuestra comprensión del plan
de Dios para nosotros? - Debido a que es omnisciente, Dios estaba muy consciente del
“riesgo” de crear a la humanidad a su imagen. Imagínate su co-
razón apesadumbrado cuando tuvo que recurrir al “Plan B: la
muerte de su Hijo unigénito”. ¿Qué significa este Plan B para ti
cuando sales de los límites de tu relación con Dios? ¿En qué se
parecen tus distracciones y tentaciones a las que enfrentaron
Adán y Eva? - Cuando Jesús vivió en la Tierra, su toque sanó a muchos que
creyeron. Este fue un destello de su poder creador. Antes de irse, prometió que seguiríamos teniendo acceso a su poder creador
(Juan 14:12-14). Esta promesa ¿es figurativa o literal? Explica.
¿Cómo puede esta promesa ser decisiva en tu vida diaria? - Génesis indica que originalmente la humanidad fue creada a
imagen de Dios. Esto ¿se aplica solo al estado de existencia an-
terior a la Caída, o en cierto sentido continúa siendo así hoy? Si
es así, ¿por qué? - Dios dijo a Adán y a Eva que señorearan y sometieran la Tierra y
las fuerzas de la naturaleza. ¿Cómo deberíamos interpretar este
mandato a la luz de la explotación irresponsable de la naturaleza
de la que la humanidad ha sido a veces culpable? - Adán y Eva cayeron como resultado del ejercicio de su libre albe-
drío. Este libre albedrío, aunque Dios lo concibió como un don, se
convirtió en una maldición. ¿Puedes pensar en ejemplos de otras
cosas que son buenas en sí, pero que pueden pervertirse como
resultado de las malas decisiones? - Adán, en lugar de seguir a Dios, siguió a Eva. ¿Qué nos dice esto
sobre el peligro de permitir que otras personas o cosas nos dis-
traigan de nuestro compromiso con Dios?