Muchas veces Jesús dijo a sus oyentes: “el reino de Dios es como…” Quería
ilustrar los principios de su gobierno en el reino de la gracia que les presentaba,
principios que deberán seguirse en su reino de gloria cuando él regrese. Muy a menudo su
reino debía presentarse en contraste con el reino que los líderes religiosos habían
establecido, el cual se basaba en ideas erróneas acerca de Dios. Ellos pensaban que eran
especiales, los repositorios de sistema de salvación de Dios. Pero el suyo no era un
sistema de salvación en absoluto, más bien era un medio de esclavitud que condujo a la
adoración mecánica y a la culpa personal. Por eso Jesús se reservó su más enérgica
condena para esos “verdaderos seguidores de Dios,” llamándolos hipócritas y sepulcros
blanqueados. Porque no hay nada que de vida en un sistema tan agobiante de castigo y
penitencia.
Ok.