Lección 12: Edicion Maestros “La obra del Espíritu Santo” Para el 25 de marzo de 2017

Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2017

“La obra del Espíritu Santo”

Lección 12: – Para el 25 de marzo de 2017

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Juan 16:8-11.

 

Enseña a tu clase a:

Saber: Regocijarse en el “Consolador”, que trae fuerzas y esperanza a nuestra vida, como así también la seguridad de la salvación.

Sentir: Fomentar un sentido más profundo de la presencia del Espíritu en la vida diaria.

Hacer: Resolver escuchar la voz del Espíritu Santo, permitiendo que revele la justicia de Cristo en nuestra vida.

 

Bosquejo de la Lección

  1. Saber: La obra del Espíritu
    1. ¿Cuál es la diferencia entre convencer y acusar? ¿Cómo te sientes ante el convencimiento de hacer algo? ¿Cómo te sientes ante la acusación de haber hecho algo?
    2. ¿Qué significa que el Espíritu Santo nos convence de pecado? ¿Existe una diferencia entre pecado (singular) y pecados (plural)?
  2. Sentir: El deseo del Espíritu
    1. ¿De qué manera el convencimiento de pecado puede hacernos sentir nuestra necesidad de la justicia de Cristo?
    2. ¿Por qué una falta de conocimiento del ministerio del Espíritu Santo es tan perjudicial para la vida del cristiano?
  3. Hacer: El objetivo del Espíritu
    1. ¿Cuál es el objetivo principal del Espíritu en nuestras vidas? ¿Cómo podemos cooperar con el Espíritu Santo a fin de hacer realidad ese objetivo?
    2. ¿Cómo podemos recibir la esperanza, la seguridad y la fuerza que las Escrituras prometen darnos por medio del ministerio del Espíritu Santo?

 

Resumen

El objetivo del Espíritu Santo es guiarnos a una relación íntima con Jesús y a colocar en nuestros corazones la garantía de la vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor. Él hace esta tarea maravillosa al convencernos de que, fuera de Cristo, estamos perdidos. El pecado no es meramente algo que hacemos; es un estado del ser. El Espíritu Santo revela quiénes somos y quién es Jesús y qué significa él para nosotros. El Espíritu testifica de la justicia de Jesús, su bondad, su gracia y su poder. Nos acerca a Jesús en quien tenemos el don de la vida eterna y la seguridad de la eternidad.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Texto destacado: Romanos 15:13.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El Espíritu Santo es un don precioso enviado por Jesús para animar, apoyar y fortalecernos en nuestra vida cristiana. Jesús prometió a sus discípulos que les daría “otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Juan 14:16). Jesús no los dejaría “huérfanos” (Juan 14:18). En la persona del Espíritu Santo, Jesús estaría con sus discípulos. Sin limitaciones de tiempo y espacio, sería accesible a todos. De hecho, estaría más cerca de ellos que si nunca ascendía a lo alto.

Elena de White hace esta declaración sorprendente: “En toda ocasión y lugar, en todas las tristezas y aflicciones, cuando la perspectiva parece sombría y el futuro nos deja perplejos y nos sentimos impotentes y solos, se envía el Consolador en respuesta a la oración de fe. Las circunstancias pueden separarnos de todo amigo terrenal, pero ninguna circunstancia ni distancia puede separarnos del Consolador celestial. Dondequiera que estemos, dondequiera que vayamos, está siempre a nuestra diestra para apoyarnos, sostenernos y animarnos” (DTG 623).

El Espíritu Santo es nuestro Amigo, nuestro Aliado, nuestro Consolador, nuestro Animador, nuestro Maestro, nuestra fuerza y nuestra garantía de la vida eterna.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Esta lección es la última del trimestre y un excelente momento para revisar algunas de las lecciones pasadas. Recuerda a tu clase que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Deidad, no una vaga fuerza sombría, un ser impersonal, o un poder indefinible que procede de Dios. Es el representante personal de Cristo, el Espíritu Santo está allí para ayudarnos en nuestro camino hacia el cielo. Nos convence de pecado y revela nuestra necesidad de un Salvador; pero también apunta el reflector sobre la justicia de Cristo en toda su gloria y belleza.

Es la revelación del carácter justo de Cristo y su amor incondicional por nosotros lo que nos lleva a anhelar ser como él y entregarnos a las invitaciones de Aquél que promete nunca soltarnos. El Espíritu Santo es nuestro Maestro, que nos guía a entender la magnificencia de la gracia, la gloria de la cruz, y la maravilla de la expiación. Por medio del ministerio del Espíritu Santo, se nos presenta y somos llevados a aceptar a Cristo como nuestro Salvador amante y todopoderoso Señor.

Diálogo inicial: Imagina la confusión y el desconcierto de los discípulos cuando Cristo les dijo que se estaba yendo. ¿Qué habrán pensado cuando les informó que pronto ascendería al Padre? Ciertamente, debieron haber sentido ansiedad, preocupación, incertidumbre, confusión y perplejidad. No podían entender plenamente lo que quiso decir cuando les dijo que les enviaría un Consolador. No fue sino hasta más tarde, cuando el Espíritu Santo vino en la plenitud de su poder en Pentecostés, que comenzaron a entender el significado de las palabras de Jesús. Ahora, sintiendo la presencia y el poder del Espíritu Santo, entendieron el significado de las palabras de Cristo: “Os conviene que yo me vaya” (Juan 16:7).

La promesa de Jesús del Espíritu Santo es tanto para nosotros como lo fue para estos creyentes del Nuevo Testamento. Su promesa no es limitada. El Espíritu Santo anhela llenar nuestras vidas con su presencia.

Preguntas para dialogar:

  1. Pide a los miembros de la clase que describan un momento en el que sintieron el poder del Espíritu Santo en sus vidas. ¿Qué circunstancias los llevó a esta experiencia?
  2. ¿Qué momentos especiales de cercanía con Jesús han tenido tus alumnos? ¿Cómo era su vida devocional en ese momento? Invita a los miembros de tu clase a compartir los momentos en que el Espíritu Santo ha estado palpablemente presente en sus vidas.

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: El tema principal de las lecciones de este trimestre es el papel del Espíritu Santo como la tercera persona de la Deidad de convencernos de pecado, revelar la justicia de Cristo en toda su belleza, inspirarnos con esperanza, guiarnos a la verdad divina e impresionar nuestros corazones continuamente con un anhelo por el cielo.

La lección de esta semana resalta estos temas. Se enfoca especialmente en el papel del Espíritu Santo en la vida de cada uno de maneras extremadamente prácticas.

Comentario de la Biblia

I. El papel del Espíritu Santo

(Repasa, con tu clase, Juan 16:8-11.)

En Juan 16:8 al 11, Jesús hace una lista de los tres papeles principales del Espíritu Santo. El Espíritu “convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). Exploremos cada uno de estos términos con mayor profundidad. Nota que Jesús no dice que el Espíritu Santo convencerá al mundo de sus pecados, en plural, sino de pecado, en singular. Ahora bien, no malentendamos; el Espíritu Santo ciertamente nos convence de nuestros pecados o actos que no están en armonía con la voluntad de Dios. Pero la intención de este pasaje es algo más profundo.
Aquí, “pecado” es usado como un estado del ser. No es necesariamente lo que meramente hacemos. Es quién somos. Nacemos en un estado de pecado, con naturalezas humanas caídas. Somos pecadores tanto por nacimiento como por elección. El Espíritu Santo revela nuestro estado desesperado sin Cristo. Librados a nuestra propia suerte, no tenemos esperanza de salvación. No solamente somos pecadores. Estamos en una condición perdida sin posibilidades de salvación sin un Salvador.
¡Alabado sea Dios! El Espíritu Santo no nos deja en este estado desesperanzado. No solamente nos convence de pecado, sino que también nos convence de justicia.
La palabra justicia utilizada aquí en el lenguaje original es dikaiosynē, que es la justicia de Cristo mismo. Su justicia es la fuente y el estándar de toda justicia. El Espíritu Santo nos convence de nuestra pecaminosidad, de nuestra indignidad, y de nuestra condición absolutamente perdida sin Cristo. Entonces nos revela la perfección de la justicia de Cristo y la maravilla de su gracia. El Espíritu nutre la fe en nuestros corazones para recibir la justicia de Cristo como nuestra y para vivir como hijos de dios, adoptados en la familia celestial por gracia.
La última expresión en nuestro trío de los convencimientos del Espíritu es “juicio”. Jesús explica por qué el Espíritu Santo nos convence de juicio en Juan 16:11, al declarar: “De juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. En la cruz, Jesús triunfó sobre los principados y potestades del mal (Col. 2:15). Satanás es un adversario derrotado. Jesús ha vencido. La victoria sobre el mal, la muerte y la tumba ha sido obtenida. El Espíritu Santo nos revela que estamos del lado ganador.
Considera: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Rom. 8:1). Fuera de Cristo, no hay manera de salir airosos en el juicio final; pero, en Cristo, por medio de Cristo y gracias a Cristo no hay manera de que nos perdamos. Cristo ganó la batalla por nuestra salvación en el Calvario. ¿De qué manera el Espíritu Santo guía a cada uno de nosotros a tener la seguridad de la salvación? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo al guiarnos a aceptar la justicia de Cristo? ¿Por qué el ministerio del Espíritu Santo es tan vital en la vida de cada cristiano?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Guía a tu clase en una discusión práctica sobre lo que significa vivir una vida llena del Espíritu. Haz una lista de todas las cosas que el Espíritu Santo promete hacer en nuestras vidas. Comenta esta lista con tu clase. ¿Por qué cada una de estas cosas es importante en nuestra experiencia cristiana?

Preguntas de aplicación:

  1. ¿Cuáles son algunos de los nombres del Espíritu Santo? ¿De qué manera son importantes estos nombres para ti?
  2. ¿De qué maneras específicas nos inspira esperanza el Espíritu Santo?
  3. ¿En qué se diferencia la esperanza del optimismo? ¿En qué se fundamenta la esperanza que nos da el Espíritu Santo?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Cuando respondemos a las invitaciones del Espíritu Santo, derribamos toda barrera que haya entre Jesús y nosotros y podemos regocijarnos en la salvación que nuestro Salvador ofrece tan generosamente.

Actividades:

  1. Reparte una tarjeta u hoja de papel en blanco a cada miembro de tu clase y pídeles que escriban lo más importante que han descubierto acerca del Espíritu Santo en este trimestre y la diferencia que hará en sus vidas. Provee entre tres y cinco minutos para escribir dos o tres frases. Un ejemplo de lo que podrían escribir es:

    “Este trimestre recordé una vez más que el Espíritu Santo es el representante personal de Cristo, que está siempre deseoso de atraerme a Cristo. Me impresionó el pensamiento que Jesús está presente conmigo a diario por medio de la presencia permanente del Espíritu Santo”. (Otra opción es que, en vez de escribirlas, los alumnos piensen con oración sobre las cosas más importantes que aprendieron este trimestre.)

  2. Invita a los miembros de tu clase a compartir con el resto de la clase los testimonios que han escrito o pensado.
Radio Adventista
1 comment… add one
  • Gracias a Cristo que envio al Espiritu Santo, el cual lo he sentido en mi vida.

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