Jonathan Gallagher Leccion 5. – Las Bendiciones de los Justos – (1T 2015—Proverbios)

Leccion 5. Las bendiciones del justo (1T 2015—Proverbios)

Textos bíblicos Proverbios 10:1–14, Mateo 19:19, Proverbios 11-12, John 3:16, Proverbios 13.

Citas
 Esta vida, por lo tanto no es justicia, sino crecer en justicia; no es salud, sino sanar; no se trata ser sino de llegar a ser; no se trata de descansar sino de ejercitarse. Todavía no somos lo que seremos, pero estamos creciendo hacia ello; el proceso aún no ha terminado, sino que está ocurriendo ahora; este no es el fin, sino el camino. Todos todavía no brillamos de gloria, pero todos estamos siendo purificados. Martín Lutero
 El hombre se acerca más a Dios cuando es, en un sentido, menos como Dios. Porque ¿qué puede ser más opuesto que la plenitud de la necesidad, la soberanía de la humildad, la justicia del castigo y el poder sin límites de un grito de ayuda? C. S. Lewis
 La justicia nunca actúa en interés propio, sino en interés de los semejantes. Thaddeus de Vitovnica
 Cuando uno es recto, no necesita decirle a la gente que lo es. Shaquille O’Neal
 Buscar el cielo por la justicia no es buscar justicia, sino algo más, – no es amar a Dios por su amor, sino por la recompensa. E.H. Chapin

Para debatir
¿Queremos ser justos solo para obtener las bendiciones? ¿Debemos medir las bendiciones? ¿Es cierto que quienes hacen el bien siempre son recompensados? ¿Cómo debemos relacionarnos con la percepción de que Dios está bendiciendo a los demás? ¿Qué debemos pensar cuando las cosas van mal en nuestras vidas? ¿Cómo encajan estas ideas en el panorama del gran conflicto?

Resumen Bíblico
“El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia.” Proverbios 10:6 NVI. En estas palabras, tituladas “los Proverbios de Salomón,” vemos el contraste entre vivir una recta o de maldad. No como un fin en sí mismo, sino simplemente como la consecuencia de seguir las sabias instrucciones de Dios. Si usted quiere saber cuál es la diferencia práctica entre una vida recta y una de maldad, solo lea Proverbios 10-13. Casi cada versículo es una comparación. Jesús resume los mandamientos en Mateo 19:18, 19. La forma en que Dios nos gana de nuevo hacia él se resume en Juan 3:16.

Comentario
¿Es siempre así? La forma en que estos Proverbios parecen indicarlo (véase, por ejemplo, Proverbios 11:31), es que siempre hay un resultado positivo para los que viven bien. Sin embargo Job y otros personajes han tenido experiencias negativas, mientras vemos que David preguntaba por qué los malvados prosperaban…

Las bendiciones de los justos en realidad se reducen a una sola cosa: la confianza en el carácter de gracia de Dios. Porque al final puede que no tengamos todo lo que queremos, podemos experimentar terribles desastres, y hasta es posible que ni siquiera podamos recuperar las cosas como le sucedió a Job. Nuestras vidas pueden no tener lo que llamaríamos un final feliz. Pero la gracia de Dios es suficiente…
“Desde el principio hasta el final de la Biblia, la salvación e incluso el mismo Dios, es gracia. Fue la gracia de Dios que lo trajo a este planeta para salvarnos de nosotros mismos. La gracia de Dios es la respuesta a los problemas en el conflicto de los siglos, porque el diablo acusó a Dios de ser descortés y legalista, pero él vino y demostró que el diablo estaba equivocado y nos demostró a todos nosotros y al universo que él es el supremo Dios generoso y amoroso. Es muy importante hacer hincapié en la gracia de Dios, pues si tenemos una imagen equivocada de Dios podríamos realmente tergiversar su imagen como los que quemaban a los herejes en la hoguera. Es necesario comprender a Dios y su sacrificio por nosotros, y lo mucho que nos ha mostrado para probar eso. A fin de mostrarnos su gracia, Dios tomó forma humana en la persona de Jesús, que fue descrita por Juan como lleno de gracia y de verdad. En su vida y ministerio Jesús fue la representación perfecta de la gracia.” Rebekah Gallagher
Es la bondad de Dios lo que nos lleva al arrepentimiento; es por su gracia que somos salvos por nuestra fe en él. No pretendemos ninguna justicia propia; simplemente colocamos nuestra confianza en Dios. Eso no quiere decir que no existan beneficios para una vida cristiana. Tenemos paz, esperanza, garantía, perdón, misericordia, etc. Por encima de todo, somos amigos de un Dios bondadoso, y podemos estar totalmente seguros de sus mejores intenciones. Así que no debemos cerrar los ojos ante los placeres de vivir en armonía con Dios.
¡Pero en un sentido irónico, la mayor bendición de los justos es que saben que no son justos! Si nos creemos justos, no buscaremos el cambio, no buscamos el poder transformador de Dios. En el primer comentario de Elena de White a continuación vemos la verdad. Cuando reconocemos que no podemos salvarnos a nosotros mismos, ni podemos hacer nada, solo entonces apreciaremos realmente la ayuda de Cristo. ¡Esa es la verdadera bendición!

Comentarios de Elena de White
El que se cree sano, el que se considera razonablemente bueno y está satisfecho de su condición, no procura participar de la gracia y justicia de Cristo. El orgullo no siente necesidad y cierra la puerta del corazón para no recibir a Cristo ni las bendiciones infinitas que él vino a dar. Jesús no encuentra albergue en el corazón de tal persona… Los que comprenden bien que les es imposible salvarse y que por sí mismos no pueden hacer ningún acto justo son los que aprecian la ayuda que les ofrece Cristo. Estos son los pobres en espíritu, a quienes él llama bienaventurados. {El Discurso Maestro de Jesucristo, p. 12}
Grandes bendiciones hay en reserva para nosotros. Podemos creer en Dios, podemos confiar en él, y al hacerlo glorificar su nombre. Aun cuando seamos vencidos por el enemigo, no somos desechados ni abandonados ni rechazados por Dios. {2
Testimonios para la Iglesia, p. 286}

Cuando el enemigo venga como un diluvio, y trate de abrumarlos con el pensamiento de su pecado, dígale: “Yo sé que soy un pecador, y si no lo fuera, no podría ir al Salvador, porque él dice: ‘no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.’ Y porque soy un pecador, tengo derecho a venir a Cristo.” De esta manera usted tendrá el poder para vencer al maligno. Mantenga la vista hacia arriba, pues su fe le ha atado al trono de Dios. No mire hacia abajo, como si estuviera atado a la tierra. No siga tirando de su fe para ver si tiene alguna raíz. La fe crece de manera imperceptible, y cuando el enemigo reúne sus fuerzas para ponerle en un lugar crítico, los ángeles de Dios le rodearán y usted tendrá la ayuda de lo alto; porque su oración será respondida en el conflicto. Si usted tiene una fe genuina, alabará a Dios, de quien fluyen todas las bendiciones; y al alabarlo, usted notará más su bendición. {Review and Herald, 11 de octubre de 1892}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2015
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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