Bosquejo de la Leccion 11.
La Biblia sigue siendo única en comparación con otras publicaciones religiosas en el mundo, ya que el 30% de su contenido es de naturaleza profética. En la lección de esta semana, estudiaremos los pilares de la interpretación profética historicista, que ofrece la identidad y la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. ¡Sean todos Bienvenidos al Bosquejo de la lección de la Escuela Sabática! Estamos en la lección 11 que tiene el título: “La Biblia y las profecías” Estudiaremos solo dos temas: 1. Los métodos de interpretación profética. 2. La tipología como profecía I. Métodos de interpretación profética. Las profecías han sido estudiadas, de acuerdo con cuatro metodologías de interpretación: Preterismo, Futurismo, Idealismo e Historicismo o una combinación de ellas. Consideremos las profecías de Apocalipsis como un ejemplo para comprender estas metodologías: 1. Comenzaremos con el preterismo. Los preteristas creen que el Apocalipsis está restringido al primer siglo. Por lo tanto, las persecuciones imperiales romanas serían el único objeto de preocupación del autor del libro. 2. El segundo método es el futurismo. Los futuristas consideran el libro de Apocalipsis, como esencialmente escatológico, sólo para el tiempo del fin. Este método de interpretación ganó gradualmente el apoyo de protestantes, evangélicos y pentecostales, después de la propagación del dispensacionalismo desde el siglo XIX. 3. El tercer método es el idealismo. A diferencia de otras corrientes de interpretación, el idealismo no encuentra conexión con hechos históricos en Apocalipsis. Para los idealistas, el libro presenta una descripción simbólica de la lucha entre el bien y el mal, que no se aplica a ningún período histórico. Sus enseñanzas se aplican a los creyentes en cualquier momento de la historia. 4. Finalmente, tenemos historicismo. Según esta corriente de interpretación, las profecías se cumplieron en el pasado; algunas se cumplen en el presente y otras se cumplirán en el futuro. LeRoy Edwin Froom lo definió como “el cumplimiento progresivo y continuo de la profecía, en una secuencia ininterrumpida desde los días de Daniel y el tiempo de Juan, hasta el segundo advenimiento y el fin de los tiempos”. En los libros apocalípticos, está claro que el cumplimiento de las profecías ocurre a lo largo de la historia, que culmina en el establecimiento del reino de Dios. En Daniel, cuatro imperios se suceden, comenzando con Babilonia, seguido de “Grecia”, luego “Medo-Persia” y finalmente Roma, dando lugar a “reinos” divididos, hasta que se establezca el reino de Dios (cap. 2 y 7) Sin embargo, estas profecías también contemplan hechos que se cumplirían en tiempos “muy distantes”, es decir, en los “últimos días” (Dan. 8:26; 10:14). Un elemento clave de la posición historicista es el principio de día por año aplicado a la interpretación profética. La única medida de tiempo que no se usa en las profecías de Daniel y Apocalipsis es el año. Se hace referencia a los días, semanas y meses, pero no al “año” como una unidad de tiempo. La explicación más obvia para esto es que el “año” es la unidad simbolizada en estas profecías.