Jonathan Gallagher – Leccion 3 “El Espiritu Santo” – Para el Sabado 19 de Julio 2014

Leccion 3. El Espíritu Santo (3T 2014—Enseñanzas de Jesús)

Textos bíblicos Juan 14:16–18; 14:26; 15:26; Mateo 12:31, 32; Juan 16:8; Juan 3:5–8;
Lucas 11:9–13.

Citas
• Cada vez que decimos: “Creo en el Espíritu Santo”, queremos decir que creemos
que hay un Dios vivo poderoso y que está dispuesto a penetrar en la personalidad
humana y cambiarla. J B Phillips
• El Espíritu Santo hace su trabajo haciendo a Cristo presente en medio de nosotros,
y Cristo puede hacer su trabajo en la tierra sólo estando presente en su Espíritu
Santo. Regin Prenter
• Podemos tomar como una regla de la vida cristiana que cuanto más llenos
estemos del Espíritu Santo, más vamos a glorificar al Señor Jesús. Frank Gabelein
• Antes de que Cristo enviara a la iglesia a todo el mundo, envió el Espíritu a la
iglesia. Ese mismo orden se debe observar en la actualidad. Juan R. W. Stott
• El Espíritu tiene su propia existencia y función personal en la vida íntima de Dios
y en la economía de la salvación: su tarea es lograr la unidad de la raza humana en
el Cuerpo de Cristo, sino que también imparte a esta unidad un carácter personal,
y por lo tanto diversificado. Juan Meyendorff
• El Espíritu Santo es el anillo de compromiso que nuestro Enamorado celestial nos
da. Michael Green
• El Espíritu Santo es del imperativo de la vida dado por Dios. A. W. Tozer

Para debatir
¿Por qué se nos hace tan difícil entender al Espíritu Santo, en comparación con el
Padre y el Hijo? ¿Qué vemos como la obra principal del Espíritu Santo? ¿Qué
aprendemos acerca de Dios a partir del Espíritu? Nuestra iglesia no ha puesto mucho
énfasis en el Espíritu Santo, ¿por qué? ¿Cómo podemos llegar a conocer mejor al
Espíritu?

Resumen bíblico
En Juan 14:16–18 Jesús promete enviar al Consolador, al Espíritu de verdad (ver
también Juan 14:26; 15:26). También nos advierte sobre hablar contra el Espíritu Santo
(Mateo 12:31, 32). Jesús dice que cuando venga el Consolador, “convencerá a los que
están en el mundo que ellos tienen ideas equivocadas sobre el pecado, sobre lo que es
recto y sobre el juicio.” Juan 16:8 FBV. Debemos nacer del Espíritu. (Juan 3:5–8).
Nuestro Padre Celestial está listo para dar el Espíritu Santo a todos los que lo pidan
(Lucas 11:9–13).

Comentario
El registro bíblico nos señala que la vida terrenal de Jesús estaba íntimamente
conectada con el Espíritu Santo. El Espíritu estuvo allí durante la concepción de Jesús, en
su bautismo, durante sus tentaciones y también en otros momentos. De modo que
podríamos preguntarnos: ¿Por qué Jesús necesitaba del Espíritu Santo si Jesús también es
Dios?
Durante el bautismo de Jesús, el Espíritu Santo descendió como una paloma y se
posó sobre él. ¿Por qué? Sin duda alguna esto ocurrió para aquellos que estaban
observando. Este fue el método de Dios para asegurarse de que nosotros viéramos y
entendiéramos lo que está ocurriendo aquí, para que no tengamos confusión sino que
apreciemos con claridad el significado de este evento.
La Escritura dice que fue el Espíritu Santo el que resucitó a Jesús (Romanos
8:11). Sin embargo, Jesús dijo que él mismo tenía la capacidad de dejar su vida y tomarla
de nuevo. No obstante, en otras partes se nos indica que fue Dios quien resucitó a Jesús.
¿Qué nos dice esto acerca de Dios?
¿Qué quiere decir el versículo de Hebreos 9:14? ¿Qué estaba haciendo el Espíritu
Santo cuando el Hijo se presentó a sí mismo como sacrificio ante el Padre? Esto puede
parecer algo “mecánico” para algunos. Probablemente preferiríamos ver este versículo
como una demostración más de todos los miembros de la Trinidad trabajando juntos por
nuestra salvación, preocupados en lo íntimo por el bienestar de todas las criaturas, y en el
proceso de refutar todos los cargos del Diablo en la gran controversia.
La promesa de Jesús del Espíritu después de partir de la tierra ha hecho que las
personas se pregunten si el Espíritu no había estado presente hasta ese momento. Sin
duda la respuesta es de gran alcance y magnitud. Una vez que Jesús ya no está presente
físicamente, el Espíritu toma un papel mucho más visible. Impresiona la necesidad de un
cambio en el corazón, trae a la memoria lo que es necesario recordar, y guía a toda
verdad. Si reconocemos esta obra del Espíritu es difícil ver cómo podría verse
involucrado en alguna forma de Pentecostalismo.
Este es el desafío para el Espíritu Santo: convencernos de pecado, llamarnos, y
obrar cambios para vida eterna con nuestro permiso. Sin nuestro consentimiento, el
Espíritu no violará nuestra libertad. Dios nos permite hacer elecciones y todos debemos
asumir la responsabilidad por las consecuencias de esas elecciones. Ojalá que sigamos al
Espíritu Santo en la medida que este nos guía a toda verdad, especialmente a la verdad
acerca de Dios en contraste con las mentiras del Diablo, y que podamos ser
verdaderamente inspirados al vivir nuestras vidas como un espectáculo ante el universo.

Comentarios de Elena de White
Mediante la obra del Espíritu Santo había de introducirse un nuevo principio de
poder mental y espiritual en el hombre, para que, mediante la asociación con la divinidad,
llegara a ser uno con Dios. {Alza tus Ojos, p. 189}
Sin embargo, cuando el Espíritu Santo habita en el creyente, la humanidad puede
colaborar con la divinidad. {Recibiréis Poder, p. 139}
Cristo vino a este mundo y se puso en pie ante los seres humanos con una reserva
del amor para toda la eternidad. Todo un océano del amor divino fluía ante él. El Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo estaban trabajando por el bien del hombre. Todo poder en el
universo celestial se puso en marcha para llevar a cabo el plan de la redención. {Review
and Herald, 7 de enero de 1902}
Necesitamos comprender que el Espíritu Santo… es también una persona tanto
como lo es Dios… {2SAT 136}
Precisamente antes que Jesús dejara a sus discípulos para ir a las mansiones
celestiales, los animó con la promesa del Espíritu Santo. Esta promesa nos pertenece a
nosotros tanto como a ellos y, sin embargo, ¡cuán raramente se presenta ante el pueblo o
se habla de su recepción en la iglesia! {Recibiréis Poder, p. 310}
El Señor enriquecerá las mentes de aquellos que están en búsqueda de los tesoros
ocultos de la verdad. ¿Qué promesa hizo nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos para
impartirles consuelo ante el evento de su partida? Les dio la promesa del Espíritu Santo
de Dios. La influencia divina del Espíritu Santo iba a cooperar con la mente humana y
traería a su memoria lo que Cristo les había enseñado. La gran necesidad de este tiempo
de peligro es la necesidad del Espíritu Santo, pues este aportará a quienes lo reciban todas
las demás bendiciones consigo. {1888 1249-50}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y Escrito Por:  © Jonathan Gallagher 2014
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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