Escuela Sabática VIVA. Lección 2 – Los pactos de Dios con nosotros – Sábado 14 de Enero 2023

Versículo para memorizar: ” ‘Y sucederá que si obedeces diligentemente la voz del Señor tu Dios, para observar cuidadosamente todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, porque obedeces la voz del Señor tu Dios’. “Deuteronomio 28:1, 2 LBLA

Esta semana exploraremos estos temas:

  • Domingo: El pacto de Dios que implica nuestra salvación: ¿Qué es el universalismo?
  • Lunes: Moisés revisa el pacto de Dios en Deuteronomio -¿Eran incondicionales las bendiciones y promesas de Dios? (Deuteronomio 28:1-14)
  • Martes: Salomón nos explica cómo debemos honrar a Dios. ¿Cómo el poner a Dios en primer lugar nos hará sabios y no tontos? (Proverbios 3:1-10).
  • Miércoles: Malaquías enfatiza el valor de devolver a Dios el diezmo (la décima parte) de nuestros ingresos. (Malaquías 3:7-11)
  • Jueves: Jesús nos invita a buscar ante todo el Reino de Dios -¿Cómo reciben la bendición de Dios tanto los ricos como los pobres? (Mateo 6:25-33)

Existen básicamente dos tipos de pactos que Dios tiene con la humanidad. Uno de ellos es bilateral, lo que significa que involucra a dos partes. Tanto Dios como los seres humanos tienen una parte que cumplir en el plan de salvación, por ejemplo. Cuando elegimos obedecer los mandamientos de Dios, Él nos bendice material y espiritualmente, dándonos la gracia necesaria para obedecer.

También hay pactos unilaterales que consisten en promesas de Dios que benefician a toda la humanidad. La promesa de lluvia, sol y cambios estacionales que controlan nuestro sustento entraría en esta categoría. También, la promesa de que otro diluvio mundial no cubriría la tierra sería unilateral por naturaleza, implicando sólo la benevolencia misericordiosa de Dios. Véase Mateo 5:45, Génesis 8:22 y 9:11.

La ley de Dios, contenida en Su pacto, tiene un papel definido que desempeñar en el pacto de salvación, a medida que buscamos diligentemente maneras de obedecer Sus palabras por amor. Sus mandamientos específicos de alejarse de la idolatría, guardar el sábado y abstenerse de ciertos alimentos malsanos deben ser tomados en serio por todos los hijos de Dios. Del mismo modo, honrar a Dios administrando fielmente los recursos que nos ha dado es una forma importante de cumplir el pacto que hemos hecho con Él.

La Biblia es bastante clara en que aquellos que aceptan la salvación de Dios tienen ciertas obligaciones que cumplir, como parte de nuestro acuerdo de pacto con Dios. A pesar de las claras directivas para la participación del hombre, hay algunos que creen que todos serán salvos, sin importar su comportamiento o incluso su elección. Esto se llama “universalismo”. Parece describir la naturaleza misericordiosa de Dios, pero se queda corto a la hora de revelar la justicia que Dios también encarna, con un futuro final razonable de la muerte y el sufrimiento que el pecado ha traído a nuestro planeta.

Aunque Pablo sería el primero en declarar que la salvación es sólo por la fe, pudo compartir con confianza con su amigo Timoteo, cuando se acercaba su ejecución, que había “peleado la buena batalla”, había terminado su carrera y guardado la fe (2 Timoteo 4:6-8). Por la fe, pudo reclamar la “corona de justicia”, que es la justicia de Cristo.

Aunque guardar la ley parece ser un tema más urgente del Antiguo Testamento, encontramos numerosas referencias que animan a guardar los mandamientos con consideración y amor en todo el Nuevo Testamento.

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