Atención, sólo los hijos de DIOS, los remanentes, los que pertenecen a la última iglesia, Laudicea, que, además de obedecer los mandamientos de Dios, tienen el testimonio de JESÚS. Es decir, ni siquiera los fieles siervos de Dios de los tiempos anteriores a Laudiceia tuvieron el testimonio de JESÚS, nadie antes tuvo una profetiza Elena de White con sus escritos para orientar tan bien como nosotros. Los que nos precedieron tuvieron profetas que escribieron la Biblia, nosotros tenemos una profetiza cuyos escritos sirven para entender mejor la Biblia, así que tenemos más luz que todos nuestros antecesores. Somos los siervos de Dios más privilegiados de todos los tiempos, y tenemos una identidad más fuerte que nuestros antecesores. Esto significa una responsabilidad también mayor que nuestros predecesores. Somos los remanentes, aquellos que tienen más revelación que los demás en todos los tiempos.
Me gusta la leccion con el Pastor,el de Texas.Habla bien y con calma.