Jonathan Gallagher Leccion 3. La crisis global y los patriarcas (1T 2016—Rebelión y Redención)

Leccion 3.  La crisis global y los patriarcas (1T 2016—Rebelión y Redención)

Textos bíblicos: Génesis 4:1–15; Génesis 3:9, 10; 4:9; Génesis 6:1–13; Salmos 51:1;
Génesis 22; Génesis 28:12–15.

Citas
• Estoy llamado a adorar a un Dios que no puedo ver, pero no estoy llamado a
someterme a un Dios que no puedo conocer ni probar. David Shepherd
• Todo lo que creemos que Dios tiene en mente, inevitablemente procede de nuestra
propia mente; es lo que nosotros imaginamos que hay en la mente de Dios, y es
muy difícil para la mente humana adivinar lo que hay en la mente divina.
• Con este tipo de razonamiento lo único que logramos es convertir a Dios en el
Sargento Mayor de nuestro ejército, y volverlo tan chauvinista como nosotros. Lin
Yutang
• La gente moldea a Dios según su propia comprensión. Primero crean a su Dios y
después lo adoran. Oscar Wilde

Para debatir
¿Qué debemos aprender al examinar la vida de los patriarcas? ¿Cómo luce Dios
en estas historias? ¿Por qué aparece la muerte tan rápidamente y qué nos dice esto acerca
del impacto de nuestra relación quebrantada con Dios? ¿Qué desafíos enfrenta Dios al
tratar con la rebelión del Diablo y sus técnicas?

Resumen bíblico
Génesis 4:1–15 relata la triste historia de Caín y Abel, y el primer homicidio.
Génesis 6:1–13 recuenta la experiencia del Diluvio, y que ya Dios había visto que “la
maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían
siempre hacia el mal.” (Gen. 6:5 NIV). David reconoció que impacto dañino del pecad en
su vida (Salmos 51:1). En Génesis 22 se cuenta parte de la vida de Abraham, mientras
que en Génesis 28:12–15 se cuenta parte de la historia de Jacob y Esaú.

Comentario
Ya sea que se trate de Caín y Abel, Jacob y Esaú, José y sus hermanos, Noé y sus
contemporáneos durante la época del diluvio, o Abraham y su familia, la historia es la
misma. Son relaciones quebrantadas, familias disfuncionales, personas heridas. Los
resultados de la separación de Dios son: mentiras, engaño, infidelidad, crueldad, y
asesinato. Si tuviéramos que demostrar el destino del camino de Lucifer, aquí tenemos la
evidencia…

Las consecuencias continuas de la rebelión de Lucifer y La Caída de nuestros
primeros padres son claras. De hecho, sin el “reinicio” del diluvio, la manifestación del
pecado y sus resultados ya habrían terminado. Dios tuvo que intervenir porque el
pensamiento humano se había vuelto completamente malvado y la manifestación se
habría terminado prematuramente. Revelar el fundamento de la rebelión así como sus
consecuencias toma tiempo, porque los métodos de Satanás son engañosos y las
consecuencias de su pensamiento no se evidencian de manera inmediata. Al presentarse a
sí mismo como el gran libertador contra la tiranía de Dios, preparó el terreno para una
larga y dolorosa experiencia para todos antes de poder ser desenmascarado y que
pudiéramos ver como él era y es realmente.

La tragedia del impacto del pecado se hace más real aun en la vida de los
patriarcas. ¿Cómo pudo entrar la muerte tan pronto al mundo? La rivalidad entre
hermanos se ilustra claramente en las historias de Jacob y Esaú, así como en la de José y
sus hermanos. La experiencia de Abraham está plagada de desconfianza y verdades a
medias. La indiferencia ante el llamado de Noé de escapar de la destrucción venidera nos
muestra cuán lejos habían llegado los antediluvianos. El gran conflicto se desarrolla no
solo a una escala cósmica sino también en nuestras vidas de manera individual, así como
lo vemos claramente en la vida de estos patriarcas.

La reacción de Adán y Eva con Dios después de la caída —miedo— impide que
Dios se revele a sí mismo, así como su verdadera naturaleza. Siendo que hay miedo hacia
Dios, los seres humanos necesitan reafirmación. De hecho, a lo largo de toda la Biblia
Dios tiene que decirles a las personas que no necesitan tenerle miedo, y hace promesas
para convencerlas. Primero lo hizo con Adán y Eva. Luego con Noé y sus descendientes.
Después con Abraham y los demás patriarcas. A lo largo de toda la historia, Dios sigue
tratando de rescatar la confianza de su pueblo nuevamente, diciéndonos que no
necesitamos tenerle miedo.

Todo esto está muy lejos de lo que Dios quisiera. Casi pareciera que desde muy
temprano en la historia de la humanidad Dios tiene que darnos lecciones sobre cómo no
deberían ser las cosas. A menudo, a pesar de las diferencias en tiempo y cultura, estos
patriarcas bíblicos se parecen en nosotros en sus actitudes y en sus relaciones
interpersonales.

No deberíamos perder de vista las causas subyacentes y el drama continuo. El
conflicto entre Dios y Satanás se está llevando a cabo aquí en el planeta Tierra y cada uno
de nosotros está involucrado en él. Satanás está tratando de ganar la batalla por las
mentes de los hijos de Dios, y su éxito es evidente. Si de cifras se trata, entonces Satanás
está ganando, como lo demuestra la mayoría durante el Diluvio o la Torre de Babel. Aun
muchas generaciones más tarde, Satanás sigue colocando trampas para cada persona,
mediante todo tipo de artificios. Especialmente por medio de la tendencia humana de
hacer las cosas a nuestra manera, él procura descarriar a los seguidores de Dios, y que
pongan su fe en sus propios esquemas. Las prácticas engañosas en estos capítulos de
Génesis ilustran muy apropiadamente la manera en que él hace sus insinuaciones y
sugerencias, conduciendo a los participantes a seguir sus propias inclinaciones y deseos.
Al repasar las biografías de los patriarcas desde la perspectiva del gran conflicto,
debemos entender cómo se desarrollan los sucesos, tanto en la vida de ellos como en la
nuestra.

Comentarios de Elena de White
Dios nos habla también en su Palabra. En ella tenemos, en líneas más claras, la revelación
de su carácter, de su trato con los hombres y de la gran obra de la redención. En ella se
nos presenta la historia de los patriarcas, profetas y otros hombres santos de la
antigüedad. Ellos estaban sujetos “a las mismas debilidades que nosotros.”4 Vemos cómo
lucharon entre descorazonamientos como los nuestros, cómo cayeron bajo tentaciones
como hemos caído nosotros y sin embargo cobraron nuevo valor y vencieron por la
gracia de Dios, y recordándolos, nos animamos en nuestra lucha por la justicia. Al leer el relato de los preciosos sucesos que se les permitió experimentar, la luz, el amor y la bendición que les tocó gozar y la obra que hicieron por la gracia a ellos dada, el espíritu que los inspiró enciende en nosotros un fuego de santo celo, un deseo de ser como ellos en carácter y de andar con Dios como ellos. {El Camino a Cristo, p. 87}

Preparado y escrito po: © Jonathan Gallagher 2016
Traducción: Shelly Barrios De Ávila.

Radio Adventista
1 comment… add one
  • Dios le bendiga.
    Someter nuestra voluntad, tener Fé y paciencia; deben ser cualidades de un verdadero cristiano.
    el enemigo, colocará discordia en todo momento. Más aún en las familias, para que pierdan la mirada de la luz que es Cristo.
    Bendiciones. Gracias

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