Jonathan Gallagher Leccion 3 -Los últimos cinco reyes de Israel (4T 2015—Jeremías)

Leccion 3. Los últimos cinco reyes de Israel (4T 2015—Jeremías)

Textos bíblicos: 2 Crónicas 34, Jeremías 22:1–19, 29:1–14, 2 Crónicas 36:11–14,
Jeremías 23:2–8.

Citas
• Todos los Estados actuales son corruptos. Los hombres buenos no deben obedecer
las leyes demasiado bien. Ralph Waldo Emerson
• En medio de un pueblo generalmente corrupto la libertad no puede existir por
mucho tiempo. Edmund Burke
• Usted y yo somos, por nacimiento, por naturaleza y por elección, interiormente
depravados, lo que quiere decir que estamos completamente corruptos. Eso no
quiere decir que tengamos nada bueno dentro nosotros. Lo tenemos. Sin embargo,
todo lo bueno en nosotros ha sido contaminado con el mal. El mal lo toca todo.
Sin el poder redentor de Cristo, no podemos detener nuestro propio deslizamiento
moral. Charles R. Swindoll
• La experiencia ha demostrado que incluso en las mejores formas de gobierno,
aquellos a quienes se les ha confiado el poder, con el tiempo y mediante
operaciones lentas, lo han pervertido en una tiranía. Thomas Jefferson
• El poder, usado erróneamente, derrota al opresor y al oprimido. Wally Cordero
• El poder atrae a los corruptos. Sospeche de cualquiera que lo busque. Frank
Herbert

Para debatir
¿Qué lecciones aprendemos sobre el liderazgo cuando examinamos a los últimos
cinco reyes de Israel? ¿Cómo deberían actuar los que están en el poder? ¿A quién
debemos culpar, al pueblo o a sus líderes? ¿Cómo debemos tratar con los líderes
corruptos? ¿Por qué debemos desconfiar de los que procuran el poder y las altas
posiciones? ¿Cómo encaja esto en el conflicto cósmico?

Resumen bíblico
Jeremías 22 nos presenta la perspectiva de Dios sobre los reyes que siguieron al
rey Josías. Y le dice al pueblo que no lloren por tales reyes. Con un tono dramático, dice
también: “‘¡Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor —, que aunque Jeconías hijo
de Joacim, rey de Judá, sea un anillo en mi mano derecha, aun de allí lo arrancaré!’”
(Jeremías 22:24 NVI). Jeremías 29:1–14 contiene la carta que Dios le dijo a Jeremías que
escribiera al primer lote de cautivos en Babilonia, respecto a los rebeldes que estaban
exiliados en Jerusalén. Notemos este versículo tan diciente: “Porque cometieron una
infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi
nombre, cosas que jamás les ordené.” (Jeremías 29:23 NVI).
Aun así, nos encontramos con el mensaje de Jeremías 23:2–8: la seguridad de que
un Rey justo vendrá y el pueblo será reunido de vuelta en la tierra. Esto señala la promesa
de Jesús, nuestro rey que volverá.
Las acciones del rey Josías (2 Crónicas 34) muestran lo que puede ocurrir si los
líderes están dispuestos a seguir los caminos de Dios. Pero tales reformas deben
continuarse, y esto no sucedió. El fin de tal camino de corrupción y apostasía se
evidencia en el carácter del último rey, Sedequías: “Además se rebeló contra el rey
Nabucodonosor, a quien había jurado lealtad. Sedequías fue terco y, en su obstinación, no
quiso volverse al Señor, Dios de Israel. También los jefes de los sacerdotes y el pueblo
aumentaron su maldad, pues siguieron las prácticas detestables de los países vecinos y
contaminaron el templo que el SEÑOR había consagrado para sí en Jerusalén.” 2 Crónicas
36:3, 14 NVI.

Comentario
El resbaladero hacia la idolatría y la apostasía queda muy bien ilustrado por el
pueblo de Israel y sus líderes antes del exilio. Aunque a menudo habían vacilado en su
actitud hacia Dios en su historia previa, en este periodo su rebelión se hizo más fuerte que
nunca y parecían estar determinados a alejarse completamente de Dios, a pesar de sus
llamados suplicantes. Era como si se hubieran vuelto presuntuosos respecto a Dios, y no
creían que él pudiera alguna vez abandonarlos, sin importar el mal que ellos hicieran.
Dios tuvo que demostrar que una relación con él no puede funcionar de un solo
lado. Por su propio bien, él tuvo que hacerles entender que él no era como algún tipo de
talismán que ellos podían usar en todo momento. Él no era de su “propiedad” como para
que contaran con él sin importar las circunstancias. Dios no puede empoderar a los que
intencionalmente viven en oposición a él.
La tragedia de Israel queda ejemplificada en la pérdida del Arca del Pacto durante
la batalla contra los Filisteos. Los israelitas estaban tan completamente seguros de que
Dios podía ser usado para ganar sus batallas que nunca consideraron la posibilidad de que
él no los ayudara. Pero Dios permitió que perdieran el arca para demostrarles que él no
era una deidad de la que se podían aprovechar, o un poder mágico que podían emplear
para algún fin. Él solo podía ayudarlos si ellos seguían sus caminos.
La historia de los últimos cinco reyes de Israel (Josías, Joás, Joacím, Joaquín, y
Sedequías) nos muestra lo que sucede cuando los buenos son sucedidos por los malos. El
rey Josías redescubrió el rollo de la ley e instituyó reformas. Pero no perduraron, y
después de su muerte los reyes que lo siguieron volvieron a degenerarse y cayeron en
prácticas paganas junto con el pueblo. El resultado final de tal corrupción y decaimiento
espiritual es el desastre inevitable que el pueblo sobrepasó.
Las lecciones para nosotros hoy son claras. Aunque los líderes puedan volverse
corruptos, debemos mantenernos fieles a los principios de verdad y justicia, y más
importante aún, debemos mantener nuestra relación con Dios.

Comentarios de Elena de White
La apostasía que prevalece hoy es similar a la que se extendió en Israel en
tiempos del profeta. Multitudes siguen hoy a Baal al exaltar lo humano sobre lo divino, al
alabar a los dirigentes populares, al rendir culto a Mamón y al colocar las enseñanzas de
la ciencia sobre las verdades de la revelación. La duda y la incredulidad están ejerciendo
su influencia nefasta sobre las mentes y los corazones, y muchos están reemplazando los
oráculos de Dios por las teorías de los hombres. Se enseña públicamente que hemos
llegado a un tiempo en que la razón humana debe ser exaltada sobre las enseñanzas de la
Palabra. La ley de Dios, divina norma de la justicia, se declara anulada. El enemigo de
toda verdad está obrando con poder engañoso para inducir a hombres y mujeres a poner
las instituciones humanas donde Dios debiera estar, y a olvidar lo que fue ordenado para
la felicidad y salvación de la humanidad. {Conflicto y Valor, p. 215}
Los profetas habían llorado la apostasía de Israel y lamentado las terribles
desolaciones con que fueron castigadas sus culpas. Jeremías deseaba que sus ojos se
volvieran manantiales de lágrimas para llorar día y noche por los muertos de la hija de su
pueblo y por el rebaño del Señor que fue llevado cautivo. Jeremías 9:1; 13:17. {El
Conflicto de los Siglos, p. 23}

Preparado y escrito por:  © Jonathan Gallagher 2015
Traducción al español: Shelly Barrios De Ávila.

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1 comment… add one
  • Muchas gracias por tan interesante estudio, que nos permite comprender aùn mejor la lección. El Señor los siga bendiciendo en esta obra.

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