Jonathan Gallagher Lección 9. “Indicios de esperanza ” (4T 2016—El libro de Job)

Indicios de Esperanza (4T 2016—El libro de Job)

Textos bíblicos: Proverbios 17:28; Job 13:1–16; Santiago 2:20–22; 1 Corintios 15:11–
20; 1 Pedro 1:18–20; Génesis 22:8.

Citas
• Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca perder la esperanza infinita. Martin Luther King Jr.
• La esperanza sin duda no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo va a salir bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte. Vaclav Havel
• Si no fuera por la esperanza, el corazón se rompería. Thomas Fuller
• Lo menos que puede hacer en su vida es averiguar en qué consiste su esperanza. Y lo máximo que puede hacer es vivir conforme a esa esperanza. No admirarla desde la distancia, sino vivir bien en ella, bajo su techo. Barbara Kingsolver
• La esperanza es una gracia espiritual extraordinaria que Dios nos da para controlar nuestros miedos, no para expulsarlos. Vincent McNabb
• La esperanza es la fe extendiendo su mano en medio de la oscuridad. George Iles

Para debatir
¿Cuál es el fundamento de la esperanza? Basado en su experiencia, ¿por qué continuaba Job esperando en Dios? ¿Por qué los amigos de Job no logran darle esperanzas? ¿Qué nos parece el enlace a la historia de Dios instruyendo a Abraham para sacrificar a Isaac? ¿Cómo puede la muerte y resurrección de Jesús ser el fundamento de
la libertad y la esperanza?

Resumen bíblico
En Job 13: 1-16 vemos Job deseando poder hablar directamente con Dios y defenderse a sí mismo. Se queja de que sus amigos no son de ayuda: “¡Todos ustedes son como médicos que no pueden curar a nadie!” Él les dice, “¡Cállense la boca y déjenme hablar, y que venga lo que venga! ¿Por qué me pongo en peligro y me juego el pellejo?
¡Aunque me mate, yo esperaré en él” A pesar de que no entiende las razones de su situación todavía pone su esperanza en Dios. Prov. 17:28 explica que incluso los tontos parecen sabios si no hablan. Santiago 2: 20-22 explica que nuestra confianza en Dios se demuestra en lo que hacemos. En 1 Cor. 15: 11-20 Pablo argumenta a favor de la
importancia vital de la resurrección. La muerte de Jesús nos hace libres (1 Ped. 1: 18-20). Abraham explicó a Isaac que Dios proveería el sacrificio (Génesis 22: 8).

Comentario
La esperanza a menudo está mal usada y es mal entendida. Como palabra la usamos en exceso y por el contrario está tan desvalorada que la usamos para dar algunos de los significados más inútiles: Decir “eso espero” a menudo significa “no creo que suceda.” Es un deseo débil y vago eso que “esperamos” que ocurra, pero que no lo creemos. Sería bueno, pero nadie podría creer en ese tipo de esperanza.
Lo cierto es que la esperanza que Dios ofrece no es como una zanahoria insubstancial para tentarnos y atraernos a un futuro inseguro. Es la respuesta sólida a nuestra desesperanza, la misma que cuelga sobre nuestras cabezas como una neblina gris que apaga el fuego vivo de nuestra fe en un futuro maravilloso. La esperanza es lo que le
da significado al presente y hace que los problemas y las pruebas valgan la pena mientras esperamos el cumplimiento de la promesa.
Muchas personas ponen su esperanza en cosas que no brindan ningún tipo de seguridad. Ponen su esperanza en el dinero o el cualquier tipo de pertenencias, o confían en seres humanos. Pero ninguno de estos vale la pena a la hora de fundamentar nuestra preciada esperanza. Samuel Taylor Coleridge escribió: “La esperanza no puede vivir sin
un objetivo,” y el objetivo de nuestra esperanza debe estar en la naturaleza y carácter de Dios mismo.
La esperanza es esencial, y sin ella no podemos sobrevivir. La esperanza es casi la esencia fundamental de la vida. Es la motivación, el significado y propósito de ella. Es una parte vital de nuestra creatividad que nos dice que hay mucho más allá… La esperanza es el antídoto contra el temor que invade este mundo y nos asalta a todos. Porque esta sociedad de consumo nos da lo que creemos que queremos, solo para después darnos cuenta que no sirve de nada. Entonces nos volvemos frustrados, insatisfechos, y avaros de “respuestas” que solo nos llevan al desespero. Pero la
esperanza de Dios es la respuesta a nuestras “respuestas,” y es la esperanza que le da dirección a nuestras vidas, llenándolas de significado y propósito.
Aunque Job vivió antes que Jesús y no tenía un conocimiento de la “bendita esperanza,” él puso su esperanza en Dios. A pesar de su dolor físico y mental, la más grande prueba de Job fue el sentimiento de abandono de parte de Dios. En diferentes ocasiones Job repite que quiere hablar con Dios y entender así la razón de sus sufrimientos. Pero aún en esto Job no abandona su esperanza, porque confía en el Señor a quien ama. Este es un gran ejemplo para nosotros. Cualquiera sea la situación en la que estemos, podemos poner nuestra fe y esperanza en Dios.

Comentarios de Elena de White
Pero aunque cansado de la vida, a Job no le fue permitido morir. A él le fueron mostradas las posibilidades del futuro y se le entregó este mensaje de esperanza: “Estarás firme y no temerás. Porque te olvidarás de tu miseria, Y la recordarás como aguas que pasan…” De las profundidades del desánimo y desesperanza, Job se elevó a las alturas de
confianza implícita en la misericordia y el poder salvador de Dios. Y triunfantemente declaró: “Aunque me mate, en él esperaré.” Job 13:15. {Mi Vida Hoy, p. 328} La esperanza del cristiano no está basada en el arenoso fundamento de los sentimientos. Los que obran por principio contemplarán la gloria de Dios más allá de las sombras, y confiarán en la segura palabra de su promesa. No se les disuadirá de honrar a Dios, no importa cuán tenebroso parezca el camino. La adversidad y las pruebas solamente les proporcionarán la oportunidad de mostrar la sinceridad de su fe y amor. Cuando el alma esté deprimida, eso no será evidencia de que Dios ha cambiado. “Es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Hebreos 13:8. Estáis seguros del favor de Dios cuando sois sensibles a los rayos del Sol de Justicia; pero si las nubes inundan vuestra alma, no debéis creer que estáis olvidados. Vuestra fe debe abrirse camino a través de la
oscuridad… Hay que tener en cuenta siempre las riquezas de la gracia de Cristo. Atesorad las lecciones provistas por su amor. Que vuestra fe sea como la de Job, para que podáis decir: “Aunque él me matare, en él esperaré”. Job 13:15. Aferraos a las promesas de vuestro Padre celestial, y recordad cómo os ha tratado antes a vosotros y a sus siervos,
porque “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” {A fin de conocerle, p. 255}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2016
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

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