“Aunque esclava, y muy lejos de su hogar, esa niña fue uno de los testigos de Dios, y cumplió inconscientemente el propósito para el cual Dios había escogido a Israel como su pueblo.(…) La conducta de la niña cautiva en aquel hogar pagano constituye un testimonio categórico del poder que tiene la primera educación recibida en el hogar”. – {Conflicto y Valor, pág. 227.2}.
Había poder en su testimonio y convicciones firmes en sus palabras. A un hombre con gran poder de comando en las manos, ser convencido por las palabras de una adolescente para buscar curación en medio de un enemigo que fue vencido en la guerra, no era común. Las convicciones que orientaban los pueblos paganos eran que, si vencieron al enemigo, es porque su dios era más poderoso. ¿Cómo buscar el favor de un dios que no tiene poder para proteger a su pueblo?
Exelente Explicacion de Escuela Sabatica