Jonathan Gallagher Lección 2 “Conceptos básicos del pacto” 2do Trimestre del 2021

2. Cartilla del pacto (2Q 2021-La promesa: el pacto eterno de Dios)

Texto bíblico: Génesis 9:15; Isa. 54:9; Gn. 12:1-3, Gál. 3:6-9, 29; Éxodo 6:1-8; 19:5; Jer. 31:33,
34.

Citas
– Un pacto hecho con Dios no debe considerarse como restrictivo, sino como protector. Russell M. Nelson
– Tal y como nos lo presentan los evangelios, la misión de Jesús de Nazaret trata de la forma en que la comunidad del pueblo de Dios – históricamente, el pueblo judío que había recibido primero la ley y la alianza- está siendo recreada en relación con Jesús mismo. Rowan Williams
– Dios es un Dios que hace y mantiene pactos. Si nunca has pensado en él en estos términos, entonces todavía no has empezado a pensar en él de la manera que él quiere que lo hagas. que lo hagas. La Palabra de Dios describe esos pactos, proclamando que él es un Dios de pactos. En cierto sentido, la Biblia es el libro de su pacto. Incluso lo llamamos así: el Antiguo y el Nuevo Pacto (Testamento). Sinclair Ferguson
– Él no nos ama si nosotros le amamos. Él nos ama con un amor incondicional; por lo tanto nosotros debemos amarlo. El mensaje del pacto es el de la gracia totalmente gratuita de Dios para a su pueblo. Por supuesto, exige una respuesta de compromiso total. Pero fíjate en el orden: El amor de la alianza de Dios no es el resultado de nuestro compromiso; es la causa del mismo. Él patrón es, ‘Yo quiero, por lo tanto tú debes’; no ‘Yo quiero, pero sólo si tú quieres primero’. Sinclair Ferguson

Preguntas
¿Cómo explicamos hoy el concepto de pacto? ¿La idea de pacto tiende a convertir el plan de salvación en un concepto legal? ¿Qué prometió Dios en realidad? ¿Cómo replanteó Jesús ¿Cómo replanteó Jesús la alianza? ¿Cuál sería otra forma de explicar lo que Dios quiere realmente para las personas de nuestro mundo? ¿Cómo encaja esto en la gran controversia?

Resumen bíblico
El arco iris es la señal de la promesa de no volver a inundar la tierra (Gn. 9:15), también se menciona en Isa. 54:9. En Gn 12:1-3 Dios promete bendecir toda la tierra por medio de Abraham, afirmado por Pablo escribiendo a los Gálatas (Gál. 3:6-9) con la conclusión añadida. “Si sois de de Cristo, entonces sois hijos de Abraham, y sois herederos de la promesa”. (Gal. 3:29 FBV).
Por medio de Moisés, Dios confirma a los israelitas la promesa que hizo a Abraham, Isaac y Jacob de darles la tierra de Israel (Éxodo 6:1-8), y que serán su pueblo (Éxodo 19:5). Dios resume su acuerdo: “Este es el acuerdo que voy a hacer con el pueblo de Israel en ese momento, declara el Señor. Pondré mis leyes dentro de ellos y las escribiré en sus mentes. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. (Jer. 31:33 FBV).

Comentario
Debemos identificar un problema desde el principio. La palabra “pacto” no es una palabra con la que la gente de hoy está familiarizada, a no ser que sea en un entorno legal. Eso colorea la perspectiva con la que vemos la alianza de Dios. Debemos considerar qué tipo de significado le damos a palabras como “pacto”. ¿Nuestra relación con Dios se basa en un contrato, o es más bien una cuestión de principios?.
Los pactos son especialmente útiles para las personas desconfiadas. Proporcionan algún tipo de garantía,en lugar de simplemente confiar en que los demás hagan lo correcto y honorable. El problema es que si somos dudamos o desconfiamos de Dios, y por eso queremos el pacto, ¿qué dice eso de nosotros y de nuestra relación con Dios? Tal vez simplemente sea mejor utilizar el significado de pacto como promesas para que no nos desviemos del concepto de obligaciones contractuales.
Jesús describe un nuevo tipo de pacto, y la misma terminología se encuentra en Hebreos 8. En este caso, la cita es de Jeremías 31:31-34, lo que en sí mismo es interesante, ya que muestra que el “nuevo” pacto no es tan nuevo después de todo. ¿Y cuál es la intención de este nuevo pacto?, Se define claramente que no es como el pacto anterior. No se basa en fórmulas legales y prescripciones, sino en leyes en las mentes y los corazones; en otras palabras, un pacto relacional basado en hacer lo correcto porque es correcto, y así es reconocido y aceptado por las personas que piensan. El intención, dice Dios, es “que todos me conozcan”. No se trata de una relación de confianza individual y personal.
La manera de vivir bien es estar cerca de Dios: pasar tiempo con tu Padre celestial, pensar en las implicaciones de la verdad sobre Dios en tu propia vida personal. Si tus pensamientos sobre Dios y su amorosa gracia no marcan la diferencia en tu forma de vivir, ¿de qué sirve? Juan escribió: “Todo el que hace lo correcto ha nacido de Dios”. (1 Juan 2:29 FBV.) Y si necesitas un resumen, Jesús explicó la ley como el amor a Dios y el amor a tu prójimo. Santiago comenta esto diciendo: “Si realmente observas la ley real de la Escritura: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, entonces haces bien. (Santiago 2:8 FBV.)
Entonces, ¿qué quiere Dios? “Deshazte de tus pecados: ¡no quiero verlos! Deja de hacer ¡maldad! Aprendan a hacer el bien; luchen por la justicia, condenen a los que oprimen a otros; apoyen los derechos de los huérfanos, defiendan a las viudas Isaías 1:16, 17 FBV. En lugar de confiar en algún sistema ritualista, ¡haz lo correcto! En lugar de “ocuparse del pecado” de alguna manera legal, Dios le dice a su pueblo que aprenda y acepte los caminos del buen hacer y del buen ser.
En lugar de preocuparse por el estatus legal, lo que es mucho más importante a los ojos de Dios es una vida que se vive correctamente. Él prefiere que pases el tiempo haciendo el bien a los demás que cumpliendo con lo que en cumplir con lo que crees que son sutilezas religiosas importantes. Porque puedes estar totalmente equivocado incluso mientras intentas observar las leyes religiosas. ¿Cómo? Por tu forma de pensar. Lo que Dios busca es una relación significativa. Él identifica lo que realmente quiere: “Los que miro con buenos ojos son humildes y arrepentidos”. Isaías 66:2 FBV. Respeto, honor, aceptación-una actitud seria que está pensando en Dios; no un seguimiento ciego de las reglas que arreglará cualquier problema con esta deidad exigente.

Ellen White comenta
Alrededor del trono de Dios está el arco iris del pacto, un símbolo de la palabra de Dios de que recibirá a todo pecador que renuncie a toda esperanza de vida eterna por su propia justicia, y acepte la justicia del Redentor del mundo, creyendo que Cristo es su Salvador personal, capaz de salvarle de su pecado y de evitar que caiga.
Si Cristo no es el fundamento de nuestra esperanza, no heredaremos la vida eterna. {ST, 5 de septiembre, 1892}
Hay una gran diferencia en la forma en que servimos a Dios. El niño que se esfuerza en sus lecciones porque debe aprender, nunca llegará a ser un verdadero estudiante. El hombre que pretende guardar los mandamientos de Dios porque piensa que debe hacerlo, nunca entrará en el disfrute de la obediencia. La esencia y el sabor de toda obediencia es el resultado de un principio interior el amor a la justicia, el amor a la ley de Dios. La esencia de toda justicia es la lealtad a nuestro Redentor, hacer lo correcto porque es correcto. {TMK 118}.
Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2021
Traducido por: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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