Jonathan Gallagher – Leccion 10. La Ley de Dios (3T 2014—Enseñanzas de Jesús)

Leccion 10. La ley de Dios (3T 2014—Enseñanzas de Jesús)

Textos bíblicos Mateo 5:17–19, 5:21–44, Marcos 7:9–13, Mateo 19:16–22, Juan 14:15.

Citas
• La gente presenta excusas para no guardar la ley de Dios. Esa es la prueba de lo
mucho que creen en la ley. C. S. Lewis
• La evidencia más segura de nuestro amor por Cristo es la obediencia a las leyes
de Cristo… El amor es la raíz, la obediencia es el fruto. Matthew Henry
• La ley descubre la enfermedad. El evangelio da el remedio. Martin Luther
• El que de verdad y de buena fe predica la cruz nunca se opone a la predicación de
la ley. W.G.T. Shedd
• La ley exige lo que no puede dar, pero la gracia da todo lo que pide. Blaise Pascal

Para debatir
¿Por qué insistimos en volver a “la Ley”? ¿De qué manera Jesús amplía la Ley de
Dios en la mente de sus oyentes? ¿De qué manera la actitud de Jesús hacia la Ley fue
diferente? ¿Por qué Jesús sorprendió a los que pensaban que estaban siguiendo la Ley de
Dios? ¿Cómo podemos explicar la ley de Dios a la gente de nuestro tiempo?

Resumen bíblico
Jesús explicó que había venido a cumplir la ley (Mateo 5:17-19). Usando varios
mandamientos de la Ley (ver Mateo 5:21-44) Jesús mostró cómo la obediencia real era
mucho más profunda. También mostró cómo la ley fue anulada cuando fue conveniente
(Marcos 7:9-13). En su diálogo con el joven rico (Mateo 19:16-22) Jesús mostró que la
mera observancia legal no era lo que Dios estaba buscando. “Si ustedes me aman,
guardarán mis mandamientos”, dice Jesús. Juan 14:15 FBV.

Comentario
La posición de Jesús respecto a la ley se resume en sus declaraciones hechas
durante el Sermón del Monte: “Habéis oído que se dijo… pero yo os digo.” Sin rechazar
la Ley, Jesús se extiende para indagar el centro del asunto: porque no es lo que hacemos,
sino la idea que está detrás de ello. Muchas veces Jesús cambia por completo lo que
nosotros estamos esperando. Al tratar de explicar el significado y los valores de su reino,
Jesús usa relatos que se destacan más allá de la “sabiduría convencional”. Los relatos se
destacan por ser desconcertantes, intrigantes, sorprendentes, asombrosos, fuera de lo
común, siempre fáciles de recordar. Por su carácter muy inusual, nos ayudan a entender
la verdadera naturaleza del mundo espiritual.

Jesús nos desafía a revisar una vez más lo que creemos que sabemos, y nos hace
reconocer que nuestras suposiciones, especialmente acerca de Dios y su forma de actuar,
a menudo están equivocadas. Jesús cuenta lo que yo llamo relatos invertidos: relatos que
sin lo opuesto a lo que podríamos esperar, contadas quizás con ironía, humor o en tono
dramático. De modo que a medida que Jesús contaba estos relatos que invierten nuestras
ideas y conceptos, tal vez deberíamos reconocer en primer lugar que a través de estas
historias de lo inusual, se nos pide que no indaguemos en paralelismos y alegorías, sino
que miremos el punto central que tan a menudo ignoramos: Dios está buscando personas
que elijan hacer lo correcto porque es lo correcto, no por un sentido de obligación o
legalismo.
En Gálatas, Pablo también presenta claramente su punto respecto a la Ley: “¿De
qué sirve la ley, entonces? Fue dada para mostrar lo que es realmente el pecado, hasta que
el hijo vino a quienes se les había dado la promesa… La única forma en que podemos
recibir las promesas de Dios es confiando en Jesucristo. Antes de que confiáramos en
Jesús estábamos bajo custodia de la ley hasta que se reveló esta nueva confianza. La ley
era nuestro guardián hasta que Cristo vino, para que pudiéramos ser justificados al
confiar en él.” Gálatas 3:10-24 FBV.
Cristo no es el anulador de la ley; él es el cumplimiento de la ley. “¿Para qué sirve
la ley, entonces?” Pregunta Pablo. “Fue dada…” En su argumento a los romanos, Pablo
explica que la ley es buena, pero no puede salvarnos. La ley es una expresión del carácter
de Dios, y nos muestra lo que es Bueno, verdadero y recto. ¡Pero solo Dios puede salvar!
En otras palabras, es solo por culpa del mal y del pecado que Dios establece la ley
en la forma en que lo hace. Es una respuesta, una ayuda al problema del mal. Nos ayuda a
definir la verdad y lo recto, pero la ley en sí misma no nos hace buenos.
Jesús vino en nombre del Padre para mostrarnos al Padre (Juan 12:44, 49; 14:6).
Jesús dice que los mandamientos de Dios llevan a la vida eterna (Juan 12:50). Pero como
se ha distorsionado tanto la imagen de Dios, la mayoría de las personas veían a Dios
como si fuera hostil, vengador, alguien a que se debe temer en lugar de amar. Jesús vino
precisamente para erradicar esas ideas y el espíritu de legalidad en relación a Dios. Él
mostró que Dios realmente nos ama, que la relación que él busca no es una relación
basada en una ley o contrato, sino en el amor y la amistad. Esto tenía como fin prescindir
de la ley de Dios (como Jesús mismo lo dijo), sino mostrar que la obediencia a la ley por
obligación no nos acerca a Dios. Dios está buscando una verdadera relación basada en la
verdad, la bondad y el amor—y su ley refleja esto en toda su plenitud.

Comentarios de Elena de White
En edad muy temprana, Jesús había empezado a obrar por su cuenta en la
formación de su carácter, y ni siquiera el respeto y el amor por sus padres podían
apartarlo de la obediencia a la Palabra de Dios. La declaración: “Escrito está” constituía
su razón por todo acto que difería de las costumbres familiares. Pero la influencia de los
rabinos le amargaba la vida. Aun en su juventud tuvo que aprender la dura lección del
silencio y la paciente tolerancia. {El Deseado de Todas las Gentes, p. 65}
La ley de Jehová estaba cargada a causa de las exacciones y tradiciones
innecesarias, y Dios era representado como severo, exigente, vengativo y arbitrario. Era
descrito como un Dios que podía disfrutar de los sufrimientos de sus criaturas. Los
mismos atributos que pertenecían al carácter de Satanás, el maligno los representaba
como pertenecientes al carácter de Dios. Jesús vino a enseñarles a los hombres sobre el
Padre, a representarlo correctamente delante de los hijos caídos de la tierra. Los ángeles
no podían representar plenamente el carácter de Dios, pero Cristo, quien era la
personificación viva de Dios, no podía dejar de cumplir con el trabajo. La única forma en
que podía justificar y santificar a los hombres era haciéndose visible y familiar ante sus
ojos. {Signs of the Times, 20 de enero de 1890}
En el cielo no se sirve con espíritu legalista. Cuando Satanás se rebeló contra la
ley de Jehová, la noción de que había una ley sorprendió a los ángeles casi como algo en
que no habían soñado antes. En su ministerio, los ángeles no son como siervos, sino
como hijos. Hay perfecta unidad entre ellos y su Creador. La obediencia no es trabajo
penoso para ellos. El amor a Dios hace de su servicio un gozo. {El Discurso Maestro de
Jesucristo, p. 94}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2014
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
1 comment… add one
  • me gusto este resumen de la leccion de escuela sabatica.

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