6. Jesús, el Sacerdote fiel (1T 2022—En estos postreros días: El mensaje de hebreos)
Textos bíblicos: Hebreos 5:1–10;Gen. 14:18–20; 1 Pedro 2:9; Hebreos 7:1–3; Hebreos 7:11–16, 22, 26.
Citas
- Los sacerdotes son sólo hombres. Robert Browning
- Que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, y el mismo sumo sacerdote eterno, el Hijo de Dios Jesucristo, os edifique en la fe y en la verdad y en toda mansedumbre y en toda libertad de ira y en la paciencia y en la constancia y en la paciencia y en la pureza. Policarpo
- El sacerdote no se hace. Debe nacer sacerdote; debe heredar su oficio. Me refiero al nuevo nacimiento: el nacimiento del agua y del Espíritu. Así, todos los cristianos deben convertirse en sacerdotes, hijos de Dios y coherederos con Cristo, el Sumo Sacerdote. Martín Lutero
- El Cristo resucitado, al que se le ha dado toda la autoridad en el cielo y en la tierra, está suplicando al Padre en tu nombre. Chris Bruno
- No os estoy diciendo que voy a rogar al Padre en vuestro nombre. Jesucristo
Para debatir
¿Qué tiene de significativo identificarnos con Jesús como nuestro sumo sacerdote? Si no existiera este elemento del ministerio de Cristo, ¿de qué manera quedaría empequeñecido? ¿De
qué manera actúa Jesús como nuestro sumo sacerdote, y cuál es el significado de lo que hace? ¿Qué quiere decir Jesús cuando dice que NO rogará al Padre por nosotros? ¿Cómo afecta esta clara declaración a su ministerio sacerdotal?
Resumen bíblico
Hebreos 5:1-10 señala que Jesús fue “llamado” por Dios, al igual que los sacerdotes. Se convirtió en la fuente de vida eterna para nosotros (versículo 9). Génesis 14:18-20 es la historia del rey sacerdote Melquisedec bendiciendo a Abraham. “Ustedes son una familia especialmente elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios”. 1 Pedro 2:9 VBL. Hebreos 7:1-3 amplía el significado de Melquisedec: “El nombre de Melquisedec significa “rey de derecho” mientras que rey de Salem significa “rey de paz”. (versículo 2 VBL). Jesús es un sacerdote del orden de Melquisedec, y sacerdote eterno (Hebreos 7:11-16, 22, 26).
Comentario
¿Cómo definiríamos la función principal de un sacerdote? ¿Qué es un ministerio sacerdotal? La idea principal común a todas las ideas religiosas sobre los sacerdotes es la de proporcionar conexión con lo divino, ser el intermediario entre Dios y el hombre. Pero si Jesús es Dios, ¿cómo puede ser este mediador? Otro significado de la palabra mediar es proporcionar conceptos e información, ser el que proporciona respuestas a las preguntas. Por desgracia, mediar significa muy a menudo arbitrar entre partes en conflicto.
¿Cómo encajaría este punto de vista en nuestra relación con Dios? Y si Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, ¿qué significa esto realmente? Gran parte de lo que apreciemos de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote dependerá del papel que creamos que está desempeñando. Así que es imprescindible comprender lo que Hebreos dice al respecto. Sin embargo, Pablo señala que su afirmación (Hebreos 5:8-10) es difícil de explicar, y lo que viene a continuación es su explicación. De hecho, es duro con sus oyentes, señalando su torpeza, y deseando que no repasen eternamente los mismos asuntos simples del cristianismo básico y avancen hacia una comprensión mejor y más amplia. En realidad hay que leer los capítulos 5 hasta el 7 como un todo para ver el concepto que Pablo está estableciendo. La tesis principal es: “ Por eso dice: “Tú eres sacerdote para siempre, conforme al orden de Melquisedec.” De modo que la norma anterior ha sido anulada porque era débil e inútil, (porque la ley nunca perfeccionó nada). Pero ahora ha sido reemplazada por una esperanza mejor, por la cual podemos acercarnos a Dios”. Heb. 7:17-19 VBL. Llegar a la presencia de Dios es la perspectiva principal. (Véase también 6:19, 20 VBL: “ Esta esperanza es nuestra ancla espiritual, es segura y confiable, y nos lleva más allá de la cortina, a la presencia de Dios. Allí entró Jesús en nuestro favor, porque tenía que convertirse en un sumo sacerdote conforme al orden de Melquisedec”.) En Hebreos, Pablo trata de utilizar las antiguas imágenes y hacerlas relevantes y aplicables. Lo que está diciendo es que los antiguos métodos no eran erróneos, sólo malinterpretados y ahora reemplazados. Incluso el sistema de sacrificios no logró lo que Dios pretendía, porque a menudo se considearaba como un ritual rutinario mediante el cual se resolvía el problema del pecado. Por eso Dios, a través de los últimos profetas, habla en realidad contra el sistema, porque había perdido su sentido. Este es un aspecto vital de Hebreos, y que sigue siendo aplicable hoy en día: nuestros sistemas de culto deben causar un impacto, deben hacernos pensar. Si no hay pensamiento, el culto se convierte en una simple forma, una ceremonia, sin contenido real. En realidad, Pablo está diciendo a través de Hebreos que las antiguas formas realmente no funcionaban, y sólo tienen sentido en la vida, muerte y resurrección de Jesús -y como Jesús es Dios, entonces tenemos acceso directo a Dios mismo-, el sacerdocio como sistema también ha desaparecido.
El ministerio de Jesús en el santuario no debe verse como una contradicción con su declaración más clara, en la que dice: “No les estoy diciendo que yo rogaré al Padre en favor de ustedes, porque el Padre mismo los ama.” Juan 16:26, 27 VBL. Sus discípulos están encantados de escuchar tales verdades, y exclaman: “Ahora estás hablándonos claramente”. (v.29). Si la verdad más clara y sencilla es que Jesús no está suplicando por nosotros, ¿qué hacemos con esos conceptos de que Jesús está suplicando al Padre por nosotros? En realidad, Hebreos no dice eso. Sí dice (9:24 VBL) que él entró en el cielo y “y ahora aparece en representación de nosotros, hablando a nuestro favor en presencia de Dios”. Pero no debemos tener la imagen de él rogándole al Padre que sea amable con nosotros, tratando de persuadir a Dios para que haga algo distinto de lo que ya tenía previsto. Decir lo contrario sería dividir la trinidad, enfrentar a la divinidad entre sí. De hecho, Jesús presenta nuestro caso, no ante el Padre, sino ante el “jurado” del universo que observa.
El peligro del mensaje del santuario, mal entendido, es sugerir que Jesús (el Dios bueno) tiene que luchar con el Padre (el Dios colérico y hostil) para lograr nuestra salvación. De este modo, reflejamos las acusaciones de Satanás, que condenaba a Dios por ser hostil e implacable, un Ser sin amor y vengativo que se complacía en castigar vengativamente a las criaturas descarriadas. Haríamos bien en rechazar totalmente tal imagen. No fue para inducir el amor en el corazón del Padre que Jesús vino y murió, sino por el amor del Padre.
Ellen White
No tenemos Sumo Sacerdote tan ensalzado y encumbrado, que no pueda fijarse en nosotros o simpatizar con nosotros, sino que fue tentado en todas las cosas como nosotros, aunque sin pecar. {Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 p. 325.3} En Jesús la divinidad y la humanidad se unieron, y la única forma por la cual el hombre puede ser vencedor es convirtiéndose en participante de la naturaleza divina… La divinidad y la humanidad se combinan en el que tiene el espíritu de Cristo. El apóstol Pablo escribe: “Por lo cual, debía ser en todo semejante a los hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Pontífice.”{Hijos e Hijas de Dios, p. 26.4}