Edición para maestros. El Pueblo Especial de Dios (Miqueas) Sabado 18 de Mayo de 2013

Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2013

 “El pueblo especial de Dios (Miqueas)”

Lección 7:  Para el 18 de mayo de 2013

El sábado enseñaré...

Texto Clave: Miqueas 6:8.

Enseña a tu clase a:

Saber que Dios revela en su Palabra lo que es bueno. Su revelación nos da vislumbres que no podemos obtener de otro modo. Dios solo quiere lo mejor para nosotros; por eso nos da instrucciones y leyes.

Sentir atracción hacia Dios y su carácter amante, y gozar de su presencia.

Hacer: Pasar tiempo con él, como resultado, su bondad y rectitud se verán en el carácter al actuar como Dios actuaría.

 

Bosquejo de la Lección

  1. Saber: Andar humildemente con Dios
    1. ¿De qué modo puedes andar humildemente con Dios?
    2. ¿Por qué es tan difícil hacer misericordia?
    3. ¿Qué significa hacer lo correcto?
  2. Sentir: Amar misericordia
    1. ¿Cuál es la diferencia entre mostrar misericordia y amar mostrarla?
    2. ¿Cómo te hace sentir el perdonar a alguien que no lo merece?
  3. Hacer: Actuar con justicia
    1. ¿Por qué es tan importante para el pueblo de Dios ser amonestado a fin de que haga lo recto?
    2. ¿Cómo puedes armonizar la misericordia y la justicia en las decisiones de tu iglesia, mientras tratas con temas problemáticos?
    3. Invita a la clase a compartir sus experiencias personales de cuando lucharon con mostrar misericordia o justicia a una persona que se equivocó.

 

 Resumen

El profeta Miqueas explica quién es Dios. Luego, amonesta al pueblo a caminar con él a fin de reflejar su carácter; es decir, mostrar misericordia y hacer lo que es correcto. Solo al contemplar a Dios lo imitaremos y llegaremos a ser como él.

 

 CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Dios perdona, muestra misericordia y actúa con justicia. Cuando caminamos humildemente con él, aprendemos a amar la misericordia y a hacer lo que es recto. Al hacerlo, reflejamos su carácter.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Texto destacado: Miqueas 6:8.

Solo para los maestros: Un excelente resumen del mensaje de Miqueas se encuentra al final de su libro, en Miqueas 7:18-20. Este pasaje es un juego de palabras con el nombre del profeta: “¿Quién es como el Señor”, pues comienza con la pregunta: “¿Quién es un Dios como tú?” La respuesta a esta pregunta retórica es “Ninguno”, porque Dios es único. Él es el Dios que perdona el pecado, se deleita en la compasión y muestra misericordia. Él es fiel, ama la misericordia y actúa con justicia.

Este Dios es el Dios del Antiguo Testamento. No hay diferencia entre el Dios del Antiguo Testamento y el del Nuevo Testamento, que es lo opuesto a lo que decía Marción. Este, en el siglo II d.C., hizo una distinción incorrecta entre lo que él caracterizaba como un Dios severo, justo, castigador y enojado, en el Antiguo Testamento; y el Jesucristo amante, perdonador y lleno de gracia, el del Nuevo Testamento. La realidad es que el Dios que creó a la humanidad, y sacó a Israel de Egipto y lo condujo a la Tierra Prometida ¡es exactamente el mismo Dios que murió por nosotros en el Calvario! “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Heb. 13:8).

Diálogo inicial: La gente a menudo lee mal, y se imagina al Dios del Antiguo Testamento como un Dios de guerra, sangre, castigos y juicios, mientras pasan por alto el cuadro aún más severo de un Dios justo en el Nuevo Testamento (ver, p. ej., Mat. 23:13-39; 24:51; Hech. 5:1-11; Apoc. 14:9-11; 19:17-21). Sin embargo, hay solamente un Dios bíblico, que es amor (Éxo. 34:6, 7; 1 Juan 4:16). En general, nuestra interpretación de las Escrituras está distorsionada, y necesita ser corregida; pero no así el carácter de Dios, porque él es amor, verdad, justicia y libertad.

Preguntas para dialogar:

  1. En esta lección, ¿cuál es el versículo más poderoso que da ánimo en relación con la batalla contra el mal?
  2. ¿Cuál es la importancia de la victoria de Cristo en la cruz, y qué repercusiones tiene para el entender que Dios es amor y justicia?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Miqueas fue un profeta del siglo VIII a.C. (aprox. 750-686) y contemporáneo de Isaías; su mensaje se dirigió a su propia generación pero, especialmente, al remanente (este término aparece cinco veces en el libro: Miq. 2:12; 4:7; 5:7, 8; 7:18).

Las condiciones de la sociedad en la que vivía parecen una descripción de nuestra sociedad posmoderna (ver, especialmente, Miq. 7:2-6): no hay gente piadosa, la violencia y el derramamiento de sangre prevalecen en todos lados, las traiciones reinan entre los amigos, los que están en el poder exigen sobornos, los jueces son corruptos, hay conspiración por todas partes, uno no puede confiar en un vecino o un amigo o aun su cónyuge, los niños tienen conflictos con sus padres, etc. El mensaje de Dios tiene el poder de sanar todas estas relaciones quebradas.

Comentario de la Biblia

I. Lo que Dios requiere

(Repasa, con tu clase, Miq. 6:8.)

El libro no fue escrito solo para dar información; la Palabra de Dios tiene poder para cambiar a sus lectores. Miqueas plantea preguntas muy importantes. Si Dios es amante, perdonador, misericordioso y compasivo, ¿de qué modo podemos agradar a nuestro Dios? ¿Cómo podemos ganar su favor? ¿Sacrificando animales? Dios no se deleita con los ritos, o con una religión externa y formal. Quiere más. ¿Dar regalos especiales? ¿Sacrificar al primogénito? Absolutamente no. Así que, ¿de qué forma debemos acercarnos a él? La respuesta clara se da en Miqueas 6:8: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios (“y caminar humildemente con tu Dios”, BJ)”.

La Nueva Traducción Viviente lo dice así: “¡No!, oh pueblo. El Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión, y que camines humildemente con tu Dios”.

Miqueas 6:8 es el versículo por excelencia para la ética bíblica y describe el estilo de vida del verdadero cristiano. A fin de entender mejor lo que Dios dice por medio de Miqueas, necesitamos conocer un rasgo básico del pensamiento hebreo bíblico. Cuando los autores bíblicos quieren explicar una serie de acciones diferentes, las describen generalmente del efecto a la causa. Este principio actúa desde lo visible a lo invisible, de lo superficial a lo real, de afuera hacia adentro. Hoy pensamos y hablamos en forma diferente, pues explicamos las cosas de la causa al efecto.

En otras palabras, para comprender lo que Miqueas realmente dice, para captar su mensaje, necesitamos invertir la secuencia de pensamientos. Necesitamos comenzar a estudiar este versículo comenzando con el final. Así, la secuencia apropiada para nosotros hoy es:
Primero, “caminar humildemente con tu Dios”. Esta es la causa de todas las demás acciones descritas.

Segundo, “amar misericordia”. Este es el primer resultado.

Finalmente, “hacer justicia”. Esta es la consecuencia adicional.

Considera: ¿De qué modo obtenemos el favor de Dios? ¿Cuáles son los efectos de andar humildemente con Dios?

II. Caminar con Dios

(Repasa, con tu clase, Gén. 5:24.)

En algunos países, cuando dos jóvenes están profundamente enamorados, la gente describe su relación con la expresión idiomática “salen (o caminan) juntos”. El significado de esta expresión es que a la pareja les gusta estar juntos, desean conocerse mutuamente y están enamorados.

Caminar con Dios significa enamorarse de él, saber más cómo es él, igual que Enoc, quien caminó con Dios y “desapareció, porque le llevó Dios” (Gén. 5:24).

De este modo, llegaremos a ser como él. A quién amamos, a quién copiamos hace toda la diferencia. Todo depende de si queremos ser como Dios: tan amantes, llenos de gracia, perdonadores, misericordiosos, serviciales, compasivos y generosos como él.

Es fácil ser espiritualmente orgulloso y construir logros inmediatos, pero concentrarnos en ellos es muy engañoso y peligroso. ¡El chasco es amargo! Por eso, Miqueas enfatiza que necesitamos andar humildemente con Dios.

Considera: ¿Cómo puedes estar seguro de que la rutina diaria y las preocupaciones de la vida no te distraen de caminar con Dios? ¿De qué manera puedes caminar con Dios mientras trabajas, hablas, estudias o te entretienes?

III. Amar misericordia y hacer justicia

(Repasa, con tu clase, Miq. 6:8.)

Una cosa es mostrar misericordia, y otra es amar hacerlo. Necesitamos amar el perdonar, no ser empujados o forzados a hacerlo. Debemos amar como Dios ama, generosamente. Actuar de tal modo que uno se sacrifique a sí mismo como Dios lo hace es posible solamente por su poder. Necesitamos ser ejemplos vivos de la gracia de Dios. Amar el mostrar misericordia produce resultados sorprendentes.

Solo cuando caminamos humildemente con Dios, y amamos perdonar, ser misericordiosos y mostrar compasión, sabremos lo que significa hacer justicia. Este es el resultado de un caminar estrechamente ligado con Dios. Solo si practicamos el amor, sabremos como mantenernos en la verdad y la justicia, y cómo sentir pasión por la rectitud.

Considera: ¿Qué significa “amar” misericordia? ¿De qué modo podemos perdonar y mostrar misericordia a las personas cuando ellas repetidamente cometen el mismo error? ¿Qué significa actuar con justicia?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Dios arroja todas nuestras iniquidades en lo profundo del mar. Usa la siguiente historia para ilustrar este concepto, a fin de ayudar a los miembros de tu clase a perdonar como Dios nos perdona a nosotros.

Historia: “En la profundidad del mar”

Un padre anciano estaba leyendo Miqueas 7:19, donde dice que Dios elimina nuestros pecados arrojándolos en las profundidades del océano. Se alegró por ello y gritó: “¡Gloria a Dios!” A su hijo incrédulo no le gustó eso, así que le trajo una enciclopedia científica para que su padre la leyera en vez de leer la Biblia. Después de algún tiempo, su hijo oyó otra vez a su padre que gritaba: “¡Gloria a Dios!” El hijo fue y le preguntó al padre: “¿Qué leíste aquí que te emociona tanto?” “Leí que los científicos, aun con el mejor equipo moderno, no pueden sumergirse lo suficiente en el océano como para explorar toda su profundidad. Significa que nuestros pecados están sepultados allí, y ¡nadie puede extraerlos!” Gracias a Dios por esta clase de fe que acepta a Dios literalmente.

Preguntas para reflexionar:

  1. ¿De qué manera podemos no solo debemos perdonar, sino también olvidar lo que se nos hizo?
  2. ¿De qué forma podemos tener la misma actitud hacia otros como la que tiene Dios hacia los pecadores?

Actividad: Cuenta a tu clase historias notables acerca del perdón y del amor generoso. Analiza con ellos sus diversas reacciones, y ayúdales a comprender por qué el perdonar es divino.

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Usa la historia del encuentro de Cristo con la mujer junto al pozo para explorar de qué modo, al combinar el amor con la justicia, podemos acercarnos a la gente que ha hecho algo terriblemente malo. Entonces, responde las siguientes preguntas.

Actividad: Analiza cómo Jesús mostró respeto a la mujer de Juan 8, a pesar del hecho de que ella había cometido adulterio.

Preguntas para dialogar:

  1. De acuerdo con esta historia, ¿cuáles son los primeros pasos para recuperarse de los malos hábitos?
  2. ¿Qué ejemplos prácticos puedes usar para aclarar el proceso del perdón y la reconciliación?
Radio Adventista
1 comment… add one
  • este resumen para mi es de suma importancia de lo conciso en la redaccion gloria a Dios

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