Leccion 12. El Sábado: Experimentar y vivir el carácter de Dios(4T 2020— La educación)
Textos Bíblicos: Génesis 1, 2; Éxodo 16:14–29; Isaías 58:1–14; Mateo 12:1–13; Lucas 13:10– 17; Marcos 2:27, 28.
Citas
• Una vida construida sobre el sábado es una visa satisfecha porque en los ritmos de descanso descubrimos que nuestro tiempo está lleno de la santidad de Dios. Shelly Miller
• La mayoría de las cosas que necesitamos para estar más plenamente vivos nunca vienen del estar ocupados sino que crecen en el descanso. Marcos Buchanan, “The Holy Wild: Trusting in the Character of God.”
• Cada vez que nos dirigimos a Cristo con fe es como un momento de sábado, un pequeño anticipo del descanso y la gloria eterna… Es el tiempo santo reservado para recibir el mayor regalo que Dios tiene para dar, que es él mismo, en su propio Hijo amado. Phillip Cary
• El propósito de Dios no era que el sábado fuera una carga, sino más bien un tiempo de alegría. La Biblia dice que las bendiciones vienen cuando honramos el sábado y lo llamamos un deleite (Isaías 58:13). Yeshua dijo que el sábadofue hecho para nuestro beneficio (Marcos 2:27). Así que disfrútalo y da gracias a Dios por darnos descanso. David Wilber
• ¿Cómo santificamos el día de reposo? En mis años más jóvenes, estudié el trabajo de otros que habían compilado listas de cosas para hacer y no hacer en el sábado. No fue hasta más tarde que aprendí de las escrituras que mi conducta y mi actitud en el sábadoconstituían una señal entre mi Padre Celestial y yo. Con ese entendimiento, ya no necesitaba listas de cosas que hacer y no hacer. Cuando tenía que tomar una decisión sobre si una actividad era apropiada o no en sábado, simplemente me preguntaba, “¿Qué señal quiero darle a Dios?” Esa pregunta hizo que mis decisiones sobre el día de reposo fueran muy claras. Russell M. Nelson
• Deténgase un día entero cada semana, y recordará lo que significa ser creado a imagen de Dios, que descansó el séptimo día, no del cansancio sino de la completa libertad. La promesa clara es que aquellos que descansan como Dios se encuentran libres como Dios, ya no son esclavos de las mil compulsiones que envían a otros a la tumba. Barbara
Brown Taylor
Para debatir
¿De qué manera el título de la lección de esta semana nos presenta una nueva forma de pensar sobre el sábado? ¿Cómo evitamos caer en una observancia legalista? ¿Qué intentó demostrar Jesús con sus milagros de sanidad en sábado? ¿Qué aprendemos de Dios a partir del sábado que comenzó en la Creación y que continúa a lo largo de la eternidad? ¿Para qué sirve el sábado?
Resumen bíblico
Génesis 1, 2 revelan el lugar que ocupó el sábado en la Creación. En Éxodo 16:14-29 Dios provee el maná para alimentar a su pueblo, con arreglos especiales para observar el sábado. Dios pide algo más que la observancia legal del sábado, insistiendo en que debe ser un placer (Isaías 58:1-14). Jesús habla del verdadero significado del sábado cuando sus discípulos son acusados de quebrantarlo al recoger el trigo (Mateo 12:1-13). Jesús sanó intencionadamente en sábado. Un ejemplo es el de la mujer lisiada (Lucas 13:10-17). “El sábado fue hecho para beneficio de ustedes, y no ustedes para beneficio del sábado,” Marcos 2:27, 28 VBL.
Comentario
“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”, dice Jesús (Juan 14:9 VBL). Jesús nos muestra el verdadero carácter de Dios. Así que cuando se trata del sábado y de “experimentar y vivir el carácter de Dios”, Jesús y sus conceptos sobre el sábado nos proporcionan una maravillosa visión. Su sábado es realmente un placer, y no una aburrida observancia de reglas. Sin embargo, los santurrones vieron a Jesús como un blasfemo. Aquellos que afirmaban conocer a Dios no lo reconocieron. Como ironía suprema, los fieles que guardaban el sábado exigieron que el Señor del sábado fuera asesinado y luego bajado de la cruz para poder irse a casa aguardar el sábado. Dios es el Creador, y el sábado es su acto supremo en el drama de la creación. En Juan leemos que la Palabra es el Creador. Él bendijo el sábado, y lo hizo especial allí mismo desde el principio. Hacer el tiempo sagrado fue una idea verdaderamente inspirada y brillante, ya que cualquier lugar u objeto, o cualquier cosa tangible y física pronto se habría convertido en el foco de adoración en lugar de Dios mismo. Pero es realmente difícil adorar un día, un período de tiempo. De este modo, el sábado se convierte en la señal o el emblema, (Éx. 31:13; Ez. 20:12, 20) de nuestra relación con el Dios, que no es un lejano Gobernador del Universo sino, uno que camina con nosotros en el fresco del día. En su sábado podemos realmente acercarnos a Dios, y compartir todas nuestras preocupaciones e inquietudes, así como nuestras alabanzas y alegrías, sin preocuparnos por todas las otras cosas que “necesitamos” hacer. El sábado es la promesa del continuo interés y cuidado de Dios, semana a semana en una semana eterna. El sábado nos da a quienes tanto lo necesitamos nuestra habitual esperanza. Esperanza que conquista la aterradora perspectiva de que el tiempo se agota, de que no queda nada. Esperanza que dice que hay tiempo si abrazamos a Dios. Porque aunque el sábado nos recuerda a Dios como Creador en Génesis 2 y en Éxodo 20, y luego como Redentor en Deuteronomio 5, Dios como fuente de esperanza es el aspecto esencial futuro-en-el-presente del Sábado. Las promesas futuras de Dios se hacen realidad en el sábado del presente. Jesús murió el viernes por la tarde. Descansó en la tumba ese impresionante sábado de crucifixión. Estaba muerto pero listo con intensa anticipación para resucitar. Con su gloriosa resurrección viene la total seguridad de la victoria sobre la muerte, sobre el mal, sobre el inevitable paso del tiempo que nos mata lentamente cada semana. Porque todos estamos muriendo, y cada semana nos lleva más cerca a nuestras tumbas. Pero cada semana el sábado nos señala esa esperanza más allá de la muerte, la asombrosa verdad de que el tiempo no puede matarnos ni destruir nuestra relación con Dios. El sábado es el recordatorio del mundo hecho nuevo cuando todos se reunirán para pasar ese maravilloso tiempo junto a Dios. Ese tiempo en el que Dios compartirá con aquellos que vivirán para siempre, para limpiar las lágrimas de sus ojos, y ellos serán su pueblo y él será su Dios…
Comentarios de Elena de White
Durante su ministerio terrenal, Cristo recalcó la vigencia de lo ordenado acerca del sábado; en toda su enseñanza manifestó reverencia hacia la institución que él mismo había dado. En su tiempo el sábado había quedado tan pervertido que su observancia reflejaba el carácter de hombres egoístas y arbitrarios más bien que el carácter de Dios. Cristo puso a un lado las falsas enseñanzas con que habían calumniado a Dios los que aseveraban conocerle. {Profetas y Reyes, p. 135} Los judíos acusaron a Cristo de pisotear el sábado, cuando sólo buscaba devolverle su carácter original. Las interpretaciones dadas a la ley por los rabinos, con todas sus minuciosas y gravosas exacciones, alejaban al sábado de su verdadero objetivo, y daban al mundo una falsa concepción de la ley divina, y del carácter de Dios…{The General Conference Bulletin, 5 de marzo de 1895}
Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2020
Traducción: Shelly Barrios De Ávila