Jonathan Gallagher – Leccion 3. Soportar la tentacion (4T 2014—Santiago) – para 18 de Octubre

Leccion 3. Resistir la tentación (4T 2014—Santiago)

Textos bíblicos: Santiago 1:12–21, Salmos 119:11, Génesis 3:1–6, Tito 3:5–7, Romanos
13:12, Efesios 4:22.

Citas
• La única manera de librarse de la tentación es cediendo a ella. Oscar Wilde
• No me dejes caer en la tentación. Puedo encontrar el camino yo misma. Jane
Seabrook
• Todos los hombres son tentados. No hay hombre vivo que no pueda caer, siempre
y cuando sea la tentación correcta, en el lugar correcto. Henry Ward Beecher
• Cada vez que el diablo te acose, busca la compañía de los hombres o bebe más, o
haz bromas, di tonterías, o haz alguna otra cosa divertida. A veces tenemos que
beber más, hacer deporte, recrearnos, e incluso pecar un poco para fastidiar al
diablo, puesto que así no le dejamos lugar para molestar nuestras conciencias con
nimiedades. Estaremos vencidos si tratamos muy a conciencia de no pecar en
absoluto. Así que cuando el diablo te diga: no bebas, le responderé: voy a beber, y
con toda libertad solo porque tú me dices que no lo haga. Martin Luther
• Existe la idea tonta de que las personas buenas no saben lo que es la tentación.
Esta es una mentira obvia. Solo aquellos que tratan de resistir la tentación saben
lo fuerte que es… Un hombre que cede a la tentación después de cinco minutos
sencillamente no sabe lo que hubiera sucedido una hora más tarde. Es por eso que
la gente mala, en cierto sentido, sabe muy poco acerca de la maldad. Han vivido
una vida protegida porque siempre se rinden. C.S. Lewis

Para debatir
¿Cómo distinguimos la tentación del pecado? ¿Podemos volvernos inmunes a la
tentación? ¿Qué podemos aprender de las tentaciones que afrontó Jesús? ¿De dónde
surgen las tentaciones, y cómo podemos tratar de evitarlas? Aunque no hacer el mal no es
el fundamento de la salvación, ¿cómo puede demostrar Dios que somos fieles?

Resumen bíblico
“Feliz es aquel que soporta pacientemente la tentación, porque cuando haya
probado su fidelidad, recibirá la corona de vida que Dios promete a todos aquellos que lo
aman.” Santiago 1: 12 FBV. El texto sigue diciéndonos que Dios no tienta a nadie, y es
muy importante que creamos esto. “Las tentaciones vienen de nuestros propios malos
deseos que nos llevan por el mal camino y nos atrapan. Estos deseos nos conducen al
pecado, y el pecado, cuando se ha manifestado plenamente, causa la muerte.” Santiago
1:14, 15 FBV. Dios nos da una vida nueva y somos muy especiales para él. En Salmos
119:11 el salmista dice: “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.”
Génesis 3:1–6 nos presenta el relato de la caída. Debemos leerlo cuidadosamente. Tito
3:5–7 nos aclara que Dios no nos salva por las cosas Justas que hayamos hecho, sino por
su misericordia. Romanos 13:12 FBV nos dice que debemos “deshacernos de las obras
oscuras y ponernos la armadura de luz.” Debemos despojarnos del viejo hombre (Ver
Efesios 4:22).

Comentario
No creo que la cita de Martín Lutero que se menciona arriba sea un buen consejo;
sin embargo, hay algo que sí es cierto: no es bueno darle muchas vueltas a las
tentaciones. En lugar de luchar contra ellas, ¿no es mejor tratar de vencer el mal con el
bien? Al cambiar nuestro enfoque en las cosas que son benéficas, podemos abandonar los
pensamientos tentadores.

Las tentaciones deben soportarse, dice Santiago. Ellas estarán con nosotros. No
pensemos que llegaremos a un lugar donde ya no seremos tentados. Jesús mismo
experimentó tentaciones a lo largo de su vida, hasta el final. Pero Dios puede darnos la
fuerza para resistir, y para dirigir nuestros pensamientos a cosas mejores. Así como
dirigimos los verdaderos deseos de nuestra mente, hay que reconocer la importancia de
permitir que Dios restaure nuestros circuitos para que podamos verdaderamente querer lo
que es realmente mejor. No es de extrañar que, debido a los estragos del pecado ni
siquiera podamos ver lo que es mejor, o querer lo que es para nuestro bien o bien de los
demás. La promesa de Dios es volver a crearnos, moldearnos y restaurarnos.
Sí, puede que corramos el peligro de concentrarnos demasiado en nuestras
tentaciones y en el deseo de resistirlas. Podemos llegar a preocuparnos demasiado por
nuestras propias batallas y no ver las necesidades que nos rodean. Incluso podemos tratar
de ser como esos monjes y monjas que tratan de abandonar el mundo y sus tentaciones,
para luego descubrir que las tentaciones de pecado vienen también desde adentro.
Nuestra atención debe enfocarse en nuestra relación con Dios, pidiéndole que nos vuelva
a hacer una vez más a su imagen.

Todo esto tiende a centrarnos mucho en nosotros mismos. Al hacerlo, podemos
llegar a quedarnos ciegos ante problemas más grandes. Cuando nos ocupamos de las
tentaciones, ¿qué es lo que ve el universo que nos observa? ¿Cómo veríamos las cosas
desde ese punto de vista? La pregunta que todos debemos enfrentar es: “¿Qué es lo
realmente importante y cómo podemos vivir bien?” Esto se refiere a vivir bien no solo
para nosotros, sino para todo el universo.
Esto hace que todo el asunto sea de mayor importancia. Si somos un espectáculo
para el universo, entonces nuestras batallas se convierten en parte del conflicto cósmico
sobre la naturaleza y el carácter de Dios y la forma como él gobierna el universo. ¡No es
solo que nosotros estemos ante el juicio, sino el mismo Dios! Las acusaciones de Satanás
están siendo refutadas mediante las evidencias, y nosotros estamos involucrados en ello.
Desde esta perspectiva el conflicto es inmenso, y es sobre la mente de todas las criaturas
pensantes de Dios. Nuestras decisiones conforman el cuadro completo de este conflicto.

Comentarios de Elena de White
Toda la vida cristiana debe ser una preparación para la vida futura e inmortal, y
bajo cualquier circunstancia, usted puede ser feliz si es fiel a Dios ya usted mismo. El
dinero no puede traer la paz que Cristo puede dar. Busque la perla escondida, las joyas de
la verdad, y no permita que las ambiciones mundanas arruinen su perspectiva del cielo.

Satanás está listo para ofrecernos riquezas mundanas. Él le dice: “Todo esto te daré, si te
postras y me adoras.” Pero, ¿lo haría usted? ¿Le va a dar a Satanás el afecto supremo de
su corazón? El apóstol dice: “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido” [Santiago 1:14]. El que se aparta de la verdadera
senda preparada para los redimidos del Señor, porque ha fijado su corazón en algún
objeto atractivo de la tierra. El que muerde el anzuelo de Satanás y queda atrapado en él.
{Manuscript Releases, Vol. 13, p 89}

La paciencia implica que vamos a enfrentar dificultades y molestias. La Palabra
de Dios dice: “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor”
(Proverbios 15:1). “No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el
seno de los necios” (Eclesiastés 7:9). El mandato del apóstol inspirado es “sed prontos
para oír, tardos para hablar, tardos para la ira” (Santiago 1:09). La ira provoca ira.
{Manuscript Releases, Vol. 19, p. 344}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2014
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
1 comment… add one
  • muy buena explicación del tema, que nuestro creador Dios todopoderoso les siga dando sabiduria. AMEN.

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