El amor romántico entre una pareja casada tiende a ser cada vez más intenso y atractivo. Nunca entra en la rutina, siempre se renueva por atracción más intensa entre los dos. La felicidad sólo aumenta, algo que Dios está uniendo, y que no puede ser quebrado ni por hombres ni por los demonios, desde que se mantienen las enseñanzas de santidad, es decir, de la separación de lo que es mundano. El galanteo entre una pareja generalmente se inicia por el hombre, que dirige palabras atractivas a su mujer. Eso no quiere decir que ella no lo haga también, si lo desea, pues no hay nada malo en eso. El hombre debe estar bien capacitado en atraer a su esposa por el lado del romanticismo, que envuelve palabras, como las de Cantares, y más las caricias y pequeños regalos de naturaleza simbólica. La esposa no resiste a tales, digamos, ‘cantadas’ del marido (por cierto, derecho exclusivo de él).
Escuela Sabática Texas USA Lección 6: “El majestuoso canto de amor” Sabado 11 de mayo de 2019
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