Antes que nada debemos entender que todos somos pecadores, pero también todos están a la altura de alcanzar el perdón de Dios.
Porque si no hay perdón todos estaríamos perdidos, y solo esperaríamos la muerte eterna. Dios ha demostrado a su pueblo para purificar y por lo tanto se da cuenta que necesita hacer cambios en su vida.
Lamentablemente muchas veces los enemigos se originan en el círculo de nuestros amigos. Tenemos un ejemplo claro de Lucifer era la criatura más hermosa y muy cercano a Dios, otro ejemplo Caín era el primer hijo y eran amigos con su hermano hasta cierto punto. Muchos casos se da que la enemistad se origina dentro de la amistad, en nuestros tiempos muchos de nuestros hermanos se convertirán nuestros peores enemigos.
Nos preguntamos ¿Por qué el sufrimiento en este mundo es desproporcionado? ¿Por qué la gente que nos tan mala sufre más que el mas malo? ¿Por qué la enfermedad llega a los malos y buenos? ¿Por qué los hijos de los buenos cristianos llegan a ser unos delincuentes? Entre otras preguntas.
Es insuficiente para explicar en este mundo de pecado, donde la justicia es como un trapo de inmundicia, todo se invierte a causa del pecado. No hay respuesta no hay explicación en este mundo injusto, Satanás es responsable y también nuestra parte es la culpa desde tiempos de Adán y Eva por entrado en esta situación.
Pero hay consuelo para cada uno de nosotros esta la promesa del Señor, la vida eterna. Aquella persona que decide entregar su vida a Jesús experimentara y vivirá en armonía y amor.
