Lección 9: Edicion Maestros – “Pedro y los gentiles” – Para el 29 de agosto de 2015

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2015

 “Pedro y los gentiles”

Lección 9: – Para el 29 de agosto de 2015

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Hechos 11:1-10.

 

Enseña a tu clase a:

Saber que, aun después de haber aceptado a Jesús como Salvador personal, todavía hay muchas cosas por aprender y desaprender.

Sentir afecto por la promesa de que Dios nos ayudará a crecer en la vida cristiana, y ánimo para participar en la misión.

Hacer la resolución de encontrar oportunidades para salir de la comunidad cristiana a fin de compartir el amor de Dios con los que tal vez nunca pusieron un pie en una iglesia adventista del séptimo día.

 

Bosquejo de la Lección

  1. Saber: Aprender de Jesús
    1. La vida de Pedro fue un aprendizaje continuo. ¿En qué sentido crees que el futuro del ministerio de Pedro fue afectado tanto por su traición como por el perdón de Jesús?
    2. Aun el pensamiento de comer alimentos inmundos fue repugnante para Pedro, un judío practicante. ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos abiertos a la conducción divina, y dispuestos a ser impulsados fuera de nuestra zona de confort, si es necesario?
    3. En el hogar de Cornelio, Pedro comió por primera vez con gentiles, y fue una experiencia confrontadora para él. Pero ¿por qué habría sido esto difícil para Pedro cuando a menudo había visto a Jesús sentarse a comer con “pecadores”?
  2. Sentir: Afrontar lo inesperado
    1. Describe cómo crees que se sintió Pedro, comiendo por primera vez en el hogar de un gentil.
    2. ¿De qué maneras podemos experimentar un sentimiento de incomodidad por causa del evangelio?
  3. Hacer: Listos y dispuestos
    1. Ora para que Dios mantenga tu corazón y tu mente abiertos a nuevas maneras de pensar y a las oportunidades que él te ofrezca.

 

Resumen

El apóstol Pedro cometió muchos errores, pero su actitud lista para aprender y su apertura a la conducción de Dios en su vida son hoy una lección poderosa para nosotros.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Pasaje destacado: Hechos 11:17, 18.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: La historia de lo que Dios logró mediante la vida y el ministerio de Pablo es un consuelo, y anima a los cristianos actuales. Si Dios pudo usar al Pedro que tropezó y cayó, también puede usarnos a nosotros.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Pedro tuvo una experiencia larga y amarga tratando de hacer las cosas a su manera: contradijo a Jesús acerca de su muerte (Mat. 16:22-24), sacó la vista de Jesús y se hundió en las olas (Mat. 14:22-32), le cortó la oreja al siervo del sumo sacerdote (Juan 18:10, 11), se quedó dormido en Getsemaní (Mat. 26:36-46), y finalmente, negó a Jesús pocas horas antes de la muerte de éste (Mat. 26:69-75). Aprovecha la oportunidad de explorar, con tu clase, maneras en que las experiencias de Pedro tuvieron un impacto sobre su ministerio posterior y, tal vez, lo hizo más abierto a que el evangelio fuera a los gentiles.

Actividad inicial:

Compara y analiza las siguientes tres citas:

  1. “La iglesia… fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el evangelio al mundo” (HAp 9).
  2. “La iglesia solamente es iglesia cuando existe para otros”.−Dietrich Bonhoeffer, citado en Joel Lawrence, Bonhoeffer: A Guide for the Perplexed, p. 36.
  3. “La iglesia existe al ser misión, así como el fuego existe al arder”.−Emil H. Brunner, The Word and the World, 108.

Hay un extenso golfo entre el Pedro de los evangelios y el Pedro del libro de Hechos. El Pedro joven era parroquial y de visión limitada, y no entendía la misión más amplia de Jesús (Mat. 16:21-23). El mayor y más maduro espiritualmente tenía una pasión por la misión, que cruzaba todas las barreras geográficas y culturales. Este Pedro declaró osadamente que Dios “en toda nación se agrada del que le teme” (Hech. 10:35).

Preguntas para reflexionar:

Tu congregación ¿mira fundamentalmente hacia afuera o hacia adentro? ¿En qué tipos de actividades tu iglesia gasta tiempo y dinero, que la distraen de su misión central? ¿Qué pasos prácticos podríamos dar para mantenernos enfocados en la misión como lo hicieron el apóstol Pedro y la iglesia primitiva?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Pedro se quebrantó por su propia cobardía (Mar. 14:29-31, 66-72) pero, por la gracia y el perdón de Jesús, renació y recibió una nueva oportunidad (Juan 21:15-17). En poco tiempo, lo vemos predicando con poder, sanando a los enfermos y conduciendo a personas a notar que “habían estado con Jesús” (Hech. 4:13). Tal vez el viejo Pedro nunca hubiera ido a reunirse con gentiles, pero el Pedro nuevo estaba abierto a la conducción divina. Explora con tu clase cómo puede Dios lograr grandes cosas con la persona más humilde.

Comentario de la Biblia

I. Simón, hijo de Jonás

(Repasa, con tu clase, Hech. 10:1-8.)

El teólogo Robert Wall sugiere que la historia del apóstol Pedro, en este pasaje, tiene muchos paralelos con la historia de Jonás.−“Peter, ‘Son’ of Jonah: the Conversion of Cornelius in the Context of Canon”, Journal for the Study of the New Testament, t. 9, Nº 29, pp. 79, 90. Por supuesto, un indicio de que pueda ser así se encuentra en el nombre arameo de Pedro: Simon Bar-Jonah (Mat. 16:17).

En ambas historias, Dios le dice a sus mensajeros mal dispuestos que fueran de Jope a los goyim, los gentiles (Jon. 1:2, Hech. 9:43). En el caso de Jonás, la tarea misionera era la ciudad de Nínive. En el caso de Pedro, la tarea misionera eran Cornelio y su familia. Ambos protestaron inicialmente; Jonás a través de sus acciones (tomó un crucero por el Mediterráneo), y Pedro con palabras: “Señor, no” (Hech. 10:14). Y para convencerlos de que cumplieran su tarea, Dios tuvo que intervenir en forma dramática. En el caso de Jonás, hizo falta una tempestad y un gran pez; mientras que, en el de Pedro, fue una visión que lo retó a comer alimentos inmundos (Jon. 2:1; Hech. 10:16). Nota también que Jonás estuvo dentro del pez durante tres días, y que Dios le habló a Pedro tres veces en la visión.

Dios le dice a Jonás que se levante y vaya (Jon. 3:2), y también le dice a Pedro que se levante y vaya (Hech. 10:20) a entregar el mensaje a los gentiles. En ambos casos, los gentiles creyeron y fueron perdonados (Jon. 3:5; Hech. 10:43). Además, en ambos casos, las experiencias de conversión generan reacciones hostiles. En el caso de Jonás, irónicamente, es el profeta mismo, el que entregó el mensaje, quien se enojó (Jon. 4:1). En el caso de Pedro, son los creyentes “que eran de la circuncisión” (Hech. 11:2). Y finalmente, Dios interviene para refutar las protestas. “¿No tendré yo piedad de Nínive?”, le pregunta a Jonás (Jon. 4:11). Y “¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?”, pregunta Pedro (Hech. 11:17).
Los paralelos recuerdan al lector que el Dios de Jonás, el que perdonó y salvó a los gentiles, es también el Dios de Pedro, y que sigue extendiendo su gracia y misericordia más allá de su pueblo escogido. Por supuesto, este también es el tema entre los profetas del Antiguo Testamento. Por ejemplo, al describir su misión, Pablo y Bernabé citan a Isaías: “Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra” (Hech. 13:47). Y Pedro mismo –quien aprendía rápidamente− les dijo a Cornelio y su familia: “De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hech. 10:43).

De este modo, mediante el relato que hace Lucas, la conversión de Cornelio demuestra “la continuación de la misericordiosa obra en Nínive” y que “Simón-Pedro es el bar Jonás, que es llamado por el Dios de sus antepasados a convertir a los gentiles, y el pueblo de Dios no debe hacer más que alabar a Dios y decir: ‘También a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida’ (Hech. 11:18)”.−Journal for the Study of the New Testament, p. 85.

Considera: ¿De qué forma se manifiesta, en nuestra iglesia, la “continuación de la misericordiosa obra de Dios”, tal como se ve en Jonás y en Hechos? ¿De qué modo estamos enfocados en la misión? Por otro lado, ¿cuáles conductas demuestran que estamos más interesados en mantener lo que tenemos?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Si somos honestos, cada uno de nosotros tiene por lo menos un poco del Pedro anterior dentro de nosotros. En los seres humanos siempre hay una tendencia a tratar de hacer las cosas a nuestro modo, más bien que confiar en Dios completamente. Sin embargo, qué inspiración es ver a Pedro, muy humano, transformado en un instrumento a quien Dios usó para ayudar a lanzar a la iglesia primitiva a un territorio misionero nuevo, literal y figuradamente. Explora, con tu clase, maneras prácticas en las que podemos fortalecer nuestra dependencia de Dios.

Preguntas para reflexionar:

  1. ¿Qué cosas específicas condujeron a la gente a notar que Pedro y Juan “habían estado con Jesús (Hech. 4:13)? ¿Podría la gente que observa nuestra vida hacer una afirmación similar?
  2. Al mirar el desafío misional de ciudades que crecen rápidamente, o la ventana 10-40, o el crecimiento de las poblaciones seculares y posmodernas, la tarea parece abrumadora. ¿Qué podemos aprender de la experiencia de Pedro que puede ayudarnos a poner las cosas en perspectiva?
  3. ¿Qué clase de prejuicios culturales podríamos tener, como iglesia, que afectan negativamente nuestra misión?

Actividad:

Pide a cada miembro de la clase que enumere cada actividad en la que está involucrada tu iglesia. Esto debe incluir todo, desde las clases de Escuela Sabática a las reuniones de oración, al mantenimiento del edificio de la iglesia (o del lugar donde se reúnen). Cuando hayan terminado, pídeles que separen las actividades que están dirigidas hacia los feligreses de las que apuntan a la comunidad. Analicen los resultados.

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PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Los primeros creyentes adventistas tenían un concepto limitado de las misiones. Hasta alrededor de 1870, veían que su misión se extendía desde el Océano Atlántico por el este hasta el Pacífico por el oeste. Pero, pronto aceptaron que su llamado era ir a todo el mundo.

En 1874, J. N. Andrews, el primer misionero oficial de ultramar, apuntó su ministerio cien por ciento a otros cristianos en Suiza; y no fue hasta la década de 1890 que los misioneros adventistas fueron enviados a países no cristianos. Explora con tu clase maneras en las que podemos expandir nuestra visión de las misiones para incluir a los “gentiles” actuales (por ejemplo, comenzar a trabajar en ciudades que fueron descuidadas, tratar de llegar a personas de religiones no cristianas, alcanzar los campus de las universidades seculares). Recuerda a la clase que cualquier innovación o cambio de enfoque para la misión estará abierto a críticas. Lee Hechos 11:2, donde los creyentes “que eran de la circuncisión” criticaron a Pedro porque entró a la casa de un gentil y comió con él. Sin embargo, analicen la reacción de ellos después de que Pedro les contó acerca de su experiencia (Hech. 11:18). ¿De qué forma podemos estar abiertos, como esos creyentes, a nuevos desarrollos en las misiones?

Actividad:

Dependiendo del tamaño de tu clase, invítalos en forma individual o en grupos, a pensar en por lo menos cinco pasos prácticos que pueden dar durante la semana siguiente para extender su contacto con no creyentes. Puede ser fortaleciendo su relación con un vecino que ya conocen, o iniciar una relación con uno que no conocen. Invita a la clase a compartir y analizar las ideas que han anotado.

Radio Adventista
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