Jonathan Gallagher Lección 9 “La señal del pacto” 2do Trimestre del 2021

9. La Señal del pacto (2T 2021—La Promesa: El Pacto eterno de Dios)

Textos Bíblicos: Gén. 2:2, 3; Éxod. 20:11; Éxod. 16; Heb. 4:1–4; Éxod. 31:12–17; Deut. 5:14.

Citas
• Dios no pretendía que el sábado fuera una carga, sino más bien un tiempo de gozo. La Biblia dice que las bendiciones vienen cuando honramos el sábado y lo llamamos delicia (Isaías 58:13). Yeshua dijo que el sábado fue hecho para nuestro beneficio (Marcos 2:27). Así que disfrútalo y da gracias a Dios por darnos descanso. David Wilber
• Cada vez que nos volvemos a Cristo con fe, es como un momento del sábado, un pequeño anticipo del descanso y la gloria eternos… Es el tiempo santo reservado para recibir el mayor regalo que Dios tiene para dar, que es él mismo, en su propio Hijo amado. Phillip Cary
• Una vida construida en sábado está contenta porque en ritmos de descanso descubrimos que nuestro tiempo está lleno de la santidad de Dios. Shelly Miller
• La vida y la bendición acompañarán al hombre que observa el sábado. El sábado de reposo es una lección continua para él para apartar la vista de todos los objetos creados y mirar hacia ese descanso celestial en el que Dios entró y que se le prometió al hombre. James Milner
• Como un camino a través del bosque, el sábado crea un marcador para nosotros mismos, de modo que, si nos perdemos, podemos encontrar el camino de regreso a nuestro centro. Wayne Muller
• La felicidad del cielo es la observancia constante del sábado. El cielo es llamado sábado, para hacer que los que tienen sábado anhelen el cielo, y los que anhelan el cielo aman el sábado. Felipe Enrique

Para debatir
¿Por qué eligió Dios designar un día en particular como una señal para su pueblo de que él era su Dios? ¿Cómo actúa esta señal como “un pacto eterno para las generaciones venideras” (Éx. 31:16 FBV)? ¿En qué se diferencia el sábado de las otras “señales” como la circuncisión, que también se identifica como un acuerdo eterno (Génesis 17:13)? ¿Cómo es esto relevante hoy?

 

Resumen Bíblico
Génesis 2:2, 3 registra la institución del sábado. Éxodo 20:11 es el cuarto mandamiento. En Éxodo 16 se detalla la provisión de maná, con arreglos especiales para el sábado. Éxodo 31:12-17 explica que el sábado es una señal: “Ustedes deberán observar mis sábados. En todas las generaciones venideras, el sábado será una señal entre ustedes y yo, para que sepan que yo, el Señor, los he consagrado para que me sirvan”. (Éxodo 31:12 NVI). Deut. 5:14 repite el mandamiento del sábado, sin embargo, se da una razón diferente a la de Éxodo 20: “Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te manda observar el día sábado”. (Deuteronomio 5:15 NVI).

 

Comentario
Dios promete que el sábado durará para siempre. “Porque así como perdurarán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré, así también perdurarán el nombre y los descendientes de ustedes —afirma el Señor—. 23 Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda la humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice el Señor—“ Isaías 66:22-23 NVI. Para algunos cuya experiencia del sábado no ha sido ideal, ¡esto puede no parecer una perspectiva prometedora! Pero visto en el contexto de la relación de amor de Dios con nosotros, el sábado está destinado a ser un momento destacado, tanto ahora como en el futuro. El sábado se convierte en la señal, el emblema (Éxodo 31:13; Ez. 20:12, 20) de nuestra relación con el Dios que no es el Gobernador distante del Universo, sino el que camina con nosotros en el frescodel día. En su día de reposo realmente podemos acercarnos a él y compartir todas nuestros problemas y preocupaciones, toda nuestra alabanza y gozo, sin preocuparnos por todas las otras cosas que “necesitamos” hacer.
El sábado es la promesa del continuo interés y cuidado de Dios, semana tras semana tras semana. El día de reposo nos da a los que tanto lo necesitamos nuestra seguridad constante de esperanza. Esperanza que conquista la aterradora perspectiva de que el tiempo se agote, de que no quede nada. Una esperanza que nos dice que aún hay tiempo si nos aferramos a Dios con fuerza. Porque mientras que el sábado nos recuerda a Dios como el Creador en Génesis 2 y Éxodo 20, y como el Redentor en Deuteronomio 5, Dios como fuente de esperanza es el aspecto esencial del futuro en el presente del sábado. Las promesas futuras de Dios se vuelven realidad en el sábado del presente.
El sábado de Dios es un deleite, no una carga; es el momento de estar con Jesús. Si nos preocupamos todo el tiempo por las reglas, no entraremos en el gozo de la verdadera obediencia. El sábado solo es importante en lo que nos dice acerca de Dios. Para muchos de los judíos, el sábado decía algo incorrecto acerca de Dios. El Hijo del Hombre es Señor del sábado. ¿Y qué pasó con el Hijo del Hombre? ¡Fue ejecutado por violar las leyes de Dios, quebrantar el sábado y blasfemar! En la cruz vemos a Dios como es. En la cruz es el Hijo del hombre, Señor del sábado. A medida que lleguemos a conocerlo como realmente es, nuestros sábados lo reflejarán como realmente es. No siguiendo ciegamente las reglas y regulaciones, sino siguiendo automáticamente el camino del Señor, porque estamos de acuerdo con él en que tiene razón. Lo amamos y podemos deleitarnos en él y en su sábado, porque nuestro Dios es un Dios de libertad. Jesús muere el viernes por la tarde. Él descansa en la tumba ese terrible sábado de crucifixión, muerto pero listo con intensa anticipación para resucitar. Con su gloriosa resurrección llega la certeza total de la victoria sobre la muerte, sobre el mal, sobre el inevitable paso del tiempo que nos mata lentamente cada semana. Porque todos estamos muriendo y cada semana nos acercamos más a nuestras tumbas. Pero el sábado, cada semana, nos señala esa esperanza más allá de la muerte, la asombrosa verdad de que el tiempo no puede matarnos ni a nosotros ni a nuestra relación con Dios. El sábado es el recordatorio del mundo renovado en el que todos se reunirán para pasar ese tiempo maravilloso junto con Dios. Ese tiempo en que Dios compartirá con los que vivirán para siempre, para enjugar las lágrimas de sus ojos, y ellos serán su pueblo y él será su Dios…

 

Comentario de Elena de White
Durante su ministerio terrenal, Cristo recalcó la vigencia de lo ordenado acerca del sábado; en toda su enseñanza manifestó reverencia hacia la institución que él mismo había dado. En su tiempo el sábado había quedado tan pervertido que su observancia reflejaba el carácter de hombres egoístas y arbitrarios más bien que el carácter de Dios. Cristo puso a un lado las falsas enseñanzas con que habían calumniado a Dios los que aseveraban conocerle. {PR 135.4}Los judíos acusaron a Cristo de pisotear el día de reposo, cuando solo buscaba restaurarlo a su carácter original. Las interpretaciones dadas a la ley por los rabinos, todas sus exacciones minuciosas y onerosas, estaban apartando el sábado de su verdadero objeto y dando al mundo una concepción falsa de la ley divina y del carácter de Dios.{GCB, March 5, 1895 par. 24}

Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2021
Traducido por: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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