En los días que los jueces juzgan no había hambre en la tierra, entonces el hombre de Judá y de Belén fue a morar en la tierra de Moab con su mujer y sus hijos, y sus dos hijos eran Elemelec que murió en Moab dejando a su esposa Noemí y sus dos hijos, Mahlón y Quelión, y sus hijos se casaron con Moabitas y luego murieron a Noemí con sus hijas, Ruth y Orfa, una de ellas decidió regresarse a su pueblo, pero Ruth que es de Moabita decidió acompañar a su suegra, Ruth dijo, orad por mí, porque donde vaya yo le sigo, Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios, y así la casa de Elimelec se consagró a Dios, y su nuevo Dios estuvo a punto de llevar a un buen hombre para Ruth con el que se casaría. En la vida es casi normal que las mujeres detestan a sus suegras, sin embargo ella era diferente.
Booz era el hombre de Dios, era mucha más mayor que Ruth (Rut 3:10) ella podía buscar otro esposo más joven. Pero ella se incorporó al sistema de levirato (se casa con el pariente del esposo fallecido) a pesar que corrió el riesgo de ser viuda nuevamente y Booz vivió siempre con Dios.
Hermanos la lección es de gran bendición, pero hagamos las cosas bien para nuestro Dios, la redacción es terrible, seamos ejemplo hasta en ello para con aquellos que leen esto y no son de la iglesia, bendiciones! !!