Toda verdadera educación debe comenzar con Dios. Él es la fuente de todo el conocimiento y la sabiduría, se nos dice en Proverbios 9:10. Puesto que Dios es amor (1 Juan 4:8), el amor debe ser la base de todo nuestro aprendizaje.
El amor de Dios se nos muestra más claramente en la Biblia, que también nos señala la naturaleza, y la vida y el ministerio de Jesús. El valor de la educación proviene de su capacidad de mostrarnos cómo usar estas herramientas para conocer mejor a Dios y ser recreados a su imagen.
Génesis 1-3, nuestro enfoque para el estudio de esta semana, debe ser la base de todo nuestro aprendizaje. Estos primeros capítulos preparan el escenario para entender todo lo demás que sucede más adelante en la historia de la salvación.
Versículo de memoria: “He aquí que Dios es exaltado por su poder; ¿quién enseña como Él?” Job 36:22 LBLA
Obviamente, Dios no sólo es nuestro primer maestro, sino también nuestro mejor instructor a lo largo de nuestras vidas. Fue el fundador, director y maestro de la primera escuela del Jardín del Edén.