Hoy en día disponemos de muchos dispositivos que ahorran trabajo para reducir nuestra carga laboral, pero la necesidad de descanso físico sigue siendo un problema grave. La gente tiene menos horas de sueño, con el consiguiente agotamiento como excusa para depender de la cafeína.
Dios supo al instante que la humanidad necesitaría un tiempo de descanso para puntuar sus períodos de actividad. Dios comenzó nuestro mundo dando un ejemplo al guardar el sábado allí mismo, en el Jardín del Edén (Génesis 2:1-3). La invitación ha sido siempre a disfrutar de un día de descanso semanal, para disfrutar del maravilloso mundo natural con Él, su Creador.
El Dios que nos creó incorporó ciclos de descanso en forma de noche y en el descanso semanal del sábado. Nuestra responsabilidad es aprovechar todo el descanso que Él nos proporciona.