Lo que dice en el versículo de memoria para esta semana es que debemos vivir cada día como si fuera el último. Dice mucho de cómo cada uno de nosotros debemos vivir toda nuestra vida de una manera que glorifique a nuestro Padre celestial.
Muchos de los salmos nos ayudan a lidiar con nuestras emociones, tanto positivas como negativas: ansiedad, culpa, tristeza, gratitud y alegría. Sin embargo, lo que muchos de nosotros pasamos por alto es lo que podemos aprender de ellos sobre la sabiduría que se necesita para vivir una vida feliz, significativa y productiva, brindándonos más emociones positivas.
Para ello podemos acudir a la literatura sapiencial o sapiencial de la Biblia: los libros de Job, Proverbios y Eclesiastés. Sin embargo, varios salmos también contribuyen a nuestra comprensión de la experiencia, el conocimiento y el buen juicio necesarios para vivir con rectitud. Estos salmos incluyen: Salmos 1, 19, 32, 34, 37, 49, 73, 112, 119, 127, 128 y 133.