José fue bendecido por Dios durante su tiempo de esclavitud en Egipto. Génesis 39:23 deja claro que fue Dios quien le dio éxito y lo prosperó, tanto bajo la autoridad de Potifar, como más tarde, cuando sufrió un trato peor en la cárcel.
Una vez más se utilizó el tema del engaño para ayudarnos a comprender sus efectos perjudiciales en nuestras vidas. Potifar fue engañado por su mujer haciéndole creer que José había intentado violarla. El firme rechazo de José a sus anteriores tentaciones no la detuvo. Ella encontró la manera de que el hombre al que no pudo seducir sufriera por su lealtad a su amo y a Dios.
A pesar de la sensación inicial de abandono que debió sentir José al llegar a la cárcel, no perdió la fe en Dios. Y Dios le recompensó una vez más por su actitud bondadosa y positiva. El guardián de la prisión reconoció el comportamiento incondicional de José y elevó su posición y prestigio dentro del sistema penitenciario.
José sufrió muchos altibajos a lo largo de su vida, pero estas historias nos convencen de que, con Dios, podemos superar incluso las circunstancias más deprimentes y salir mejor al final.
José desarrolló una estrecha relación con Dios durante su estancia en Egipto. Llegó a ser muy bueno en la interpretación de sueños que parecían venir de Dios. Por lo general, consistían en más de un sueño con diferentes detalles, pero con temas similares. Siempre daba crédito a Dios por la interpretación que le daban (Génesis 40:8 y 41:16).
Dos oficiales del palacio del Faraón, su mayordomo principal y su panadero principal, fueron encarcelados. Acudieron a José cuando ambos tuvieron sueños inquietantes y necesitaban que alguien los interpretara. José les dio a cada uno una interpretación precisa que se cumplió exactamente como se había predicho. En tres días, el mayordomo fue restituido en su puesto, pero el jefe de los panaderos fue ahorcado por el faraón. Véase Génesis 40.
José tenía la esperanza de que el mayordomo hablara favorablemente con el faraón y que hiciera algo para sacarlo de la cárcel. Pero pasaron dos años antes de que el mayordomo se acordara de la petición de José.
El faraón tenía sueños y no podía encontrar una interpretación satisfactoria para ellos. El mayordomo sugirió que se buscara a José para que interpretara los sueños problemáticos. José impresionó tanto al faraón con su sabia interpretación y consejo que lo nombró gobernante de todo Egipto. Véase Génesis 41.