Leccion 01 Edicion Adultos – Santiago el Hermano de Jesus – Para el 4 de octubre de 2014

Santiago el Hermano de Jesus

Leccion 1 – Para el 4 de octubre de 2014

Sábado 27 de septiembre

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 7:2-5; 1 Corintios 15:5-7; Santiago 1:3; 2:5; 1 Pedro 2:9, 10; Mateo 7:24-27.

PARA MEMORIZAR:
“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14).

HOY ESTAMOS MUY LEJOS DE LOS PRIMEROS DÍAS de la iglesia cristiana, tanto en tiempo como en cultura. Por eso, tenemos poca idea de lo que era pertenecer al naciente movimiento cristiano en un tiempo en que muchas congregaciones se reunían en hogares, y la mayoría de los creyentes eran judíos perseguidos por sus compañeros israelitas. La carta de Santiago nos da una de las más tempranas vislumbres del cristianismo de origen judío antes de que desapareciera en la niebla de las controversias judeocristianas, y antes de la marginalización de los judíos por una iglesia con predominio de gentiles, a partir del siglo II.

A diferencia de muchas de las epístolas, no parece que una crisis o necesidad urgente de alguna iglesia local haya impulsado a Santiago a escribir la suya. Más bien, escribió a una comunidad cristiana más amplia, “las doce tribus que están en la dispersión” (Sant. 1:1).
Sin embargo, antes de sumergirnos en su carta, trataremos de aprender lo que podamos acerca del autor mismo. Algunas preguntas que consideraremos son: ¿Quién fue Santiago? ¿Cuál era su trasfondo? ¿Qué relación había tenido con Jesús? ¿Qué posición ocupaba en la iglesia?

Domingo 28 de septiembre

SANTIAGO, EL HERMANO DEL SEÑOR

El autor de esta carta debió de haber sido bien conocido en la iglesia, porque no hay más información específica en su carta que la que aparece en Santiago 1:1: “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud”.
Así, podemos reducir nuestras opciones rápidamente. En el Nuevo Testamento, hay cuatro personas llamadas Santiago: dos de los doce discípulos (Mar. 3:17, 18); el padre de Judas (otro de los Doce, pero no el Judas Iscariote, Luc. 6:16); y uno de los hermanos de Jesús (Mar. 6:3). De estos cuatro, solo el hermano de Jesús vivió el tiempo suficiente como para ser importante en la iglesia y escribir tal carta. De esta manera, creemos que Santiago, el hermano de Jesús, fue el autor de este libro del Nuevo Testamento.

Como el hijo de un carpintero (Mat. 13:55), Santiago habría tenido más oportunidades educacionales que un campesino cualquiera. Su carta está entre los mejores ejemplos del griego literario del Nuevo Testamento. Su vocabulario rico, su elegancia retórica y su dominio del Antiguo Testamento solo son sobrepasados por la Epístola a los Hebreos. Como su nombre aparece primero en la lista de los hermanos de Jesús, tal vez Santiago era el hijo mayor. Y el hecho de que Jesús le confiara el cuidado de su madre a Juan, el discípulo amado (Juan 19:26, 27), sugiere que sus hermanos no eran hijos de María, sino hijos de José, de un matrimonio anterior.

En el contexto del ministerio de Jesús, considera: “Cuando se enteraron sus parientes, salieron a hacerse cargo de él, porque decían: ‘Está fuera de sí’ ” (Mar. 3:21, NVI; ver también Juan 7:2-5). ¿Qué nos indican estos textos acerca del modo en que percibía a Jesús su propia familia? ¿Qué lecciones podemos obtener para nosotros si, alguna vez, quienes nos aman no nos entienden?
“Era un concepto falso de la obra del Mesías y una falta de fe en el carácter divino de Jesús lo que había inducido a sus hermanos a instarlo a presentarse públicamente al pueblo en ocasión de la fiesta de las cabañas” (DTG 449).

Lunes 29 de septiembre

SANTIAGO, EL CREYENTE

Lee 1 Corintios 15:5 al 7 y Hechos 1:14. ¿Qué nos indican acerca de los cambios que se produjeron en Santiago?
Jesús se les apareció a muchos después de su resurrección, incluyendo a Pedro y a “los doce” (menos Judas Iscariote). Luego, se apareció a más de quinientas personas a la vez. Santiago, aparentemente, no estuvo en esta reunión con los quinientos; Jesús se le apareció separadamente, y esta reunión tuvo que haber sido muy especial, porque se la menciona específicamente. La Biblia no dice qué sucedió, pero debió haber hecho un gran impacto sobre Santiago, pues llegó a ser un fiel seguidor de Jesús y un líder influyente en la iglesia.
¿Qué más sabemos acerca de Santiago? Hech. 12:16, 17; 15:13, 14, 19; 21:17-19; Gál. 1:18, 19; 2:9.

Santiago rápidamente llegó a ser un personaje destacado en la iglesia de Jerusalén. Después de que un ángel lo rescató de la prisión (44 d.C.), Pedro quiso que supiera todo lo que le había sucedido a él (Hech. 12:17). Cinco años más tarde, Santiago presidió el concilio de Jerusalén y anunció la decisión de los hermanos. Pablo lo menciona primero, antes que a Pedro y a Juan, en su lista de las “columnas” en Jerusalén (Gál. 2:9). Varios años después de este evento (58 d.C.), cuando Pablo llevó la ofrenda de diversas iglesias para los pobres de Jerusalén, los delegados de cada iglesia, a su vez, entregaron las ofrendas a los pies de Santiago (ver Elena de White, Sketches From the Life of Paul, pp. 208, 209).

Santiago parece haber gozado de alta estima durante muchas décadas después de la muerte de los apóstoles. En realidad, se desarrollaron muchas leyendas acerca de su piedad, y se lo recuerda como “Santiago, el justo”. Así, a pesar de comenzar con muchas dudas acerca de Jesús, Santiago terminó siendo un gigante espiritual en la iglesia primitiva.

Martes 30 de septiembre

SANTIAGO Y EL EVANGELIO

Muchos cristianos, tal vez por causa de la influencia de Lutero, lamentablemente no han podido ver el importante mensaje que contiene la Epístola de Santiago. Sin disminuir la contribución que Lutero hizo a la iglesia actual, debemos recordar que “la Reforma no terminó con Lutero […]. Debe continuar hasta el fin de la historia del mundo”, por cuanto “graves errores” fueron perpetuados por los Reformadores, y “había importantes verdades que no descubrieron” y precisaban ser reveladas (HR 370).

Por lo tanto, fue necesario el Gran Despertar, con Jonathan Edwards, George Whitefield y los hermanos Wesley, quienes iniciaron el movimiento Metodista y enfatizaron la función vital de la santidad en la vida cristiana. La obra de la Reforma se continuó con el Segundo Despertar, por medio del cual Dios suscitó a los adventistas del séptimo día para proclamar “el mensaje del tercer ángel”. Esta proclamación mundial culminará con el testimonio, lleno del Espíritu, de quienes, como pueblo, “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14:12).
Lee Santiago 1:3; 2:5, 22 y 23; y 5:15. ¿De qué modo actúa la fe en estos pasajes? ¿Qué nos dicen acerca de lo que significa vivir por fe? ¿De qué forma nos muestran que la fe es más que solo concordar intelectualmente con diversas verdades proposicionales?

Para algunos, puede ser una sorpresa notar que Santiago, en su breve carta, hace 19 referencia a creer y a la fe, ¡más que sus referencias a las obras y la justificación combinadas! De hecho, la importancia de la fe se enfatiza desde el mismo principio del primer capítulo en relación con las pruebas y el pedir sabiduría (1:3, 6). Esto muestra que Santiago no solo escribía a creyentes, sino también esperaba que ellos tuvieran cierta calidad de fe. Como veremos, el acto de creer, en sí mismo, es de poca ayuda; la fe verdadera conlleva ciertas credenciales reconocibles. Es decir, la fe verdadera será revelada en la vida y el carácter del creyente.
¿Qué cosas revelan en tu vida diaria la calidad y la realidad de tu fe? ¿De qué forma puedes mostrar lo real de tu fe aun en las cosas “pequeñas”?

Miércoles 1º de octubre

A LAS DOCE TRIBUS QUE ESTÁN EN LA DISPERSIÓN

Lee Santiago 1:1, Hechos 11:19 al 21; y 1 Pedro 2:9 y 10. ¿Quiénes son estas “doce tribus” y de qué manera llegaron a dispersarse?
Como vimos, Santiago escribió a los creyentes. Al comienzo, la obra del evangelio se concentró en Jerusalén (Luc. 24:47); pero, como resultado de la persecución, que se intensificó después del apedreamiento de Esteban, estos creyentes fueron esparcidos, y la simiente del evangelio se plantó en todas las ciudades y regiones circundantes del Imperio Romano.

Según Hechos 11, el evangelio llegó a los gentiles muy temprano, comenzando en Antioquía; así, la expresión “las doce tribus” se refería, probablemente, a los cristianos como un todo. No parece que haya habido diferentes congregaciones basadas en conceptos étnicos, razón por la cual el Concilio de Jerusalén tuvo que decidir enseguida si, a fin de llegar a ser cristianos, los gentiles que creían debían, primero, circuncidarse como los judíos (Hech. 15:1-6).
Lee Hechos 15:13 al 21. ¿De qué forma atendió Santiago ese problema de la iglesia primitiva?

Una solución bíblica preservó una iglesia unificada: Santiago citó la profecía de Amós –basada en una de las leyes de Moisés para los extranjeros (Lev. 18-20)–, de que la restauración de Israel y su posterior expansión incluirían a los gentiles (Hech. 15:16, 17). Santiago les recordó a “las doce tribus” que eran coherederas de la promesa hecha a Abraham. Al dirigirse a los de “la dispersión” (1 Ped. 1:1), Pedro presenta una idea similar al describir a los cristianos como una “nación santa” (1 Ped. 2:9; comparar con Éxo. 19:5, 6). La palabra griega en ambos pasajes es diáspora, que se refería a judíos que vivían fuera de los límites geográficos de Israel (ver Juan 7:35).
¿Una iglesia en la dispersión? Suena como si fuéramos nosotros, los adventistas. A pesar de las vastas diferencias culturales, étnicas y sociales que existen entre nosotros, ¿qué une a los adventistas en Cristo como un movimiento claramente protestante?

Jueves 2 de octubre

SANTIAGO Y JESÚS

Santiago tuvo la oportunidad de observar a Jesús cuando era niño, joven y adulto. Luego, en algún momento, no solo creyó en Jesús como el Mesías, sino también llegó a ser líder de los cristianos en Jerusalén. Y no obstante, Santiago no se llama a sí mismo hermano, sino “siervo” (Sant. 1:1) de Jesús. Claramente, aprendió la humildad y la sabiduría verdaderas. No sorprende que estos también sean temas importantes en su carta (ver Sant. 1:9-11, 21; 3:13-18; 4:6-10).
Compara los siguientes pasajes y resume lo que tienen en común:
Sant. 1:22 con Mat. 7:24-27
Sant. 3:12 con Mat. 7:16
Sant. 4:12 con Mat. 7:1

Se ha reconocido ampliamente la afinidad que tiene la carta de Santiago con las enseñanzas de Jesús y, específicamente, con el Sermón del Monte. “La influencia penetrante de Jesús subraya toda la enseñanza de Santiago” (Davids, The Epistle of James, p. 50).
Al comparar cuidadosamente Santiago con los evangelios, parece que esta carta no depende de ninguno de ellos. Más bien, Santiago escribe desde un conocimiento íntimo y personal de las enseñanzas de Jesús, que siempre inspiró a sus oyentes a tener fe y los desafió a ejercerla.

Al estudiar el libro de Santiago este trimestre, encontraremos un enfoque similar. Él no se contenta con una fe débil, sin frutos o vacilante. Como veremos la semana próxima, la fe domina la primera parte del libro, y Santiago muestra cómo su cualidad crucial consolida una relación vital con Cristo.
Medita en la calidad y la realidad de tu propia fe. ¿Cuán real es? ¿Cuán profundamente penetra? ¿Cómo te capacita para vivir la vida cristiana? ¿Qué cosas podrías hacer, y qué elecciones hacer, que te ayuden a mejorar la calidad y la profundidad de tu fe?

Viernes 3 de octubre

PARA MEDITAR Y ESTUDIAR: “Con frecuencia sus hermanos presentaban la filosofía de los fariseos, antiquísima y gastada, y afectaban creer que podían enseñar a aquel que comprendía toda la verdad y todos los misterios. Condenaban libremente lo que no podían comprender. Sus reproches lo herían en lo vivo y angustiaban su alma. Profesaban tener fe en Dios y creían justificarlo, cuando Dios estaba con ellos en la carne y no lo conocían.
“Estas cosas hacían muy espinosa la senda de Jesús. Tanto se condolía Cristo de la incomprensión que había en su propio hogar que le era un alivio ir adonde ella no reinaba” (DTG 293).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. La carta de Santiago es esencialmente un manual sobre la vida cristiana práctica. Puede hasta ser el primer libro del Nuevo Testamento en escribirse (en algún momento entre los años 44 y 49 d.C.). Es decir, además de ser un libro sobre teología, también nos dice cómo vivir la vida cristiana. ¿Por qué el vivir lo que creemos es tan importante, si es que no es más que lo que creemos? ¿O lo que creemos es más importante que el modo en que vivimos esa creencia? Por ejemplo, ¿qué es mejor: un observador del domingo que sea sincero y que realmente lo guarda en verdad y seriamente o un observador del sábado que no es sincero, que “guarda” el sábado, pero que realmente no lo toma en serio?
2. Como vimos en la sección del lunes, Santiago era hermano de Jesús. En otras palabras, aunque Jesús era Dios mismo, el Creador de todo lo que fue hecho, también era humano, uno de nosotros, hasta el punto de tener hermanos. ¿De qué forma esta idea nos ayuda a comprender cómo se superó el vasto abismo entre el Cielo y un mundo caído? ¿Qué nos dice, además, acerca del extremo al que va Dios para salvar a la humanidad caída? ¿De qué manera la humanidad de Cristo nos ayuda a comprender cómo podemos obtener la victoria sobre el pecado? ¿De qué modo nos asegura la humanidad de Cristo que Dios comprende la realidad de nuestras luchas y angustias?
3. La lección de esta semana menciona que la humildad es todo un tema en la carta de Santiago. ¿Por qué la humildad es tan importante en la vida cristiana? Es decir, a la luz de la Cruz y lo que allí ocurrió, ¿cómo nos atreveríamos a asumir una actitud de arrogancia o de importancia propia, especialmente en asuntos espirituales?

escuela sabatica cuarto trimestre 2014
Radio Adventista
7 comments… add one
  • Cuán importante es comprender la importanciA de la fe pero que como fruto traera obras

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  • Gracias Señor por enviarnos lecciones que fortalezcan mi fe en el Señor.

    Estas lecciones han fortalecido mi fe en el Señor. Gracias.

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  • Con esta leccion he aprendido que el “Santiago” que fue dirigente de la iglesia primitiva, no fue el discipulo de Jesus, sino su hermano.

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  • Bendiciones a todos
    En esta Semana he pidido aprender del libro de Santiago la importancia de tener Fe. Este libro nos recalca cuan importante es tener Fe. Gracias le doy a mi Padre Celestial por proveernos dia a dia con instrumentos para ser mejores cristianos y mejores series humanos.

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  • GLORIA A DIOS

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  • Gostaria de receber o comentários da lição da escola sabatina

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  • Me gustaria recivir comentario de la leccion de escuela sabatica

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