Lección 11. ¿Qué más pude hacer? (1T 2025 El amor de Dios y su justiicia)
Textos bíblicos:Juan 18:37, Rom. 3:23–26, Rom. 5:8, Isa. 5:1–4, Mat. 21:33–39, Isa. 53:4, Rom. 3:1–4.
Citas
- • Los padres quieren lo mejor para nuestros hijos. Los criamos, los amamos, los cuidamos, los guiamos, oramos por ellos, oramos por ellos y luego ¡oramos por ellos otra vez! Pero muchos padres con el corazón roto han considerado el camino de un hijo o hija rebelde y se han preguntado: “¿Qué más podría haber hecho?”. Sin embargo, podría sorprendernos descubrir que el más grande de todos los padres, nuestro Padre celestial, a veces se hace la misma pregunta. En el capítulo 5 de Isaías, el profeta compuso una hermosa canción sobre Dios y la forma amorosa en que cuida a Israel, una viña que Él plantó. Isaías no es el único que imagina a Israel como una viña, pero es el único que entrelaza este tema en una canción hermosa y emocional. Gene Giguere
- • El Señor habla a Su antiguo pueblo, comparándolo con una viña, mostrando todo lo que Él ha hecho por ellos, y preguntando: “¿Qué más podría haber hecho?”. La respuesta es “nada”. Su respuesta fue rebelión y rechazo. ¿Y nosotros? ¿Qué más podría haber hecho el Señor por nosotros? Nada. ¿Cuál es nuestra respuesta al glorioso evangelio de Jesucristo, la plenitud del propósito de Dios en la nación de Israel? Jonathan Hunt
- • Tu primer pequeño paso debe ser seguido por otro, y otro más, hasta que te des cuenta de que Dios realmente ha hecho un camino para que lo conozcas personalmente. Henry Cloud
- • Si Dios no me debe nada, pero yo le debo todo a Dios, ¿no es todo un regalo asombroso? Ann Voskamp
Para debatir
¿Por qué es importante pensar que Dios ha hecho todo lo que estaba en sus manos? ¿Cómo se demuestra esto en las Escrituras? ¿Es intención de Dios que nos sintamos en deuda con Él? ¿Por qué expresó Dios su pesar acerca de la respuesta de Israel, llamándolos “uvas agrias”? ¿Qué nos dice todo esto sobre la naturaleza y el carácter de Dios, especialmente en el contexto del gran conflicto?
Resumen bíblico
Juan 18:37 registra a Pilato preguntándole a Jesús si es un rey. Sin duda, uno de los pasajes más significativos de las Escrituras es: “Todos hemos pecado y estamos lejos de alcanzar el glorioso ideal de Dios. Sin embargo, mediante el regalo gratuito de su gracia, Dios nos hace justos por medio de Cristo Jesús, quien nos libera. Dios presentó abiertamente a Jesús como el regalo que trae paz a aquellos que confían en él, el que derramó su sangre. Dios hizo esto para demostrar que es verdaderamente bueno y justo, porque anteriormente contenía y pasaba por alto los pecados, pero ahora, en este tiempo presente, Dios prueba que es justo y hace lo correcto, y que justifica a aquellos que confían en Jesús.” Romanos 3:23–26. Rom. 5:8 nos dice que Dios muestra su amor por nosotros, ya que Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores.
Isaías 5:1–4 es el texto temático que expresa el lamento de Dios sobre su “viña”, Israel. Mateo 21:33–39 es la interpretación de Jesús sobre la imagen de la viña, describiendo a los malvados labradores arrendatarios que insultan al dueño e incluso matan a su hijo. Isaías 53:4 a menudo se malinterpreta, pero claramente habla de nuestras ideas equivocadas sobre Dios. Dios siempre dice la verdad y será vindicado (Romanos 3:1–4).
Comentario de la lección
El título de la lección proviene de la declaración de Dios sobre su pueblo. Él afirma que no podría haber hecho más por ellos. Entonces, ¿cómo encaja esto en el tema de este trimestre sobre el amor y la justicia de Dios?
Muchos dirían que la demostración más elevada del amor y la justicia de Dios fue en la cruz. Podemos comprender el amor que atrae a todos hacia Él cuando es “levantado”. Pero, ¿qué hay del elemento de justicia? ¿De qué manera ilustra esto el concepto de “¿Qué más podría haber hecho?”.
Si vemos la justicia de Dios como “exigiendo satisfacción”, que ejecutar a su Hijo lo apaciguó y cumplió con las demandas de la justicia, ¿no va esto en contra de la misma esencia de quién es Él como el Dios de amor? En su vida, Cristo “cumplió” los requisitos de la ley. También demostró que la ley no era arbitraria, que no era un requisito imposible. Experimentó la penalidad de “convertirse en pecado” por nosotros: la muerte. Dios es probado justo en todo lo que es. Una vez más, una
parábola útil. Pero si se extiende más allá de las Escrituras, puede convertirse en un concepto completamente mecánico: un ajuste ceremonial de nuestro estatus legal, una forma de contabilidad celestial.
¿Es, como algunos han dicho, que Dios es como un Darío celestial, que ha hecho una ley que no puede cambiar, y se encuentra atrapado en un embrollo legal técnico que necesita ser resuelto? ¿Es la muerte de Cristo solo una forma de “evitar” la penalidad legal impuesta por un concepto rígido y retributivo de justicia por parte de Dios? La compensación legal, la provisión de satisfacción por una ofensa o infracción, son ideas extraídas no principalmente de las Escrituras, sino de los sistemas legales humanos. A esto se añade la inquietante pregunta de qué sistema de justicia permitiría que la muerte de un ser inocente sea ofrecida en lugar del culpable. ¿Es ético que la culpa individual sea transferida de esta manera? ¿Debe verse a Dios como un tirano severo que no se preocupa por quién sufre mientras se apacigüe su concepto de justicia? Es fácil ver cómo algunos conceptos de satisfacción se acercan mucho al apaciguamiento pagano de la ira de algún dios enfadado.
Cuando se trata de que Dios sea justo, esto no es más que otra forma de decir que Dios siempre hace lo que es correcto. De hecho, la palabra griega que se traduce como justicia y rectitud es la misma. Las ideas humanas de “justicia” que pueden incluir cierto grado de represalia o incluso venganza no tienen cabida cuando se aplican a Dios. Por lo tanto, no tiene sentido tratar de poner su rectitud y su justicia en oposición, ya que Dios siempre e invariablemente hace lo que es verdadero, justo y correcto. Reconociendo que la palabra traducida como justicia es la misma que rectitud, y que justificar significa hacer lo correcto, ¿qué necesita hacer Dios para hacer las cosas bien? En el contexto de Joel, esto significa desafiar a aquellos que han abandonado su relación de pacto con Dios y apelarles a cambiar y volver a Él. El rol profético, tan evidente al observar a los distintos profetas menores, es precisamente eso: el mensaje de Dios de advertencia y súplica por su arrepentimiento.
Aunque Dios ciertamente utiliza la disciplina, esto es porque no quiere que sigamos nuestro propio camino hacia la destrucción, que es lo que sucederá si no nos volvemos a Él y aceptamos su salvación sanadora. Además, el “hacer lo correcto” que proviene de este Dios justo no se trata solo de nosotros.
Recordemos que la rebelión comenzó en el cielo y no se trataba principalmente de cumplir la ley, sino de cuestionar la confiabilidad y bondad de Dios en su gobierno. Recordemos las acusaciones de Satanás. Si Dios va a arreglar todo eso, entonces necesitamos ver la cruz como la demostración más clara de lo que Dios necesita hacer, y esto va mucho más allá de hacer posible nuestra salvación.
Cuando Dios sea visto como santo y justo, confiable y recto por todo el universo, habrá un fin a la rebelión. No se trata de la imposición de la obediencia o la demanda de sumisión de un tirano divino dictatorial, sino de la demostración de que solo a través del funcionamiento del amor abnegado puede existir el universo. Dios se ha puesto bajo escrutinio para mostrar que no es el tipo de persona que el Diablo ha hecho que parezca. Solo a través de su autorrevelación y sus propias acciones puede Dios mostrar la verdad.
Comentarios de Elena de White
El amor de Dios se ha expresado en Su justicia, no menos que en Su misericordia. La justicia es el fundamento de Su trono y el fruto de Su amor. Ha sido propósito de Satanás separar la misericordia de la verdad y la justicia. Intentó demostrar que la justicia de la ley de Dios es enemiga de la paz. Pero Cristo muestra que en el plan de Dios están indisolublemente unidas; una no puede existir sin la otra. ‘La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.’ Salmos 85:10. {El Deseado de Todas las Gentes, p. 762} La justicia es amor, y el amor es la luz y la vida de Dios. La justicia de Dios está personificada en Cristo. Recibimos la justicia al recibirlo a Él. {El Discurso Maestro de Jesucristo, p.20}
Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2025
Traducción: Shelly Barrios De Ávila