El placer por las posesiones, por el dinero, por la gastanza, y cosas semejantes domina la mente de las personas y es el demonio quien controla esas cosas, para manipular a las personas. Así se vuelven esclavas de las riquezas, en verdad, esclavos de quien las manipula que es satanás. En el caso del materialismo, riquezas y dinero están otros problemas graves, tales como el orgullo, el poder, la dominación, el desprecio, la falta de amor (que se enfría en casi todos), la actividad política, la propina, la robos, el lujo, la ostentación, y así va. Por esa vía el mundo va como se ve, de mal a peor, pero le gusta y piensa ser bueno así.
Escuela Sabática Texas USA Lección 2: “Lo veo, lo quiero, lo tengo” 2018.
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