La lección de esta semana trata sobre los dones espirituales, por ende nosotros no somos los que decidimos que dones vamos a tener, son dones de gracia, los cuales estas distribuidos por Dios mismo. No por el hecho que uno tiene un estatus superior puede obtener los dones ni por la educación o nuestra posición social. Los dones son dados libremente por amor con el fin de que se pueda cumplir con la tarea de Dios que nos ha asignado a cada uno de nosotros.
El apóstol Pablo nos dice que la gracia de Cristo obtuvo el derecho para entregarnos dones, pero el Espíritu Santo es el encargado de distribuir los dones a los miembros de la iglesia. Lo que debemos entender es que los dones espirituales no se comparan con los talentos que una persona puede desarrollar por medio de una educación, porque el talento pueden desarrollar siendo cristianos o no, pero todo las cosas buenas siempre provienen de Dios.
