Escuela Sabática VIVA. Leccion 8 – “Dios y el pacto” – Sábado 23 de Noviembre

La mayoría de los humanos siempre han elegido el peor camino, desde los hijos de Adán y Eva. Abel eligió el buen camino, el de la obediencia a DIOS, pero Caín eligió el mal camino y finalmente mató a su hermano. Entonces nació Seth, que eligió el camino correcto, y de él, como séptimo descendiente, vino Enoc, que amaba a Dios, amaba a sus semejantes (hizo trabajo misionero en su día, pero muy pocos, tal vez nadie, lo escucharon). Enoc decidió educar bien a su hijo, y luego fue llevado vivo al cielo.

La descendencia de Caín fue un desastre. Lamec, su séptimo descendiente, decidió casarse con dos mujeres, instituyendo la poligamia, algo que incluso proliferó entre los hijos de Dios (descendientes de los Siete). Este Lamech mató a dos hombres y dijo que si alguien lo lastimaba por ello, debería ser vengado siete veces setenta por la venganza de su antepasado Caín. Es decir, la relación entre humanos se estaba volviendo violenta, dirigiéndose hacia el Diluvio.

A su vez, los descendientes de Set mantuvieron una línea de personas obedientes a Dios, pero no a todos, porque decidieron casarse con las hijas de los hombres (descendientes de Caín y Lamec). Como sabemos, Seth engendró a Enoc que engendró a Matusalén, y murió en el año del diluvio. Dios tuvo que destruir la raza humana, y lo hizo en el límite del tiempo. Le dio 120 años a alguien arrepentirse, pero solo la familia de Noé se puso del lado de Dios. La predicación de Noé resultó en cero conversos el día de entrada en el arca. De todos los seres humanos, solo quedaba una familia. Un poco más de tiempo, y no habría ni una sola persona fiel a DIOS, Satanás tendría todo bajo su poder esclavizador. Es decir, la relación a través del amor desaparecería de la tierra y valdría el principio de Lamech: la venganza.

Radio Adventista
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