Job no solo se hizo cargo de su trabajo ni de sus acciones, sino que también se hizo cargo de sus pensamientos que son correctas, ya que nuestras acciones se deben de lo que provienen en nuestros pensamientos. Job explico a sus amigos en referencia a la forma de vida antes del desastre, una vez más trató de hacerlos entender a sus amigos que el en cuanto a sus pensamientos no había una falta tan grave para ser castigados tan severamente.
El pecado comienza aquí, con los pensamientos impuros, lo que creemos que es tan importante como lo hacemos, porque lo que pensamos determina nuestras acciones, por ende se dice siembra un pensamiento y cosecharas una acción, siembra una acción y cosecharas un hábito, siembra un hábito y cosecharas un carácter, siembra un carácter y cosecharas un destino, porque tenemos una conexión directa entre los ojos y la mente. Para Jesús no existían jerarquías la casta ni el nivel de importancia, él trataba por igual a todos, Jesús ya tenía en mente lo que hoy en día llamamos “Los derechos humanos”, es por eso es importante entregarnos todos los días al Señor Jesús para hacer transformación gradual.