El libro de Filipenses saca la fe, la humildad y el regocijo que corresponde a nuestro…
justificación (cuando recibimos el perdón y un historial limpio),
santificación (a medida que nuestra naturaleza y carácter se acercan a la de Dios), y nuestra
glorificación (cuando llegamos a nuestro destino final en el reino celestial).
El capítulo 2 de Filipenses contiene un pasaje que algunos han llamado “La canción de Cristo” (v. 5-11). En estos versículos, Jesús nos permite ver lo que está en su mente, para que podamos adoptar más fácilmente su forma de pensar.
Se nos recuerda la igualdad que compartió con Dios y la posición tan exaltada que dejó, para venir a este planeta nuestro que está enfermo de pecado. No sólo vino de la posición más alta del universo, sino que vino a la tierra como el más bajo de la sociedad, el de un siervo o esclavo. Fue un paso de fe para nuestro Señor y Salvador hacer esto. Fe en la posibilidad de que la humanidad le devolviera su amor.
El amor y la humildad de corazón, aunque nunca coincidirá completamente con el suyo, también debe ser experimentado por cada uno de los hijos de Dios si queremos ser redimidos y salvados de las garras de Satanás.