Lección 10: Edicion Maestros “El Espíritu Santo, la Palabra y la oración” sabado 11 de marzo

Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2017

“El Espíritu Santo, la Palabra y la oración”

Lección 10:  Para el 11 de marzo de 2017

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Romanos 8:26, 27.

 

Enseña a tu clase a:

Saber: Discernir la necesidad absoluta de la oración y las Escrituras para vivir una vida cristiana llena del Espíritu.

Sentir la necesidad de experimentar más de la presencia del Espíritu Santo por medio de la oración y el estudio de la Biblia.

Hacer: Cultivar un amor por los momentos tranquilos de comunión con Cristo por medio del ministerio del Espíritu Santo en momentos planeados con anticipación de oración y estudio de la Biblia.

 

Bosquejo de la Lección

  1. Saber: La promesa del Espíritu
    1. ¿Por qué la presencia del Espíritu Santo es de importancia tan vital en la vida cristiana?
    2. ¿Qué relación existe entre la oración, el estudio de la Biblia y el derramamiento del Espíritu?
  2. Sentir: La presencia del Espíritu
    1. ¿De qué manera podemos experimentar más de la presencia y el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas?
    2. ¿Cómo te sientes cuando tienes un momento devocional vibrante y significativo con Dios?
    3. ¿Cómo te sientes cuando pierdes repetidamente tu momento devocional?
  3. Hacer: El poder del Espíritu
    1. ¿Qué cosas específicas puedes hacer para mejora la calidad de tu vida devocional, a fin de vivir diariamente en la presencia y el poder del Espíritu Santo?
    2. Al leer las promesas de las Escrituras, ¿cómo pueden volverse nuestras, en vez de ser algo que simplemente hemos leído en la Biblia?

 

Resumen

Dios anhela llenar nuestras vidas con su Santo Espíritu. El Espíritu Santo es el Embajador personal de Cristo y su más precioso don. Al dedicar tiempo con Jesús en oración y el estudio de la Biblia, con corazones humildes y actitudes sumisas, él nos llenará con su Espíritu. Al rendir nuestras vidas a Cristo, creer en su Palabra, y reclamar por fe sus promesas, viviremos en su presencia. El Espíritu Santo llenará nuestras vidas. El secreto de recibir el Espíritu Santo en la plenitud de su poder no es un secreto en absoluto. Cuando sometemos nuestras vidas a Cristo, buscamos su gloria, no la nuestra. Al orar, cree y reclama la promesa del Espíritu; será derramado sobre ti en abundancia.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Texto destacado: 1 Juan 5:14, 15.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Hay muchos cristianos que malinterpretan el verdadero propósito de la oración. No oramos solamente porque queremos algo para nosotros. Oramos porque estamos tan llenos del amor de Cristo y apreciamos tanto lo que él ha hecho por nosotros que anhelamos tener una relación con él. Estar en su presencia es un deleite. Disfrutar de su compañerismo es el deseo de nuestros corazones. La oración es el ambiente en el cual el Espíritu de Cristo habla a nuestros corazones, y somos atraídos más cerca de él.

Cuando el deseo de nuestros corazones es conocerlo a él, estaremos abiertos para recibir las más ricas bendiciones. Nuestro Señor es el dador de toda buena dádiva (Sal. 84:11; Sant. 1:17). Así como un padre anhela dar buenas cosas a sus hijos, nuestro Padre celestial anhela dar buenas dádivas en abundancia a cada uno de nosotros. Al pedir con fe, creyendo que lo recibiremos y reclamando sus promesas, nos volvemos destinatarios de las bendiciones más ricas del Cielo.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Una de las formas más significativas de experimentar una vida devocional más profunda es mezclar la oración con el estudio de la Biblia. Cuando oramos, estamos hablando con Dios. Cuando leemos su Palabra, él nos está hablando a nosotros. Anima a tu clase a arrodillarse ante el Señor con sus Biblias abiertas. Comienza con una sección de los Salmos o uno de los Evangelios. Sugiere que lean una porción de las Escrituras y luego hablen en silencio con Dios acerca de lo que han leído. El Espíritu Santo impresionará sus mentes con aspectos de sus vidas que necesitan crecer espiritualmente. Él revelará mensajes de la Palabra de Dios que los acercarán más a Jesús.

Elena de White nos da este consejo práctico: “Si investiga las Escrituras con espíritu dócil y deseoso de aprender, sus esfuerzos serán bien recompensados. ‘Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente’ (1 Cor. 2:14). La Biblia debe estudiarse con oración” (RP 25). Pide a tu clase que siga este consejo inspirado por Dios de combinar el estudio de la Biblia con la oración durante esta semana y que el sábado próximo cuenten al resto de la clase las diferencias que hizo en sus vidas devocionales.

Diálogo inicial: Aunque la oración es sumamente significativa para muchos cristianos, para otros es más un deber que un deleite. Se ha convertido en una monotonía de repetir las mismas frases una y otra vez. Dios parece silencioso y lejano. ¿Qué has descubierto para hacer más significativa tu vida de oración? ¿Tienes un lugar favorito para orar donde te sientes especialmente cerca de Dios? ¿Tienes un horario fijado con anticipación para orar a diario, una cita con Dios que no deseas perderte? ¿Cuáles son algunos aspectos de tu vida de oración personal que te gustaría compartir con la clase?
Cuando observamos a Jesús en oración, notamos por lo menos cuatro cosas.

  1. Jesús reconoció que la oración era esencial para su vida espiritual. A lo largo de los evangelios, lo vemos a menudo en oración (Luc. 11:1).
  2. Jesús tenía lugares específicos donde oraba y momentos específicos para orar (Mar. 1:35).
  3. Jesús a menudo oraba en voz alta (Heb. 5:7, 8).
  4. Jesús estaba completamente rendido a la voluntad del Padre en todas sus oraciones (Mat. 26:39).

Preguntas para dialogar:

  1. ¿Cómo puede la vida de oración de Jesús ser un modelo para la nuestra?
  2. ¿Por qué es importante mezclar la oración con el estudio de la Biblia?
  3. ¿Qué papel juega la fe en las oraciones contestadas? ¿Por qué piensas que la fe es tan importante en nuestras vidas de oración?

 

PASO 2: ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. Orar por las promesas de Dios

(Repasa, con tu clase, 1 Juan 5:14, 15.)

En 1 Juan 5:14, Juan nos da esta seguridad: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”. Nota dónde está nuestra confianza. No está en nuestras oraciones. No está en nuestros buenos actos u obras de bien. Ni siquiera está en nuestra fe. Está en Jesucristo. El pasaje dice: “Esta es la confianza que tenemos en él”. Nuestra confianza está en Cristo, quien no puede mentir y cuyas promesas son seguras. Podemos tener confianza absoluta en que lo que Cristo ha prometido es capaz de cumplir.

La palabra griega para confianza es parresia. El significado original de esta palabra era libertad de expresión, la libertad de cualquier sociedad verdaderamente democrática de hablar abierta y osadamente. A los ojos del Cielo, tenemos esta perfecta libertad. No necesitamos retener ni esconder nada de Aquél que nos conoce mejor que nadie y aun así nos ama. Dios nos invita a venir a él y hablar libremente acerca de cualquier cosa que haya en nuestras mentes.

En uno de los pasajes más asombrosos alguna vez escritos sobre la oración, Elena de White declara: “Presentad a Dios vuestras necesidades, tristezas, gozos, cuidados y temores. No podéis agobiarle ni cansarle. El que tiene contados los cabellos de vuestra cabeza no es indiferente a las necesidades de sus hijos. “Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.”12 Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas y aun por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar, pues sostiene los mundos y rige todos los asuntos del universo. Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note. No hay en nuestra experiencia ningún pasaje tan obscuro que él no lo pueda leer, ni perplejidad tan grande que no la pueda desenredar. Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre celestial lo note, sin que tome en ello un interés inmediato” (CC 100, 101).

Se nos anima a acercarnos confiadamente al trono de la gracia (Heb. 4:16). Dios está esperando que vayamos. Él está allí, siempre escuchando, encantado cuando sus hijos acuden a él son sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y temores y sus victorias y derrotas.

Juan afirma correctamente que el gran principio de la oración es pedir según la voluntad de Dios. No oramos: “Señor, sea cambiada tu voluntad”, sino: “Señor, hágase tu voluntad”. En su comentario de la Biblia sobre las epístolas de Juan, William Barclay presenta este concepto sucintamente: “En último instancia, la única oración verdadera es la oración que dice: ‘Hágase tu voluntad’, y cuyo único pedido es por gracia para aceptar esa voluntad y fuerza para llevarla a cabo”.— Barclay’s Bible Commentary, The Letters of John and Jude, p. 137.

Preguntas para dialogar: ¿Cuál es la única fuente verdadera de nuestra confianza? ¿Qué significa tener confianza plena en Cristo cuando oramos? ¿De qué manera el significado original de la palabra confianza en griego nos ayuda a profundizar nuestra comprensión de lo que significa venir a Dios sin temor ni reserva alguna? ¿Qué significa orar según la voluntad de Dios?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Guía a tu clase en un diálogo práctico sobre reclamar las promesas de Dios. Invita a los miembros de tu clase a compartir sus promesas favoritas de la Biblia. Quizás desees pedirle a alguien que haga una lista de las diez promesas favoritas de la clase y compartirlas con la clase entera el próximo sábado.

Preguntas para reflexionar:

  1. ¿Por qué piensas que el pueblo de Dios a menudo está más preocupado con obtener algo de Dios que con conocer al Dios del que desean algo?
  2. Aunque el Espíritu Santo está en nuestro medio, guiándonos cariñosamente a que tengamos una experiencia más profunda con Jesús, ¿por qué a veces parece tan lejano? ¿Qué podemos hacer para cultivar una conciencia más plena de la presencia del Espíritu?

Preguntas de aplicación:

  1. ¿Puedes pensar en promesas de la Biblia por las que no necesitemos orar del siguiente modo: “Señor, si es tu voluntad, pido que hagas esto por mí”?
  2. Si Dios anhela darnos de su Santo Espíritu aún más de lo que anhelamos recibirlo, ¿por qué deberíamos orar pidiendo el derramamiento del Espíritu?
  3. ¿De qué manera nuestra clase de Escuela Sabática puede poner más énfasis en la oración por el derramamiento del Espíritu Santo en nuestras propias vidas y en nuestra iglesia?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Hay fuerza espiritual verdadera cuando el pueblo de Dios busca unido el derramamiento del Espíritu Santo. El Espíritu Santo vino con gran poder cuando los discípulos oraron pidiendo unidad. La iglesia del Nuevo Testamento era una iglesia que oraba. Los creyentes reconocían su absoluta incapacidad, sin el poder del Espíritu Santo, para enfrentar las tentaciones de Satanás y llevar a cabo la misión de Cristo de evangelizar el mundo.

Actividades:

  1. Esta semana, escoge a otro miembro de tu clase de Escuela Sabática con quien intercambiar tus promesas bíblicas favoritas.
  2. Pídele a Dios que te guía para encontrar a un compañero o compañera de oración con quien puedas buscar el derramamiento del Espíritu Santo.
Radio Adventista
1 comment… add one
  • Dios le bendiga por favor enviarme la lección, extravié mi folleto

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