Leccion 12 Edicion para Maestros “Reforma: sanar relaciones rotas” – Sabado 21 de Septiembre

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2013

“Reforma: sanar relaciones rotas”

 

Lección 12: Para el 21 de septiembre de 2013

 

 

escuela-sabatica-mEl sábado enseñaré…

Texto Clave: Romanos 5:8-11.

 

Enseña a tu clase a:

 

Saber: Repasar la fricción entre Pablo y Bernabé, el conflicto entre Filemón y Onésimo, y la tensión en la iglesia de Corinto, a fin de descubrir los principios bíblicos para sanar las relaciones fracturadas y prepararse para el derramamiento del Espíritu Santo. Examinar el consejo de Jesús en Mateo 18 como un modelo para la solución de conflictos.

Sentir el deseo de nutrir el espíritu de perdón, al redescubrir la profundidad del perdón que nos da Cristo, su compasión y su misericordia.

Hacer: Aprender a perdonar a quienes nos han hecho daño con la misma actitud perdonadora con la que Cristo perdona al pecador.

 

Bosquejo de la Lección

  1. Saber: Cuando los amigos tienen diferencias
    1. Describe las actitudes diferentes de Pablo y Bernabé hacia Juan Marcos. ¿Por qué crees que Pablo tenía falta de fe en Juan Marcos? ¿Por qué Bernabé tenía confianza en él? ¿Qué podría haber restaurado la confianza de Pablo en Juan Marcos?
    2. Contrasta la actitud de Pablo hacia Juan Marcos y su actitud hacia Onésimo. ¿Crees que Pablo creció en su comprensión de la gracia y el perdón de Dios? Explica.
  2. Sentir: Cuando tu corazón duele
    1. ¿Cómo te sentirías si fueras Juan Marcos y alguien a quien respetas profundamente perdiera su confianza en ti?
    2. ¿Cómo te sentirías si fueras Onésimo o Pablo? ¿Ha puesto alguien su confianza en ti cuando sabías que habías pecado? ¿Te gustaría compartir esa experiencia? O imagínate que eres Filemón, reconociendo que Onésimo nunca habría huido si lo hubieras tratado adecuadamente. Y ahora Pablo expresa confianza en que harás lo correcto. ¿Cómo te haría sentir eso?
    3. ¿Se ha acercado a ti alguien que te hizo daño, basado en los principios de Mateo 18? ¿Cómo te hizo sentir?
  3. Hacer: Cuando viene la curación
    1. ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Cristo y tomar la iniciativa de perdonar a quienes nos han hecho daño, como Cristo nos perdonó a nosotros?
    2. ¿De qué modo una comprensión de 1 Corintios 12:1 al 11 y Romanos 8:5 al 11 nos proporciona las herramientas para comprender, primero, y luego perdonar a quienes nos han hecho daño?

 

Resumen

Jesús exhibió el espíritu de perdón cuando no lo merecíamos, de modo que podamos perdonar a otros cuando ellos no lo merezcan. Al crecer en la gracia, el apóstol Pablo llegó a ser un modelo y nos enseñó la misma actitud de perdón.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Pasaje destacado: Romanos 5:8-11.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Es sorprendente que cosas pequeñas a veces fracturen amistades. Una palabra apresurada, una respuesta áspera o un arranque impaciente pueden destruir una relación. En esta lección, descubriremos principios bíblicos que pueden sanar relaciones quebradas. El ejemplo de perdón de Jesús nos desafía a perdonar a los que nos han hecho mal.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Los principios del perdón bosquejados en la Biblia son tan relevantes hoy como lo fueron hace dos mil años. Al estudiar la experiencia del apóstol Pablo con Juan Marcos, Onésimo y Filemón, y con la iglesia de Corinto, descubriremos formas prácticas de resolver los conflictos de relaciones interpersonales que surgen en nuestra propia vida. Pablo reconoció que, de todas las personas, él necesitaba el perdón para poder extender el perdón a otros.

Una cosa que la mayor parte de la gente comprende es que los que son capaces de perdonar daños hechos a ellos son capaces de seguir con su vida y sanar de la agonía del pasado. Los que no pueden perdonar están anclados en el pasado y destinados a ser condenados por ello. La capacidad de perdonar marca toda la diferencia. Así, el perdón es tan vital para el que perdona como lo es para el que es perdonado.

Analicen en la clase: ¿Qué quiere decir el Padrenuestro cuando Jesús ora: “Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben” (Luc. 11:4)?

 

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. Jesús: El modelo de perdón

(Repasa, con tu clase, Romanos 5:8-11).

El perdón es tanto una actitud del corazón como un acto de reconciliación. Dios nos dio un modelo de este perdón en el plan de salvación por medio de Jesucristo. Jesús no nos perdona porque seamos dignos. Aceptar el perdón que él ofrece gratuitamente nos hace dignos. No somos perdonados porque seamos justos. Cuando él nos perdona llegamos a ser justos. En uno de los pasajes bíblicos más sorprendente, Pablo explica la magnitud del amor de Dios en estas palabras: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8). La Versión Popular de la Biblia está en lo correcto cuando traduce el pasaje de esta manera: “Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (DHH). La palabra “muestra”, en la versión Reina-Valera de 1960, podría también traducirse como “recomienda”, “establece”, “demuestra” o “prueba”. La muerte de Cristo en la cruz hace todo esto. Recomienda el amor de Dios hacia nosotros ante el universo entero. Establece su amor sin sombra de duda. Recomienda su amor a toda la raza humana y responde a las acusaciones de Satanás de que Dios es injusto, y prueba su amor para siempre.

Él hizo todo eso por nosotros cuando éramos sus “enemigos” (Rom. 5:10). En nuestra naturaleza caída, pecaminosa, éramos hostiles a Dios; él tomó la iniciativa y nos reconcilió consigo por medio de la muerte de su Hijo. Esta iniciativa produce toda la diferencia en el mundo. Por cuanto él se extendió a nosotros cuando no nos extendíamos a él, podemos alcanzar a otros cuando ellos no se acercan a nosotros. Por cuanto él nos perdonó cuando no lo merecíamos, nosotros podemos perdonar a otros cuando ellos no lo merecen.

Considera: Perdonar es liberar a otro de nuestra condenación, porque Cristo nos libertó de la condenación de él. ¿Cómo podemos aplicar este concepto de perdón a los que nos han hecho daño? ¿Qué significa esto en forma práctica? ¿Qué no significa esto?

II. La iglesia: Embajadores del perdón

(Repasa, con tu clase, Mateo 18:15-17).

En su consejo con respecto a la restauración de las relaciones en Mateo 18:15 al 17, Jesús da instrucciones específicas para mantener el conflicto entre dos personas en un círculo tan pequeño como sea posible. La razón por la que una persona intenta primero resolver sola el problema acercándose a su hermano o hermana es porque las personas a menudo llegan a ponerse mucho más defensivas si sienten que sus acciones son objetadas en la presencia de otros. El libro El Deseado de todas las gentes nos da esta percepción divina: “Con espíritu de mansedumbre, ‘considerándote a ti mismo, porque tú no seas también tentado’ (Gál. 6:1), ve al que yerra, y ‘redargúyele entre ti y él solo’. No lo avergüences exponiendo su falta a otros, ni deshonres a Cristo haciendo público el pecado o error de quien lleva su nombre. Con frecuencia hay que decir claramente la verdad al que yerra; debe inducírselo a ver su error para que se reforme. Pero no hemos de juzgarlo ni condenarlo. No intentemos justificarnos. Sean todos nuestros esfuerzos para recobrarlo. Para tratar las heridas del alma, se necesita el tacto más delicado, la más fina sensibilidad. Lo único que puede valernos en esto es el amor que fluye del que sufrió en el Calvario. Con ternura compasiva, trate el hermano con el hermano, sabiendo que si tiene éxito ‘salvará un alma de muerte’ y ‘cubrirá multitud de pecados’ (Sant. 5:20)” (DTG 408).

El Espíritu amante y perdonador de Jesús marca toda la diferencia. Entonces, si la persona no responde, invita a una o dos otras personas piadosas a ir contigo. En el espíritu de Jesús, comparte las cargas y las preocupaciones de tu corazón. Si heriste a tu hermano, pide perdón. Oren juntos, buscando un corazón de amor el uno hacia el otro. Si esto no funciona, lleva toda la situación al cuerpo mayor de la iglesia, por medio de la junta directiva de la iglesia. El propósito de todo este protocolo es lograr la unidad que viene por medio de la gracia de Cristo.

Considera: En Cristo, los muros que nos separan se derriban. El anhelo de Jesús para su iglesia es que los miembros se respeten unos a otros, y vivan en amor y unidad cristianos. Al intentar aplicar los principios de Mateo 18 a nuestras relaciones personales dentro de la iglesia, ¿cuáles son algunos de los factores clave que determinan un resultado exitoso al realizar lo que Jesús dijo?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Preguntas para reflexionar:

  1. Si perdonamos a alguien que nos hirió profundamente y esa persona no pidió ni deseó el perdón, ¿no justifica eso lo que esa persona nos ha hecho? ¿Por qué sí o por qué no?
  2. ¿Qué pasa si sabes que deberías perdonar a alguien por lo que te hizo, pero no tienes deseo de perdonar? ¿Qué haces cuando sabes que lo correcto es perdonar, pero simplemente no puedes hacerlo?
  3. ¿Por qué es hipocresía contar a alguien que lo perdonaste, cuando las actitudes hacia esa persona no han cambiado en tu corazón?

Preguntas de aplicación:

  1. Lee Lucas 23:32 al 34 y Efesios 4:26 al 28. ¿De qué modo los principios que se encuentran en estos pasajes te ayudan a responder las preguntas de reflexión de arriba?
  2. ¿Qué impacto tienen tus elecciones sobre tus pensamientos? ¿Cómo pueden realmente cambiar nuestros sentimientos si actuamos sobre la base de lo que sabemos que es correcto?
  3. ¿Por qué son tan importantes las relaciones restauradas en el contexto del reavivamiento y la reforma?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: La situación descrita abajo es imaginaria, pero ciertamente podría ser real. Situaciones como esta pueden ocurrir con frecuencia. Pide a tu clase que aplique, a esta situación, los principios que aprendimos en nuestra lección.

El Sr. Juárez ha estado alejado de su hija durante muchos años. Él se divorció de la madre de ella, y su hija habla con él ocasionalmente. Ella todavía lo llama para desearle un feliz cumpleaños, pero no quiere pasar tiempo con él. Él fue especialmente áspero con ella durante su infancia, y la disciplinaba severamente. Durante este último año, él llegó a ser un adventista del séptimo día, y anhela tener una nueva relación con su hija. Él viene a pedirte consejo.

¿Qué le dirías? ¿Qué preguntas le harías? ¿Cómo puede dar pasos prácticos para sanar esta relación quebrada?

Radio Adventista
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