La ley de la siembra y cosecha, todo lo que nosotros sembramos es siempre lo que vamos a cosechar, si tu siembras un dia naranjo no vas a cosechar limones si siembras papas no vas a cosechar papayas, si siembras egoismo nunca cosecharás generosidad, eso es justamente lo que dice la lección. Nosotros tenemos que aprender esa ley de la siembra y la cosecha…
Cuando la ley de Cristo se cumpla en nuestras vidas, nos preocuparemos por aquellos que han caído y que están sobrecargados. Reconoceremos nuestras debilidades y humildemente nos someteremos a toda evidencia de verdad a fin de no convertirnos en orgullosos y ciegos espirituales.
Cuando nos esforzamos por hacer lo mejor aquí en la Tierra, tenemos buenos resultados, aunque tardá un poco. Imagínese cuánto más nos dará nuestro Dios, Creador y Redentor, en beneficiarnos. El que puede todo, que es amor, si hacemos el bien a todos, especialmente a los de la familia de la fe.