Bosquejo de la leccion 5 “La experiencia de la unidad en la iglesia primitiva” Sabado 3 de Noviembre 2018

Después de la ascensión de Jesús al cielo, hubo tres elementos que fueron fundamentales para la unidad y la armonía entre creyentes de la iglesia primitiva:
1. Estudio de la Biblia,
2. La oración y
3. Compañerismo

Ese será el tema de la lección de la Escuela Sabática. Estamos en la lección 5, que tiene como título: La Experiencia de la unidad en la iglesia primitiva.
Vamos a enfocarnos en tres asuntos:
1. Unidad, requisito para el derramamiento del Espíritu Santo.
2. Unidad y la misión de la iglesia
3. Características de la verdadera unidad.

I. Unidad, como requisito para el derramamiento del Espíritu Santo.

Poco antes de su muerte Jesús prometió a sus discípulos que no los dejaría solos. Así, mientras los 120 discípulos esperaban el cumplimiento de aquella promesa, al mismo tiempo, «perseveraban unánimes en oración y ruego» Esos diez días entre la ascensión de Jesús y el Pentecostés probablemente constituyeron un período de intensa preparación espiritual, una especie de retiro espiritual. Hechos 1: 14 menciona que los discípulos: “perseveraban unánimes en oración y ruego” Las oraciones en grupo jugaron un papel fundamental:

Por ejemplo:
1. Hechos 1:24 dice que hubo oraciones en grupo cuando necesitaban elegir el reemplazo de Judas.
2. Hechos. 12: 5, 12 dice que hubo oraciones como iglesia al pedir la liberación de Pedro.
3. Hechos 13:3 oraron al despedir a Bernabé y a Pablo.

La oración grupal era parte de su vida eclesiástica.
II. Unidad y la misión de la iglesia
Existe un paralelo interesante entre Génesis 11 y Hechos 2; En el primer caso vemos el relato de la torre de Babel y en el segundo caso vemos la descripción del Pentecostés y el don de lenguas. Sobre la torre de Babel, Génesis 11:6 describe tres características del pueblo que estaba construyendo la torre:
1. El pueblo era uno.
2. El pueblo tenía un solo lenguaje.
3. El pueblo tenía un solo propósito, una sola misión.

Dios estaba preocupado con esta unidad, porque si él no los detenía, nada los haría desistir, por eso expresó: “Han comenzado la obra, y nada los hará desistir” parece que Dios sabia del potencial de la unidad y cuán lejos ellos podrían llegar.

Así que Dios también se unió; Génesis 11:7 “ahora pues, descendamos y confundamos allí su lengua”. Y sólo de esta forma la obra se detuvo. Por otro lado, en el pentecostés; encontramos una iglesia que también estaba unida, hablaban una sola lengua y tenían una sola misión. Esta era una unidad que provenía de Dios, era una unidad apoyada por Dios. Entonces el Dios que los unió, les dio el don de lenguas para tornar efectiva la misión de alcanzar a muchos. ¿Cuál es la lección? Cuando existe una iglesia unida, en un solo espíritu, en una sola misión, nada detendrá el avance del sueño que Dios tiene para evangelizar el mundo.

III. Características de la verdadera unidad Hechos 2:42 dice los discípulos: «perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones»

Três características:
1. Esta nueva comunidad de creyentes se comprometió en primer lugar a aprender las enseñanzas de Jesús de boca de los apóstoles.
2. En la comunión unos con los otros;
3. Y pasaban tiempo partiendo el pan y orando.

Hechos 2:44,45 habla de la generosidad que existía entre los cristianos primitivos: «Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas: vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno» Una de las parábolas apocalípticas de Jesús prepara el escenario para comprender esta misma generosidad entre los creyentes de los últimos días. Mateo 25: 34,36 «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, he- redad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme” En la iglesia primitiva el acto de compartir los recursos se consideraba como una expresión visible de unidad. Lo contrario de generosidad es la codicia y el egoísmo: Estos dos últimos no son pecados visibles. Son como una enfermedad; algo que se hace visible únicamente cuando se manifiesta mediante acciones egoístas.

Aplica:
1. Aunque las costumbres sociales de hoy son muy diferentes a las imperantes en el tiempo de la iglesia primitiva, podemos aprender de su experiencia:Orar Juntos, estudiar la biblia juntos, ser generosos con los desfavorecidos.
2. Si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, y nos unimos como hermanos, sin duda que nuestra misión será exitosa.

Radio Adventista
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