En los tiempos de Jesús era interesante, porque no había como comunicarse así que la gente corría de tras de Jesús cuando querían comunicarse con él, en la actualidad tenemos la tecnología como los celulares, radio, redes sociales etc. Con estos aparatos hoy en día nos enteramos donde uno esta o donde va, pero en ese tiempo la gente salía delante de Jesús para saber a dónde iba, corrían la gente para ver, porque el deseo de estar con Jesús era grande oír sus mensajes, esperaban la sanación, la multitud se concentraba en las orillas de la playa.
Jesús pasaba por estos lugares en donde estaban esperando la multitud a Jesús, dentro de ellos había dos personas que estaban necesitados de su milagro. Jairo y una mujer, Jairo necesitaba un milagro para su hija que se encontraba muy mal enferma posiblemente moriría. El hombre tenía prisa de llevar a Jesús a su casa para que le pusiera la mano a su hija y lo salvaría antes que se muera. Aunque no había prisa porque Jesús al que tiene fe no necesita ni tocar porque solo con su fe lo puede sanar a la distancia. Solo que a Jairo le faltaba un poco de fe. Pero en la actualidad ocurriría igual a cualquier padre.
De la misma forma paso con la mujer que sufría de flujo de sangre que había sufrido mucho, pero lo más importante es que esta mujer tenía fe, una fe que creía que era suficiente con tocar la ropa de Jesús y sanarse, ella solo quería estar cerca de Jesús para llegar hasta el, ya que toda la multitud tenían necesidades como ellos, ella llego a tocar y fue sanada de inmediatamente cuán grande fue su fe de esa mujer. Pero Jesús sintió el toque y dijo que le habían tocado y se dio cuenta de la cura. Así que debemos tener fe para ser sanado de las enfermedades y de nuestros pecados.
